Hace demasiados meses que no me sentía así… Despierta. Todo parece tan raro, tanto como el palpitar de mi nervioso corazón, como si fuese a presentar un examen de algo. Todo brilla demasiado, el peso de mis pasos también se siente con más potencia, el frío o el calor. Las alergias, las ganas de llorar o de reír. Todo lo siento DEMASIADO, ¿es bueno para mí? Bueno, definitivamente esto siempre será mejor que la oscuridad en la que me encontraba, no quiero que esas sombras vuelvan jamás, les tengo terror.
Y vuelvo a temer a la muerte, me duele el estómago cuando no como, tengo los síntomas naturales que cualquier otro ser humano vive a diario. Estaba tan acostumbrada a mantenerme apagada, como viviendo en un sueño, como flotando, como un fantasma, perdiendo la capacidad de sentir algo. Ni pena, ni culpa, ni alegría, ni dolor. Me he vuelto a subir a la rueda de la fortuna. Y respiro hondo, muy profundo y muy lento.
No tengo idea de qué sentiré a lo largo de los días, no sé si tendré alguna crisis emocional. Sólo me repito a mí misma que siempre será mejor vivir con los ojos bien abiertos, que tener el corazón miope y el alma dormida. Basta, por favor.
Largos días y placenteras noches.
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