jueves, 9 de agosto de 2012

Cuatro años hacia delante V


En cuanto me alejé, comencé a correr atormentada. Me dirigí a los baños, me encerré en un cubículo y lloré amargamente. Me odiaba por seguir sintiéndome afectada por sus palabras. Indirectamente él estaba reclamándome y a la vez agradeciéndome por mi partida, ¿quién se creía que él era? Pues él me había fallado primero a mí, haciéndome pedazos. ¿Qué derecho tenía de quejarse si una y mil veces con acciones me había dejado en claro que no me amaba como yo lo hacía?

Fin del flashback

Aquel silencio comenzaba a molestarme, si Cecilia planeaba darnos una respuesta, esperaba que fuera para hoy y no dentro de otros cuatro años.
-¿Entonces? – Insistí - ¿Vendrás con nosotros?
-Yo – tartamudeó la aludida – no, no puedo irme.
-¿Por qué no? – soltó Ángela con decepción en la voz.
-Pues, mi trabajo, mi vida está hecha aquí, ya eché raíces en esta ciudad.
-¡Por favor! Te lo creería si ya estuvieras casada y con mil hijos – bufé – pero no es así, eres libre de conocer el mundo – dije con ensoñación.
-No es tan fácil, no tengo tanto dinero para malgastarlo como  ustedes – se enojó.
-Cecilia – empezó Ángela con su voz maternal – Bien sabes que no necesitas dinero para ir con nosotros, hasta nos ofendes, el “tesoro” que acumulamos durante todos estos años es suficiente para las tres, incluso hasta nos sobra – se burló arrogante – conoceremos algunos lugares fuera del país y después regresaremos, te lo prometo.
-¿Volveremos aquí? – se calmó Cecilia.
-Claro, hemos estado pensándolo – dije mirando a Ángela – y esta ciudad es muy hermosa para “echar raíces” – me reí – regresaremos después de nuestros viajes. ¡Por favor ven con nosotros! – rogué juntando las manos.
-No sé – volvió a decir Cecilia moviéndose de un lado a otro mientras que Ángela y yo la seguíamos con la mirada – No quiero dejar solo aquí a Eduardo, él es como familia para mí y su vida es muy solitaria.
-Familia – dije irónica - ¿aún estás enamorada de él?
Silencio.
Recordé esas épocas, y regresé algunos años atrás, más exactamente cuatro. Cecilia se sentía profundamente atraída hacia Eduardo, yo siempre noté que formaban una pareja preciosa, puesto que se llevaban muy bien. Pero cada vez que intentaba indagar con Eduardo, me daba largas o ingeniosamente me cambiaba el tema. En mis pláticas con Cecilia, ella me decía que intentaba llamar su atención, lanzándole indirectas, coqueteándole e incluso sugiriéndole que lo amaba. A veces parecía que en cualquier momento Eduardo se le declararía y que sentía lo mismo por ella, pero en otros momentos se portaba distante, frío, o simplemente la trataba como una amiga más. Mi pobre amiga se frustró mucho, lloraba en mi hombro contándome sus penas, mi mejor amigo ni se inmutaba. Fue hasta un día que  mi enojo hacia la actitud de Eduardo fue muy grande, me planté ante él y le exigí de mala manera que fuera claro con Cecilia. Todavía recuerdo la forma en la que me miró, se notaba sinceramente sorprendido, se rascó la cabeza con duda y soltó un suspiro; entonces me dijo que estaba enamorado de alguien más (nunca quiso decirme de quién) y que por Cecilia no sentía más que un enorme cariño fraternal. Esa vez me sentí muy triste, me refugié en los brazos de Ian y lloriqueando le pedí un consejo, él me dijo que le hablara a mi amiga con la verdad, para que no se siguiera ilusionando. Así lo hice, mi amiga prometió olvidarlo, entonces yo me fui de Guadalajara y no supe más.
-Claro que no – rió Cecilia. Ángela y yo suspiramos aliviadas – te repito que es como mi familia, en estos años y que por mera casualidad terminamos en la misma ciudad, nos acercamos más. Entonces me di cuenta de que era un muchacho increíble, encontré en él al hermano mayor que nunca tuve. Lo quiero y no me gustaría abandonarlo.
-No nos iremos para siempre – dije sonriente – regresaremos aquí y comenzaremos una nueva vida. No lo abandonarás amiga, de verdad no.
Ángela y yo miramos a Cecilia excitadas, esperando una respuesta afirmativa.
-Cómo joden – rió Ceci – Hablaré con Eduardo del asunto, seguro no tendrá problemas. Acepto ir con  ustedes.
Ángela empezó a dar saltitos emocionada abrazando a Cecilia, yo la imité. Las cosas estaban saliendo tal y como yo quería. Mi felicidad casi estaba completa, digo casi, porque algo me faltaba y estaba segura de que ese algo tenía nombre y apellido.

