martes, 29 de marzo de 2022

Película en casa con un vago superficial

¿De qué me sirve que digas que hay una conexión entre nosotros, si sólo te importaba la nueva forma de mi cuerpo?

Esa fue la vez, o al menos eso creo, que me enamoré de ti, viendo una película en mi casa, abrazados, agarrando nuestras manos quién sabe por qué. Es decir, nuestra comunicación nunca fue así, hasta que cambié. Y cómo seríamos de felices si fueras más valiente y aceptaras que nadie va a comprenderte  como yo. Claro, no puedo obligarte a nada, pero aléjate porque empieces a doler como cuando colocas la palma de la mano sobre un encendedor accionado. 

sábado, 26 de marzo de 2022

El final de un libro sin saga

Mamá, perdóname porque no he sabido valorar que estás viva como debería haber sido, pero tengo el cerebro podrido. Y tal vez mi egoísmo me ha hecho pensar sólo en lo que siento yo que no me importa vivir que pensar en lo feliz y agradecida que estás por la segunda oportunidad que se te brindó de respirar gracias a los doctores que lograron mantenerte en este lugar.

Sin embargo, gracias al Universo, tengo este espacio para decir aquellas cosas que seguramente te lastimarían si yo te las dijese. Mamá, si leyeras esto no creerías; pero te amo con cada parte de mi piel, huesos, órganos y sangre. Lo sello con mi fe.

Dejando todo eso de lado, a veces ya no quiero despertar, porque creo que para mí no hay caminos ni esperanzas. A veces fantaseo con el final del libro y no del capítulo número veintisiete. 

miércoles, 23 de marzo de 2022

En estado de emergencia

Por eso escribo, porque quiero suicidarme en silencio. Pero uno no puede sólo no existir.

Por eso escribo, porque me corto sin que nadie lo sepa, escondo mis heridas y quemaduras. En la madrugada mi cuarto huele a sangre y tengo que encender inciensos. Nadie escucha, y todos juzgan.

Por eso escribo, porque mi corazón me dice que no valgo nada y porque el espejo me dice que soy fea, porque un demonio me susurra cada día que deje de comer para siempre. Porque mis tripas gruñen, pero no tengo motivación ni por morder una manzana. Nadie escucha, nadie lee.

Por eso escribo, porque quiero dormir todos los días, porque me agrada la noche, mi espacio para cortarme las muñecas y decirme cuánto me odia y llorar porque papá no me quiere, aunque mamá sí lo haga; papá no me quiere y nunca me querrá. Porque mi muerte no vale nada para él. Nadie escucha, nadie tiene interés. 

La boda III

De pronto reaccioné de mi ensoñación y me vi sola en un departamento desamueblado, un refrigerador que sólo tenía agua y dos six de cerveza. Me di una ducha con agua fría, me volví a colocar el pijama sabiendo que de todos modos no iría a ningún lado. Lavé mis dientes, sin mucho sentido, porque después destapé una de las cervezas que tenía, la bebí como agua, tratando de que la ansiedad no comenzara otra vez a revivirme recuerdos. Pero como toda alcohólica, sucedió todo lo contrario.

  Amor, siempre voy a necesitarte, siempre voy a amarte. ¿Lo sabes, cierto? ― me dijo Ángel después de haberme visto llorar un día que no me había llamado.

Por favor perdona mi dependencia, Ángel, prometo cambiar, yo te amo.

No tienes que pedir perdón, Sol, yo sé la vida que has llevado y juro no volver a abandonarte tanto tiempo ― dijo con una sonrisa pícara y sarcástica.

 Me acerqué y coloqué mis manos en su cabello profundo, él cerró los ojos y yo besé sus párpados y después la comisura de sus labios, para finalmente fundirme en su boca saboreando su lengua y relajando mis brazos para colocarlos en su espalda, arrancándole la camisa. Él hizo lo mismo con mi ropa y nos recostamos en la cama de mi habitación con el riesgo de que mi madre nos descubriera. Él rozó con su lengua cada parte de mi cuerpo y yo acallé mis suspiros para no empezar a gritar. Me penetró y descubrí un orgasmo único, un orgasmo que no sólo representaba placer, sino amor, amor puro. Y me juré a mí misma ser la persona que él se merecía. Al terminar él sólo dijo:

  Sol, quiero casarme contigo, tener un perro y un gato.

Te amo ― reí ― yo también quiero casarme contigo, Ángel.

De pronto tuve que salir del recuerdo pues tocaron el timbre, antes de abrir tomé otra lata de cerveza y bebí un poco. De todos modos ya intuía quien era.

