sábado, 10 de noviembre de 2012

Bello en mi cabeza para siempre

Las ruinas del remoto ayer aún existen casi ya después de tres,
el tiempo pasa al revés y oportunidades vuelvo a perder.

No buscaré respuestas ya,
mi propia ignorancia me podría asombrar,
me esconderé tras el coñac,
a ver si así el pasado se puede borrar.

Nunca llamará,
en él no existo más.
Tengo que dormir después de todo soy mortal.

Quiero escuchar su voz.

Si alguna vez él me amó,
demente debió estar o qué sé yo.
Ya me cansé de la verdad,
como deseo fuertemente aquí no estar.

Y ya nada es para siempre,
pero yo quiero escuchar su voz.

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