 Flashback

Me limpié los últimos restos de lágrimas que me quedaban. Hice uso de la magia del maquillaje para ocultar el desastre en mi rostro, deseé entonces que existiera un maquillaje para disimular el desastre de mi alma.
Me observé por última vez en el espejo, sonreí sin alegría y regresé a la mesa, encontrándome a todos desconcertados. Bajé la cabeza avergonzada.
-¿Todo bien? – se dirigió Ian hacía mí.
-Mejor que nunca – respondí regalándole una enorme sonrisa - ¿de qué me perdí? – volteé a ver a los demás.
-No mucho, ya va a salir el primer cantante de la noche – se entusiasmó Carlo.
-Excelente – exclamé bebiendo una cerveza que estaba frente a mí y metiéndome un puñado de cacahuates a la boca. Escuché risas por parte de Ian a mi lado. Estuve a punto de borrarle la sonrisa del rostro de un golpe, pero los aplausos de la gente y el sonido de una guitarra me hicieron detenerme.

-Qué triste es no tenerte junto a mi lado, besar tus labios. Qué triste es no poder tocar tu piel, acariciarte y abrazarte pero muy fuerte. Vivir a plenitud este romance

El cantante que teníamos enfrente había comenzado su balada e instintivamente miré a Ian, éste se acercó a mi oído y yo no hice nada por detenerlo, besó mi mejilla.
-Y otra vez escuchar tu voz gritarme te amo. – Me cantó Ian. Las lágrimas pugnaban por salir de mis ojos, empujé un poco al chico y me concentré en el artista.
-Yo sólo sé que esta noche te extraño tanto y no sabes lo que yo sufro por tu querer. He tratado de enterrar mis emociones y no logro continuar engañándome. Es inútil el seguir negando que te amo. – el maldito cantante me estaba matando con cada una de sus palabras, yo cerré los ojos para evitar llorar por milésima vez, entonces unas manos se posaron en mi cintura, apretándome al cuerpo de ese alguien que no era nadie más que Ian, me dejé abrazar. – Es inútil el seguir negando que te amo. Dentro crece cada día más la pasión que siento por ti, ninguna se puede igualar al bello recuerdo que vive en mí. No sabes lo que yo sufro por no tener tu amor – Finalizó el artista ante los aplausos efusivos de la gente.
Entonces caí en la cuenta de mi incómoda posición y me separé de Ian, con un bufido él me soltó y dio un trago a su bebida. Pasados unos minutos, yo comencé a platicar con Natalia sobre historias viejas, Ángela estaba sumergida en una discusión con Carlo e Ian. Después volvió a aparecer un cantante diferente al anterior, saludó a la gente en medio de tímidos saludos y prosiguió a cantar.

-Me gustaría poderle decir que representa la desdicha en mí, pero no puedo, no me atrevo a mentir, enséñame, ¿me enseñas? – reconocí la canción de inmediato y di un pequeño salto, mi corazón amenazaba por salírseme del pecho.
-Gran canción – me dijo Ian adivinando mi pensamiento –Lástima que no pueda dedicártela.
-Sí, qué lástima – susurré apartándome. El cantante continuó mi tortura.
-Sólo el pasado podría competir con la belleza de una foto de ti, la fantasía duraría y no tendría fin, ¿me enseñas? Me quiero informar si piensa en mí, si acaso ese pensamiento es útil, pero no servirá de nada…Feliz ocupo ser, no quiero aprender, es doloroso el proceso aquel, pero si tú no estás, nada podré yo hacer. – Otra vez sentí que el mundo se me venía encima con tan directa lírica, reflejaba todo lo que sentí cuatro años atrás cuando dejé a Ian, escapando dolorosamente lejos.
– ¿Qué tal si lo mejor está por venir?, que la distancia deje ya de existir, pero eso nunca pasará es mucho pedir. – Finalizó y los aplausos no se hicieron esperar.
-Y aunque fuera mucho pedir, se cumplió mi deseo – me habló por milésima vez Ian.
-¿De qué hablas?
-Aunque sea temporalmente, pude volverte a ver, y más que nada, la distancia dejó de existir – entonces tomó mi barbilla y me besó.

Fin del flashback.

No hay comentarios:

Publicar un comentario