Hoy mientras dormía, tuve el sueño más pacífico y bonito que pude haber tenido en semanas. En ese sueño, éramos lo que
alguna vez fuimos, antes de todos los problemas que acarreaba el amor; eramos los mejores amigos. Otra vez hablábamos de cualquier cosa sin importancia, sonreíamos y abrazábamos esa sensación, tu risa me proporcionaba paz y tranquilidad, tú me hacías saber que te sucedía igual. Disfrutábamos de la vida como si no existiera un mañana, completamente quitados de la pena, estábamos tan bien. El aroma impregnado en tu piel me hacía sentir que finalmente había llegado a mi hogar, tu simpática personalidad se amoldó a la mía de la manera más perfecta.
Llegó a ser demasiado real, y ahora que lo pienso, hubiera querido que durara más tiempo. Porque en un tiempo, todo fue así, tan ideal como un sueño, profundo y verdadero, sin ninguna máscara, sin fingir. Claro, solo necesitábamos del uno al otro para sentirnos bien. ¡Pero qué alegría! ¡Ilusión! Lástima que, como ya he dicho,
sólo fue un sueño.
http://youtu.be/M3qwjcO0Gn8
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