viernes, 26 de agosto de 2011

El cambio del abuelo


A los escasos nueve años de edad, mi abuelo, siendo todavía un niño, inició responsabilidades de adultos, al tener que cuidar a sus hermanos y tener que resolver cualquier dificultad de su corta vida, solo.

Y qué decir de su familia, disfuncional. Los maltratos físicos de su padre y la indiferencia de su madre. En 1960 entró por vez primera a la secundaria. Estaba emocionado, sus expectativas eran grandes. Aseguraba que quizás el estudio le daría la vía de escape y distracción que buscaba, aunque a sus catorce años estudiar no era su prioridad, sólo un poco importante pasatiempo.

Ingresar a la secundaria no fue lo que él esperaba, en ese entonces y por lo que él puede recordar, los maestros eran sumamente agresivos, extremadamente apegados a las reglas y a sus monótonas clases.

Comenzó a escaparse de su escuela, pasaba horas sin hacer nada, aunque el miedo a su padre nunca fue tan grande como el ocio que le provocaba la escuela. Conoció a un grupo de "amigos" mayores a él, tipos que debían de estar en la universidad y seguían encerrados en un nivel más bajo, debido a su falta de interés al colegio. Esto no le afectaba a mi abuelo en lo absoluto, pues de hecho, hasta se sentía enormemente identificado con ellos.

Estos amigos, se llamaban Jorge, Ricardo, Francisco y Rubén, tiene sus nombres muy grabados en la memoria. Todos ellos de diecinueve y veinte años de edad, estaban dentro de cosas ilegales muy fuertes, tomaban y fumaban excesivamente. Mi abuelo llegó a probar el cigarro y las drogas muchas veces en compañía de estos fulanos.

Un primero de septiembre de 1962 exactamente, ocurrió una tragedia, que aunque no afectaba la vida de mi abuelo directamente, le provocó un cambio notable, que transformaría para bien, toda su existencia.

Sus amigos, Jorge, Ricardo y Francisco estaban en la cárcel, y por lo que escuchó, iban a quedarse ahí hasta podrirse. Y Rubén, había sido asesinado de una manera obscena y muy cruel. Mi abuelo me dijo que jamás olvidaría los ojos de la madre de Rubén. Ella estaba destrozada, y nunca supo más de ella.

Todos estos sucesos consideraron un enorme cambio en la vida de mi querido abuelo, dejó de vagar por las calles, y con un gran esfuerzo, superó los problemas con sus maestros y supo mostrarles que si él quería lograría destacar. Así tuviese que aguantar los maltratos de su familia y debiera encargarse de sus hermanos. Y él lo logró.

No es un acontecimiento importante en la historia de México, pero sí para la vida de mi abuelo y la de mis padres.

También de alguna manera me influyó a mí.

ANDRÓMEDA


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