sábado, 28 de octubre de 2023

Alcohol y abandono

En mi niñez tomé el papel de madre de mi hermano, aunque nadie me lo pidiera, yo sólo quería protegerlo y sentir su compañía. Mi hermana mayor decidió encerrarse en sí misma, mientras el demonio rojo me golpeaba, me ofendía, martilleaba mi puerta. 

Y yo, me cortaba y comía espaguetis con vidrio a ver si me moría de una vez. No había presencia paterna ni materna; ahí conocí el vacío de la depresión y la depresión de que el demonio rojo trajese más alcohol. Perdóname, ojalá nunca leas esto ni por error.

Mi padre, ay mi padre, abandonándonos de todas las formas posibles. Dios nunca nos rescató, el tiempo fue el que acomodó algunas cosas en favor de la salvación y el crecimiento espiritual en medio de tanto dolor.

Nunca hubo tiempo para enamorarme, para trabajar en mi amor propio, no hubo terapias. Yo sólo anhelaba que amaneciera para ver a mi mamá y seguir mi vida de adolescente como si nada me pasara. 

26/10/23
21:04
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario