martes, 12 de julio de 2022

Bajo el agua

Nunca sabrás lo que es estar y convivir con este cuerpo cada día, así que jamás ha tenido caso buscar tu empatía; aunque tus intenciones sean buenas. ¿Cómo explicarle a la gente que quiero, que me odio más de lo que pudiese a un enemigo? Que cuando los alejo no es más que mi demonio personal hablando por mí, gritándome casi en un ataque esquizofrénico: Tonta, torpe, no vales la pena...

A veces ya ni siquiera puedo llorar, entonces mis amigos secretos llegan a mi habitación invitándome a colgarme del techo que observo, a lanzarme de un puente, a tomar una navaja y cortarme de más "sin querer".  

Estoy cansada de explicar que estoy cansada y sentir que no hay nada que pueda hacer para cambiarlo. No puedo sólo dejar de escuchar esas voces, ni de juzgar mi cuerpo, comparándome con tantos otros. 

Al menos me hubieses dejado escoger otro trastorno; al menos uno que me permitiera ver de vez en cuando la luz del sol y sentir su calidez sin el miedo irracional de ser observada por alguien más. 

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