jueves, 6 de septiembre de 2012

Enfrentando realidades y cerrando ciclos

Nunca olvides quien eres y para qué vives. No existen escapes eternos, no ignores tu realidad por soñar en exceso, a la larga te daña el corazón y el alma. Te lo dice alguien que ha pasado por eso en repetidas ocasiones. Ese rostro que te muestra el espejo todos los días, eres tú, no puedes cambiar eso. Aprende a valorarte tal y como eres, porque nadie te amará si no empiezas por amarte tú. Puede ser un cliché, pero por algo lo es, ¿no crees? Sé que no es fácil, yo también me he odiado, he aborrecido mi vida, he rechazado mi realidad. Pero eso no arregla nada, al contrario, te desmorona más. ¿De verdad quieres pasar toda tu existencia lamentándote por lo que no tienes? ¡Al contrario! Disfrútate, ámate, vívete, para poder hacer lo mismo con las personas que te quieren. Cúrate el alma, porque si piensas que aparecerá el príncipe azul y lo hará, estás perdida. Levántate por tu propia cuenta, llora mares pero ríe aún más. No desperdicies la vida, porque al estar viejo, uno se arrepiente, y contra la muerte no se puede luchar. Es más, podrías morir mañana y entonces, no habrías hecho nada por ti. Sería una existencia decepcionante, estarías muerta en vida. Entonces te vuelvo a decir esperando ser clara, nadie te resolverá las cosas, hazlo tú. Nunca dije que sería fácil, pero lo vale, te juro que lo vale. Ah y otra cosa, aprende a no sobrevalorar a las personas, eso te brindará mucha paz, créeme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario