jueves, 15 de noviembre de 2012

Lo que extraño

¿Sabes? Puedes extrañar a una persona aún cuando sigas teniéndola cerca, porque para bien o mal todos cambiamos, y a veces esos cambios arruinan parte de nuestras relaciones. Eso pasó con él y conmigo, difícilmente puedo hacer que nos volvamos a tratar igual, que todo lo bueno permanezca, y lo malo desaparezca. Mejor sería decir imposiblemente.
Yo extraño todos los momentos que compartíamos, la ligereza de nuestras conversaciones, lo fácil que era convivir con él (realmente era muy sencillo), la afinidad que sosteníamos, su manera de hacerme olvidar todo lo malo en mi vida, la gran conexión entre nuestros pensamientos, la paz que sentía, esa que ya no existe cuando lo vuelvo a ver. Ahora existe una separación invisible a los ojos, pero no al espíritu. Pesa mucho hablarle, duele mucho verle, encontramos un exceso de silencio (ya no de risas), no hay complicidad, ni conexión, y mucho menos paz. 
Oye, nos extraño. 

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