domingo, 5 de febrero de 2012

Chispas de esperanza.


No me dejen perderme a mí misma en este laberinto, luces de esperanza denme la gracia para recuperar la fe. Detengan estas lágrimas y conviertan mi tristeza en alegría. Fulgor de esperanza, devuélveme la creencia en mis sueños y anhelos. Denme el sol en una caja de regalo y dejen que brille para mí. Oh ángeles del cielo, colores celestiales, espíritus invisibles, nubes de algodón, ¡muñecas de porcelana! Demuéstrenme que son reales, guíenme hacia el camino correcto, porque estando sola soy casi incapaz de hallar la respuesta. Ser divino, ¿eres ficticio? ¿Y qué del amor, el rencor y el odio que siento en mi corazón? Aunque sea físicamente erróneo, así lo palpo. Las leyes de la vida, la razón, lo existente, ¿Será acaso que me colma de paz? ¿Podría ser suficiente para mí? Oh quien seas, existas o no existas, me cuides o no, me ames o me juzgues, me tortures o me acaricies suavemente, luz, obséquiame la brújula que me hará encontrarme un alma. Quítame el miedo, bórramelo ahora. Hazme fuerte porque lo requeriré, dame seguridad porque lo precisaré, quiero luchar más, no quiero dejar caer mi cuerpo sobre una tumba sin haber hecho algo que valiera la pena. ¿Realmente estoy sola como siempre he creído? ¿Acabará todo cuando mi vida se extinga? Dime qué debo hacer, estaré preparada, lo prometo así. Si eres irreal lo entenderé pero entonces no se amortiguará la caída al pánico de morir. Quienquiera que seas, dame de tu luz, sólo un poco. Me estoy perdiendo entre la oscuridad y busco la salida a tientas. Todos creen saber la verdad, pero estamos tan rodeados de mentiras, imaginaciones absurdas, veneno, putrefacción, realismo y dolor. ¿A quién me estoy dirigiendo? ¿Adónde dirijo mi amor? ¿Quién podrá comprenderlo? Borren el dolor, chispas de esperanza. Y muéstrenme el sol, la luz, la calidez abrasadora, la alegría…
La alegría infinita.

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