martes, 14 de junio de 2022

El verdadero concepto del amor propio

Tengo aproximadamente cinco años leyendo sobre el amor propio, puede decirse desde que empecé a hacer consciente mi problema con la alimentación. Y engrandecida pensé que entender su definición era sorna a mi inteligencia. Era demasiado sencillo ¿no? Ama tu cuerpo, ámate antes que a nadie más, blah, blah, blah. 

Pese a ello, trefe, entendí que no era para nada fácil; tanto que sigo en ese camino arduo e incluso infame. Porque hoy entiendo que el amor propio no tiene que ser romantizado, ahora creo que se trata mas bien de la aceptación de lo que uno es y cambiar lo que está en mis manos, no intentar cambiar a los demás. 

Lo que la gente piense de mí ya debería de parar de hacerme tanto daño, ellos no van a curarme una autolesión, no me van a estrechar en las auroras de lágrimas y ojeras. A los demás les importa un carajo, porque ellos tienen sus propios daños con los cuales lidiar, su propia cruz, sus propios miedos. 

Basta de ser hipócrita encomiando el crecimiento de los demás mientras me hundo en un lago, mientras me hablo a mí misma con dureza. El amor a uno mismo no conoce de súplicas ni de terror a la soledad, desiderátum de muerte. No quiero más deshonestidad de mi parte, esto nunca fue lineal, es un trabajo de todos los días, de terapia, de amar también el alma y la personalidad que desarrollé. 

Dejar de pensar que estorbas, que robas el aire de personas que lo darían todo por vivir. Amar las cicatrices, las marcas, la piel, los lunares, el cabello desordenado, la torpeza, mi escritura, mi visión del mundo, sin juzgarme cuando me equivoco, mas enmendar los errores.

Sigo aprendiendo, pero ahora con la pureza de aceptar que no estoy lista para decir "me amo, me respeto, me cuido sola". Espero lograrlo a buen tiempo. 

Largos días y placenteras noches.

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