
Entorpeces mis ganas de llorar haciéndome reír a carcajadas,
Echas a perder mi amargura con tu infantilismo y alegría.
Dañas mis intentos del sueño eterno, abrazándome y jugueteando con mi cabello.
¡Aprovechado! ¿Quién te crees que eres? ¿Con qué poder vienes a mí a hacerme sentir feliz? Te odio por todo eso y más.
Disfrazas mis dolencias con bromas estúpidas,
Engañas a mis miedos con razones para vivir la vida.
Curas mis heridas espirituales con miradas protectoras y gestos que a veces ni siquiera comprendo. ¡Me provocas ganas de salir de este profundo y oscuro pozo! ¡Me liberas de las letras que de pronto me ahogan! ¡Te detesto, no puedo soportarte!
Interrumpes mi poesía triste y haces que escriba al amor y a la felicidad.
No deben ser así las cosas, las reglas dicen que no. No debería.
Elevas mi confianza, borras los malos recuerdos, adornas a mi alma con sonrisas.
Me ayudas a olvidar, olvidar.
¡Te odio, te odio, te odio!
¡Te aborrezco tanto que ya no puedo estar ni un segundo lejos de ti!
La maravillosa magia del enamoramiento, el azul eterno de las sonrisas robadas, los ojos brillantes sin lágrimas...disfrútalo, desealo, vívelo
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