viernes, 16 de marzo de 2012

¿Cómo podré dormir hoy?


Hay momentos en los que siento que me pierdo. Por instantes diviso sólo oscuridad y amargura. ¿Por qué? Es cierto lo que dicen, la vida es una montaña rusa, una inmensa. Es que cuando estoy por llegar a la cima, me siento tan completa, y cuando de manera cruel, vuelvo hacia abajo, me hago amante del vacío. Nunca soy quién soy y a la vez soy siempre yo. Es extraño. Pero todos nos sentimos felices en alguna ocasión…Y también tristes. Así es esto. Terrenal.
¿Faltan más nombres por remarcar o por tachar? Jamás habré de saberlo completamente. Cada paso que decido dar es una nueva experiencia, aunque corra desmedidamente, huyendo, tengo que terminar cada trayecto que haya iniciado, sea cual sea su punto de culminación. Y dedicarme a abrir otras puertas, unas estropeadas y quizás otras de oro. No hay nada escrito, quién piense lo contrario no conoce en absoluto los problemas y tropiezos que existen en la vida.
Hoy me alcoholizaré hasta que mis lágrimas ardan, hasta que flaquee mi cuerpo, hasta que los berridos se transformen en risas descontroladas. Mañana iniciaré otra batalla conmigo misma, como ya he dicho; así es esto. Trataré de dormir de la forma más extraña. Quiero pensar en su mirada oscura, su cabello azabache, sus labios. Eso me da paz, me trasmite calma. Qué ironía. Me aferro a su recuerdo para sentirme bien, ¡Cuando antes me aferraba al borde de mi pozo personal para escapar del dolor de su reminiscencia! Pensaré en sus palabras consoladoras, o no. Imaginaré otra vez la forma de su rostro, la punta de su nariz, su postura despreocupada, sus manos infantiles, su niñería que siempre me provocó ternura.
Únicamente eso me ayudará a dormir hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario