jueves, 28 de abril de 2022

Perdón

Perdón por haber sido sincera. Perdón porque una amiga me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que merecía más de lo que yo pensaba, entonces no había dudas, era mejor arriesgar. Aunque por dentro yo sabía lo que pasaría, no iba a vivir en silencio quién sabe cuánto tiempo, hasta sólo alejarme de ti sin decir la verdad. Perdón, por haber sido honesta, tarde o temprano me iba a pasar, y aunque tenía poco tiempo de darme cuenta de mi sentir, viví la urgencia de hablar porque la muerte me dio valentía. No era el miedo a ella, sino el haberla enfrentado y darme cuenta que era ella quien decidía, yo no iba a esperar a que alguien muriera y quedarme callada. Tal vez en otra época, tal vez en medio de una nube rosa iba a elegir mil veces callarme. Pero no, el dolor me hizo abrir la boca y confesarme en textos. Te pido perdón por haber vivido lo que me empujó a decir la verdad, pero no me arrepiento de ello, si pido perdón es por herir susceptibilidades, frustraciones y causarte cara de póker, y también pido perdón por haberte abandonado, pero no podía, no puedo lastimarme para fingir, ya nunca más.

miércoles, 27 de abril de 2022

¿Hermana?

Y en medio de los gritos te escuché mencionar 'a ver qué va a ser de ti cuando mi mamá no esté'. Y tú seguramente piensas que mi padre me abandonará, que Emiliano, mi leal hermano me abandonará. Pero tengo la certeza de que no será así. A ti, no sé qué va a pasarte ¿Acaso sentirás un poco de dolor por la pérdida de una madre que ni en su lecho de muerte respetaste? ¿Arrepentimiento? ¿Victimismo? Me das lástima y no lo digo como un insulto, siento tristeza por lo que has y sigues desperdiciando cuando aún estuviste a tiempo de que las cosas salieran bien. Si supieras que tus amenazas suicidas son ataques directos a ti, la que dejaría de existir eres tú, los demás aprenderíamos a salir adelante con las herramientas que el universo nos dio. ¿Quieres pelearme una casa? Quédate con todo, porque yo sin ella me quedo sin nada. Pero tengo el orgullo de saberme amada con plenitud y de haber amado con todas las fuerzas de un corazón que creí débil. Hermana, si es que puedo decirte así, espero que cures tu corazón con base a experiencias que te faltan. Así como yo curaré mi alma con lo que el mundo me depare. Ojalá el Creador de universos entre en tu alma y te transforme en una verdadera hermana, no en la eterna víctima de lo único que tienes, tu familia.

lunes, 25 de abril de 2022

A mi katet; largos días y placenteras noches

Los conocí en el momento justo en que mi vida familiar comenzaba a caerse a pedazos. Ellos estuvieron ahí la primera vez que me corté, aunque probablemente no lo recuerden; yo sí. Vieron cosas que me avergonzaban, fueron testigos de mi inseguridad, porque en ese tiempo era más aceptable burlarse de cuerpos ajenos, no había defensas sólo silencios. Ellos estuvieron ahí cuando me subieron a un taxi donde abusaron de mí, no los culpo. Éramos unos niños que se creían adultos. Ellos estuvieron cuando sin darnos cuenta ya no éramos esos niños, ya cada uno tenía una personalidad cimentada, sin darnos cuenta éramos adultos ahora jugando a ser niños. Qué ironía.

Y qué ironía que hayan estado en cada uno de los momentos más crueles de mi vida. Con mi padre ausente, una mamá alcohólica. Pero no decíamos nada, era como si nada pasara. Estaban en mi casa oyendo a mi madre gritar, pero no se tocaba el tema, hasta ahora. Un poco todavía, pero ya no me avergüenza, ahora estoy orgullosa de mi mamá siendo parte de AA. Siendo libre de alcohol y siendo mi otra mitad.

Qué lástima que las cosas hayan terminado tan mal, llenas de decepción, de decisiones dolorosas, de soledad. Pero el universo sabe que los amo por haber estado en todos esos momentos, y amaré siempre cada recuerdo, cada risa en la que me dolía el estómago de tanto carcajear. De vernos crecer agradezco y amo, aún sin verlos, hasta el último respiro. Gracias.

domingo, 24 de abril de 2022

La princesita


Decimos que nos duele el corazón porque lo primero que sentimos es un golpeteo en el pecho que hace que nos tiemble todo el cuerpo, que nos dé taquicardia, que sintamos la muerte y las ganas inmensas de dejarse caer. E inevitable las lágrimas caen a chorros, aunque mires hacia arriba, tu cuerpo te controla y lloras, y el llanto se transforma en gimoteo y después en gritos, y después lo notas, el temblor en los dedos mientras rebuscas una navaja entre tus cosas. Y de tanto nerviosismo se te olvida dónde la escondiste, hasta que al fin la encuentras. Cierras los ojos y sólo escuchas la piel abriéndose una, dos, tres veces. Y cuando acabas te das cuenta de que el charco de sangre a tu alrededor fue por un papá al que nunca jamás le va a importar.

