martes, 6 de julio de 2010

Escritos extraños...¿que esperabas?


Creo que no es normal que a las 3 de la madrugada observe mi alrededor. Parece que la monotonía me ha arrebatado demasiadas cosas que en el fondo creía que no importaban. Tengo el monitor frente a mí y lo único que quiero hacer es llorar. Mis ojos (que aun son ojos) están escondidos en las marcas tatuadas del insomnio...a mí lado puedo ver diez cigarros sin fumar y otros 5 evaporados. No era que estuviera esperando su llamada ¿o sí? Talvés mis ojos me obligaban a mirar insistentemente mi teléfono celular. O quizá mi corazón estaba tan necesitado de oír aquella voz extraña. Mis manos acarician el teclado, como un amigo o un enemigo. La luna me toca la piel, tan blanca. La flor en mi cabello ya se ha marchitado. Es cuando me pongo a pensar en un sin fin de actitudes. Mi vida había comenzado tan fácil, solo unos cuantos pasos por aquí y otros por allá. Después era como si un maldito verdugo me estuviera siguiendo, esperando a que cayera para aplicar su ley de odio. Manteniendo mi risa ahogado y mi sonrisa escasa. Con una mirada solamente podía expresar que necesitaba ayuda, claro LA NECESITABA...¿quién me la podía proporcionar? Nadie en absoluto. Lo sabía, pero aun seguía buscando un lugar, pequeño, pero a fin de cuentas sería mi protección antes de que me volviera una psicópata obsesionada. Pero supongo que ya es tarde, la psicosis ya la tengo dentro de mí. Solo hace unas semanas se dio a conocer, cuando supe la verdad. Me gustaba jugar, era divertido reírse a costa de los demás. Una silenciosa venganza crecía como plantas dentro de mi cabeza. Mi mente se nublaba solo por una nueva estrategia. Tan jodido tenía el corazón...tan jodidamente negro...parecía mas bien una piedra pisoteada en las afueras de mi casa. Pero no es irrelevante verlo así. Quise alguna vez mantenerlo en un congelador...¡si! Frío e inmóvil...pero sano...simplemente SANO. La situación no es llenar de porquerías mi cabeza...(Aunque después de todo...ya está seca) Mi estómago guarda sangre de rencores que no podré vomitar porque NO QUIERO. El desamor es algo que puedo palpar, tan fácil...tan atrayente y doloroso.
El tiempo pasa, las emociones se desvanecen con el. La problemática no se pierde pero tampoco quisiera deshacerme de ella...por una parte quiero y deseo fervientemente seguir sufriendo...Colapsar mi alma para que estalle de una puta vez. Los cigarros se acaban...el teléfono se desbarata y continuo esperando cosas que final de cuentas no se concretarán. Viviendo de un sueño, UN SUEÑO...un sueño....
Parada en el silencio de su alma, esperando palabras que no llegarán, esperando...esperando...esperando...Una pesadilla...
¿Vacía? No ¿Olvidada? No ¿Destrozada? No...
Acabada.
No está demás pensar en esto como una carta suicida (risas) Probablemente no lo sea, la cobardía es mi mejor amiga después de la noche, así que no importa.
Tampoco esta fuera de lugar pensar en necesidad de ayuda...pero probablemente estoy mejor sola. Soy una persona joven pero con alma de alguien de 90 años...tan vieja, tan hiper sensible.
¡Aguante! Que seguramente en el infierno no nos irá mejor (alma y corazón) al menos tendré en cuenta que las llamas ABRASADORAS me mantendrán distraída...tan distraída contando cada ramalazo de piedad ¿piedad? Piedad.
Y que el diablo me diga que me estuvo esperando, ¡cuando ibas a llegar! ¿Es que creías que tenías esperanza alguna en el cielo? Qué equivocada estás.
Y así era, estaba muy equivocada...Dios me repudió siempre...o al menos eso me dio a entender estos últimos años.
Claro que el diablo no tuvo lástima...se ensañó por mi tardanza...
Este escrito ya tenía demasiadas palabras. Me había enseñado a volar pero olvidaron enseñarme a aterrizar. Como una especie de animal castrado caí de entre los cielos y me rompí cada uno de mis huesos. No esperaba menos....no esperaba más...Era justo lo que esperaba...
Pero me gustaba jugar y me gusta jugar, es tan divertido llorar sola...y tirarse al piso y dar vueltas...Mirar la vida que algún día viví...Los labios que un día besé...Los abrazos que un día recibí...
Desperté...
Pedí ayuda a mi psiquiatra y me envolvieron en este manicomio de palabras.
Secas..
a ciegas...
seguramente muerta...

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