miércoles, 23 de julio de 2025

A desordenarlo todo

Saliste de un suspiro del cielo, cuando yo era sólo un susurro de mí misma. No te estaba buscando, apenas trataba de reconstruir mi alma resquebrajada por un trauma de hospital.

Viniste con una sonrisa hermosa que tuvo el descaro de prometerme el mundo Sin hablar.

Roto todo, abriste ventanas que yo había sellado y me mostraste la vida desde tus ojos, abismalmente diferentes, llenos de un fuego que no conocía.

No has sido amor tibio. Mas bien caos y calma, tormenta y refugió. Jamás podré ser la misma después de ti, ¿regalo o maldición?

Apareciste cuando necesitaba ser vista. 

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