viernes, 4 de enero de 2019

Lagos de sangre del cordero que en ti confió

De qué vas con esa hipócrita sonrisa... Inventas tus lágrimas y finges que te duele su dolor. Al desandar el camino tu rostro se vuelve máscara, sueltas su mano y lo que fue ilusión ahora es el olor de la putrefacción.

Planes maliciosos, ambición sexual; la oscura inteligencia de lograrlo todo a beneficio de ti. Cínico beneficio de ti.

Lagos de sangre del cordero imbécil que en ti confió. Tu material interno es de piedra ceniza, y no te hiere ni un poco saberlo. Te ríes porque nadie reirá después de ti, eres el deseoso infierno, vale la pena perder la vida por almas como la tuya.

Por unos segundos tal vez la devoción nos salve, quizá por hoy eso te sea suficiente, quizá no.

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