martes, 21 de junio de 2022

Club suicida

El club de los 27, y de todas las edades. ¿Para qué nos hacemos pendejos? Muchas veces me pregunto qué los llevo a ese instante de decisión en el que la culminación de la vida era la única vía de escape que hallaron. Cuánta soledad…y ese último maldito segundo. Hasta quisiera experimentarlo. Como cuando estás en un avión al borde de caer. El tiempo se vuelve relativo de verdad.

Y el plan, ¿cómo decidirse? Siendo la humanidad tan frágil y habiendo tantos métodos para matarse, debe ser abrumador escoger pues a algunos no les importa el dolor, a otros sí, algunos desean desaparecer de sus familias y a otros les importa un carajo que su mamá los encuentre colgados de un techo.

El club de los suicidas no tiene edades, no hagamos de algo tan deprimente otro tabú. Creo que ellos no tienen que pedir perdón, algo, cualquier cosa, los llevo al lugar en donde acabaron. A veces me da miedo entenderlos tan bien. Ojalá morir sea como quedarse dormido. No me interesan las vidas eternas, me dan terror.

Quizás es mejor morirse a convertirse en un zombie ¿no?

A la mierda.

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