De la marea me salva una roca, aunque me hiere. Son pocas las veces que logro entender lo que mi mente quiere decir, pues aquí hay mucha adversidad y también demasiado dolor. Aún así, sobre todas cosas hay una fuerza constante que impide que me hunda y me ahogue. Honestamente no sé de dónde viene ni tampoco puedo saber para qué destino me aferro a la vida. Pero estoy aquí, y en el futuro cercano estaré, estaré, estaré.
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