Así que no vuelvas a escupir de tu boca mentirosa que soy la princesita.

sábado, 23 de abril de 2022

El rehilete no da vueltas en el infierno

Cuando la vida me da tiempo de reflexionar, sólo pienso ¿qué fue peor? ¿Que tu cobardía no te permitiera ni siquiera pronunciar un - no te quiero - o darme cuenta de lo importante que era para ti la hegemonía de esta maldita sociedad? ¿Que hubiera sido tan ciega como para no darme cuenta que nunca has podido ver la profundidad de este mar, sino sus olas en constante movimiento y que todos pueden ver? Si te puedo decir qué sentí, fue decepción, no porque no me quisieran, sino por darme cuenta que este pequeño lugar no guarda la poesía que estoy buscando, el arte que busco en el amor, la alegría de escribirle a un gran hombre, cosa que no puedo hacer con cualquiera. Pero lo más hartante fue tu tibieza para no saber decir nada, tu falta de léxico para demostrarme las cosas como son y que yo podía entender. Yo no soy igual de bruta que todas de las que me hablas. Y perdón, no miento. Pero qué puedo hacer, tengo cicatrices por dentro y por fuera, tengo cosas importantes de las cuales ocuparme, tengo que olvidarme de ser amada, porque este no es mi lugar y ya lo sabíamos. 

Ojalá nunca me hubiera dado cuenta de tanta superficialidad. 

martes, 19 de abril de 2022

Olas

Es muy extraño. Porque estoy acercándome a las olas más potentes del mar. Y se arrojan sobre mí causando que me revuelque y respire arena, me duelen los pulmones, me arde respirar. Y cada vez hay olas más grandes que caen contra mi cuerpo que se mueve como un muñeco de trapo. Siento el dolor, la falta de aire, el agua en mis pulmones. Me estoy ahogando pero no muero, como si estuviera en un bucle terrorífico. ¿Por qué?

sábado, 16 de abril de 2022

Vórtice

Me siento en un vórtice, y voy dando vueltas hasta vomitar. Sólo quiero que llegue la noche para que me dejen en paz. Eso es muy doloroso, porque no es vida. Quiero lanzarme al vacío para de pronto en una fantasía transformarme en un ave y poder verlo todo. Y poder huir de tantas responsabilidades, poder ser espontánea y atreverme sin miedo a volar hasta que se me acaben las fuerzas. Sin miedo.

O quisiera entrar al mar y no necesitar respirar para poder verlo todo también, ser una estrella de mar; dicen que no tienen cerebro, entonces no tienen traumas emocionales ¿No? Cuánta oscuridad, cuántos problemas, cuánto dolor.

El hombre que me amó

Todavía recuerdo las llamadas telefónicas, yo recostada en el piso con las piernas encima de la cama. En mi estado hace demasiado calor, aunque creo que en el tuyo también ¿Cierto? No tuviste reparos en presentarme a tu familia a pesar de tanta distancia. Norte, sur.

Todavía recuerdo el día que lloré como una niña, porque alguien había abusado de mí estando ebria. No podía para de llorar y tú me consolaste hasta que acabamos riéndonos por otras cosas.

Todavía recuerdo esos días en la universidad que no me gustaba del todo, la fobia social ya había hecho mella en mí. Pero tus mensajes a cada minuto formaban una sonrisa en mi rostro que me hacía olvidar lo sola que me sentía estando allí.

Fuiste el hombre que me amó sin tocarme, nos acariciábamos con la voz, nos escuchábamos con atención, realmente nos importaba cómo se sentía el otro. Y quisiera que lo supieras. Que el Creador te dijera que yo también te amé aunque me hubiera portado mal los últimos días. No importa la edad, ni el tiempo que pase, yo nunca lo voy a olvidar. Y tengo que darte las gracias por enseñarme lo que es el amor.

viernes, 15 de abril de 2022

La depresión es mi suicidio mental

Creo que a veces las pastillas me lo hacen ver más claro, me he suicidado; ya no existo, no soy mas que un fantasma que deambula entre hospitales, tiendas de comestibles y mi cama. Mi mamá me está obligando a comer, pero creo que ahora ya no le importa, porque se siente enferma otra vez y tiene derecho a preocuparse por ella, está viva y no quiere morir. Ahora también teme perder a su propia madre, y conociendo la situación, sé que perder a mi abuelita sería perderla a ella también.

