Viniste con una sonrisa hermosa que tuvo el descaro de prometerme el mundo Sin hablar.
Roto todo, abriste ventanas que yo había sellado y me mostraste la vida desde tus ojos, abismalmente diferentes, llenos de un fuego que no conocía.
No has sido amor tibio. Mas bien caos y calma, tormenta y refugió. Jamás podré ser la misma después de ti, ¿regalo o maldición?
Apareciste cuando necesitaba ser vista.
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