  Nova, te dije que no vinieras.

Mírate mujer, ya estás borracha otra vez.

No exageres ― puse los ojos en blanco ― apenas si llevo dos cervezas. Además estoy celebrando mi noche de bodas ― me carcajeé

Ya no tomes más amiga ― dijo Nova con los ojos vidriosos ― te traje despensa, concluyó mientras colocaba comida en mi refrigerador. De pronto comencé a llorar.

¿Qué voy a hacer sin él, Nova? No soy capaz, no puedo.

lunes, 21 de marzo de 2022

La boda II

Pero no, desafortunadamente no morí de hipotermia y el vestido me estorbaba tanto porque ni siquiera me había tomado el tiempo de quitármelo. Sólo tenía manchas negruzcas en la cola de la prenda y alguna que otra mota de polvo. La resaca resultó fatal, y no tenía ni una maldita aspirina o un vaso con agua. Me arranqué el vestido rompiéndolo de sus costuras con impaciencia, seguramente Nova me odiaría pero en ese momento sólo quería quitármelo, me quité la ropa interior y me puse una pijama morada que tenía en mi pequeño maletín, y descalza busqué en la cocina un poco de beber, le di comida y agua a mi gato Pan, entonces todos los recuerdos llovieron inevitablemente sobre mi mente, como rocas que me hacían sangrar. Empecé a soñar despierta otra vez pensando en qué estaría haciendo ahora mismo.

Estábamos acurrucados en la cama, en ropa interior, y yo calentando mis pies en sus piernas con mejor temperatura que las mías que parecían hielos. Pero él no se quejó, al contrario, con una sonrisa sólo dijo.

 

― Buenos días Sol, parece que huele a mandarinas.

― Sí ― me reí ― quería que la cocina tuviera de todo antes de que llegáramos.

― Piensas en todo, y por cierto, te amo  ― Dijo con el afán de darme un beso pequeño.

― No, no, no ― me incorporé ― primero me lavo los dientes ― el se carcajeó murmurando para sí mismo que ese gusto no iba a durarme mucho tiempo.

Después de lavarme los dientes le dije: ― Voy a la cocina a prepararte el desayuno ― aparentando seriedad y "madurez".

Le preparé huevos revueltos y pan tostado con mermelada y mantequilla. Él me agradeció con su mirada y entonces sí se dedicó a besarme con entusiasmo.

― Nuestro sueño se cumplió, Sol ― dijo viendo desde la ventana el amanecer sobre nuestros cuerpos. Y yo lo contemplaba a él embelesada, viendo como el sol se reflejaba en sus ojos cafés y lo hacían ver más guapo. No podía sentirme más afortunada. No sólo por lo que veía de él, sino porque sabía que había escogido al hombre que sí cumpliría sus promesas, que me amaría a pesar de los problemas que pudiéramos tener. Sólo sabía que era el hombre que Dios había hecho para mí. 

domingo, 13 de marzo de 2022

La boda

Ahí estaba yo, viendo mi reflejo en un espejo enorme, desde la tienda de vestidos de novia hechos por mi mejor amiga Nova.

¿Sol, estás segura de lo que estás haciendo? ― Me pregunta mi amiga, viéndome como un bicho raro, con toda la razon, por cierto.
― Voy a cumplir esta promesa, aunque sea sola, bueno, y con mi gato Pan ― reí sin sarcasmo.
― Si soy honesta Sol, estoy empezando a sentir lástima por ti, y no es un buena sensación ― suspiró.
― Siéntelo, no me enfurece, no siento nada, sólo ayúdame con esto. ¿Te parece bien este vestido?
― Es precioso Sol, pareces una princesa.
― Tienes un gran don para hacer vestidos de novia amiga, eres increíble.
― Gracias Sol, ya lo sabía ― Concluyó con una sonrisa.

Me lleve el vestido puesto, con unos tenis cómodos y Pan me siguió, nos subimos en el viejo coche, un Camaro Yenko del 69. Me dirigí a una iglesia cualquiera de la ciudad, por suerte estaba vacía. Entré mientras Pan me esperaba en el auto obedientemente. Subí las escaleras y entré sin persignarme.  Me acerqué hasta el altar y dije, con el eco acompañándome:
― Sí, acepto. 

Después de derramar algunas lágrimas, salí de allí lanzando arroz crudo que tenía en una bolsa, las personas que paseaban afuera me vieron con recelo pero nadie se me acerco. Bailé al son de una música que no dejaba de sonar en mi cabeza. Adelante, Sol, nos falta la luna de miel, pensé.

Me subí al Camaro y viajamos unas seis horas sin parar mas que para darle comida y agua a Pan. Me dirigí a unos departamentos que estaban en renta, yo ya tenía uno de ellos, pero nunca estuve ahí, pagaba puntual pero no podía estár ahí, por mis propias razones. Así que entré con Pan a mi departamento vacío, me senté en el suelo con una botella de tequila que ya tenía preparada desde antes y bebí directo del envase.

― Felicidades mi amor, ahora estamos casados Ángel ― dije a nadie ― logramos nuestro sueño, por el que tantas lágrimas derramamos. Y por cierto, te amo, te amo muchísimo, gracias por ser mi esposo. Ahora preparate para el olor a mandarinas, el café por las mañanas, los besos tontos y las peleas fáciles o difíciles de arreglar. Yo preparo las tostadas que tanto te gustan, tú traerás flores. Prepárate, porque dicen que el primer año es el más difícil.

Me acurruqué en el suelo, dejando que el llanto mojara el suelo, y sonriendo a la vez. El invierno era fuerte y me sentí preparada para sufrir una hipotermia. Mientras mi gato Pan me veía desde una ventana. 

sábado, 12 de marzo de 2022

Sin alma

Con estas pastillas siento que floto, pero también me siento vacía, buscando amores que ya no existen. Tengo miedo de no tener emoción alguna, porque veo la sangre y no hay dolor, veo las gotas, pero no más.

viernes, 11 de marzo de 2022

No hay nada que perdonar

Y a todo se reduce esto, precisamente no fui muy amable. Volví este amor a la basura. Pueden haber pasado años, pero ahora que vi a la muerte a los ojos, pensé en ti y todo se fue al carajo. Porque me di cuenta que te amaba, no sé cómo, no sé por qué, no sé si al final yo deseché la relación. Estoy pagando con sangre mi actitud, porque no sabes cómo duele no tenerte.

Sé que voy a seguir creciendo y te voy a olvidar, pero mientras tanto sólo desearía que Dios me dejara decirte te amo una última vez, aunque sea imposible. Sé que me estoy humillando pero no planeo volverme a engañar, ni fingir que estoy bien, tal vez no te amo, pero hoy te amo.

¿Qué hago con este agobio, amor nunca mío? Vida, ayúdame a olvidarlo, porque duele como las quemaduras del incienso en mis muñecas. 

viernes, 4 de marzo de 2022

Mamá, ya no quiero que él duela

 ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¿Es un castigo divino? Él me está doliendo, y mucho, provoca ganas de caer en acciones estúpidas. Hoy odio el amor, porque no puedo soportar el extrañarlo, el querer tocarlo todavía. ¿Es porque nunca pude verlo? Acariciar sus cejas que tanto adoraba. Ya entendí, lo juro, no lo podré tener a mi lado nunca.

Pero ya no quiero que lastime, ya no quiero querer oirle respirar, fallé y lo ajelé. Por favor, sácalo de mi corazón y dale la felicidad que se merece. Por favor, lo quiero olvidar ya. Hiere, mis ojos están hinchados de tanto llorar, por favor por favor por favor ya lo quiero olvidar.

jueves, 3 de marzo de 2022

Depresión mi prisión

Sólo yo sé lo que siento, nadie puede urgar en mi espíritu para saber lo que estoy pasando. No es fácil ser la hija que se encarga de todo. Eso me hace caer en el pasado, donde a pesar de ser inmadura era libre. Hasta de hacer cosas malas, lo sé. Pero qué buenos recuerdos ¿Verdad? 

Ojalá la depresión fuera curable, sin bajones, simplemente borrarse, perderse como si nunca hubiera existido, como si los traumas nunca hubieran sido parte de ti. Quiero sanar, que todo esté bien, quiero ser fuerte para todo lo que llega con la enfermedad de mi mamá, llega una ola que no ahoga pero si hiere los pulmones.

martes, 1 de marzo de 2022

Sólo se hace experto el jugador con cada fallo

¿Será verdad? Es que cada día me siento más vulnerable a pesar de todo lo que he vivido. Vida de locuras casi esquizofrénicas, piedras sobre el abdomen y cortes en la lengua para no comer. ¿En qué habré avanzado? Porque entiendo la teoría pero no la acciono. Soy hipócrita y problemente sigo engañándome y engañando a los demás.

Vicio solitario de planes suicidas imaginarios, privación de psiquiatría. Escurrimbres de una existencia innecesaria e inconsciente, ojalá dormir uno o dos meses. Pero mi familia insiste en que ahora soy más fuerte, y yo quiero creerlo.