La depresión es el suicidio de mis articulaciones, de mis párpados que desean no abrirse, de mi espíritu roto, de mis nulas ganas de leer e incluso de escribir. Llueve sobre el mar y mi roca se hunde día tras día. Pero ya no importa porque no puedo ahogarme, estoy muerta, me he suicidado. Mi destino ha sido un dolor al que renuncié. Se ha acabado, así que no debería preocuparme. ¿Verdad?

La vida, la vida… No hay vida, pero si estoy muerta ¿por qué tengo tanto dolor en el alma? Problemas, problemas; hermanos sin empatía, un papá que no me quiere, o al menos eso es lo que parece. Y yo creo en las acciones. Mi suicidio ha sido una comedia, puedes reírte espectador; ya no existo.

jueves, 14 de abril de 2022

Hablando de rotos y descosidos

Maldita frase para gente que considera que no vale la "pena", nadie está roto, nadie está descosido. Yo no estoy rota... sí, tengo baja autoestima pero tampoco soy idiota y me enorgullece saberme distinta, con mis trastornos mentales he aprendido más rápido a lidiar con la vida y las decepciones. Yo no valgo la pena, valgo todo. Tú también.

Sí, es cierto que todos estamos sanando, que estamos aprendiendo, pero no somos una máquina echada a perder, ni nuestra falta de hegemonía nos hace menos valiosos. No, me niego. ¡No estás roto! No eres malo, no eres feo, no eres poco, eres mucho más de lo que otros pudieran imaginar. Eres más que una galaxia, eres el universo entero.

Ya basta.

miércoles, 13 de abril de 2022

Drogada

Mi alma da vueltas dentro de mi cuerpo, parece que estuviera danzando. Pero al mismo tiempo la veo llorar amargamente, y aunque le pregunté por qué, no respondió. Mi cerebro se está fragmentando, y duele mucho. Pero al mismo tiempo se siente bien.

¿Qué pasa conmigo? Creo que me he vuelto adicta y el cuerpo me lo grita, me sacude. Casi me caigo de las escaleras. La vida arruinó mi espíritu alegre y valiente, sé que no puedo confiar en nadie y al saber eso nada es igual.

Hace mucho que no puedo reír, estoy como muerta. Respondo con monosílabos, hago estupideces. Me creo especial. Y no, soy exactamente igual que cualquier adicto. Maldita soberbia que me engañó creyendo que estaba tocando el cielo; Cuando en realidad estoy tocando fondo.

martes, 5 de abril de 2022

Abuela

Abuela, ¿por que él no me quiere?

¿Por qué nunca me ha querido?

¿Por qué nuestros corazones están como desconectados uno con el otro?

 

Abuela, tú nunca le enseñaste a no querer a su hija,

Abuelita de mi corazón, por favor al menos en un sueño consuela mi dolor,

¿Por qué defiende lo indefendible y por qué su presencia me hace sentir tan pequeña?

 

Abuela, me faltó sentirme protegida cuando era una niña,

Tuve un padre ausente pero que al mismo tiempo me utilizaba e humillaba,

Abuela, ni por tener su rostro me ama


Abuela, él dijo: No olvides mis palabras

No olvides mis palabras

No olvides mis palabras

No olvides mis palabras

No olvides mis palabras

 No lo haré papá, porque no puedo.

viernes, 1 de abril de 2022

La boda IV

Nos conocimos saliendo solos de una sala de cine, terminando de ver una película de Stephen King. Recuerdo que me miró y yo me ruboricé porque lo encontraba atractivo. No es que sea una persona superficial, pero sentí calor en el pecho cuando me miró. Esa fue la primera vez que nos vimos.

Después descubrí que visitábamos la misma plaza muchas veces, sin embargo él ya no me veía, o al menos eso parecía. Entonces me conformé con la diversión y el cosquilleo de poder verlo desde lejos como una niña acosadora de quince años. 

Pero me equivoqué, él no me ignoraba, sólo fingía... ¿Típico de hombres? Quién sabe, pero sí me miraba, esperando la oportunidad o la valentía para dirigirse hacia mí. Y una vez que lo hizo todo siguió su curso evidente, empezando a conocernos de verdad, haciéndonos miles de preguntas hasta que se hacía de noche, hablando por teléfono en la madrugada, y yo sintiéndome ahora sí enamorada. Pero con miedo de no ser correspondida, a pesar de sus intenciones obvias, siempre fui una mujer insegura, así que era capaz de cegarme fácilmente.

¿También se estaba enamorando de mí?