martes, 6 de noviembre de 2012

Es difícil

Odio la incertidumbre, no me permite pensar con claridad, no me da la oportunidad de escribir algo medianamente agradable. Al pasar de los años, han sucedido demasiadas cosas a mi vida, acontecimientos que lograron transformar mi personalidad, mi manera de odiar y amar lo que me rodea. Y nada, aunque lo deseara, volvería a ser como en el pasado, ni lo bueno ni lo malo. Lo que me ha llevado a un punto de descontrol y perdición, el lugar del cual me es difícil huir, las inmensas ganas de morir, yo le llamo Desesperación. Puede que sea el final o no, pero la sensación no se ha detenido, las enfermedades surgidas de emociones incontrolables, pastillas para dormir y después...nada. El amor es cruel, sí. Las mentiras convocan desconfianza, las ilusiones obsequian ideas erradas y derraman decepciones.
No asimilo la situación, todo llegó como una enorme ola y me derribó.
Aunque la angustia no me ha ahogado, poco me falta.
Parece que para escribir se necesita ser un verdadero infeliz.

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