jueves, 18 de agosto de 2022

¿Qué está pasando conmigo?

Todo el maldito día llorando por los rincones, unas ojeras ya tatuadas, el cuerpo herido. No creo en dioses ni en la magia, pero si acaso hubiera algo que me sacara de esta asquerosa depresión, por favor regálame una señal, porque mi alma ya no puede esperar más tiempo.

Me duele vivir, secreto que guardo aunque no sepa disimular mi tristeza, las cicatrices son evidencia demasiado grande de este crimen. No quiero cumplir otro año más de respirar. Por favor si existe algo que me salve de mí misma, que aparezca ya. Porque asumir levantarme todos los días es como cargar con miles de piedras en el hombro y cadenas que me atan a la obligación de no suicidarme para complacer a los demás.

¿Qué pasa conmigo? No tengo un propósito, no tengo un camino, no tengo esperanzas, no tengo ánimos de nada, lo único que me ayuda es escribir y a veces… ni siquiera eso. Recurriendo a la sangre, otra vez y otra vez y otra vez. Cómo quisiera ser rescatada, protegida de este frío, ser abrazada para juntar mis pedazos, aunque después me suelten y vuelvan a caer mis fragmentos.

No quiero vivir un año más. Y no soy lo suficientemente fuerte para salvarme. Perdón, perdón por todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario