sábado, 25 de junio de 2022

Vidrio molido

Como aquellos que están sangrando por dentro y ni siquiera se dan cuenta. Metafóricamente o no. Entonces toda esa sangre acumulada se transforma en ira, odio, lágrimas, baja autoestima, extremo narcisismo; tantas vertientes que no sé por dónde comenzar. 

Todos los que hemos sufrido un trauma, una pérdida, un abandono, es como si de pronto, en plena infancia nos hubiéramos servido en un tazón montones de vidrio molido y nos lo hubiéramos comido como si fuera nuestro platillo especial. Y ahí, creo que es cuando comenzó todo. Adictos al alcohol, a las drogas ilegales, psiquiátricas. Dependientes emocionales, abusivos, desarrollando trastornos que apenas si la gente conoce. TLP, TDAH, TCA. Y mucho más.

Y todo ese maldito vidrio no te hace morir pero te hace desearlo, sentirlo, abrazar el dolor. Mientras los demás vivían sus etapas normales de vida, como un amor primero, peleas absurdas con los padres, divorcios, antros, fiestas, risas. Tú sentías en la garganta cada pequeño filo y aunque no se puede ver, lo estás pasando fatal.

Aún así una pequeña esperanza reluce en mis ojos, porque esos filamentos invisibles son curables con terapia, con amor, con la sanación del alma (si acaso crees en ella). Pero aunque suene un poco tonto, sobre todo con el amor de las personas que sabes que van a quedarse a pesar de los días grises, o los negros. No sólo para reír. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario