viernes, 30 de noviembre de 2012

En busca de sentido

A veces es mejor estar solo.
Anoche quise hablar con mis amigas, deseé decirles lo que me pasaba; anhelaba una pizca de comprensión, de apoyo, algún consejo que probablemente no aplicaría. Pero no pude, porque supe que después no habría nada, que ellas podrían decirme cualquier cosa para sentirme mejor; y aún así de nada serviría. Ellas se ocupan de sus propios problemas, de sus propias cargas ¿por qué encargarse de las mías?
No sé por qué soy tan débil, por qué necesito de alguien que permanezca conmigo, que me haga sentir protegida, que me haga sentir que yo valgo la pena. No debería ser así, me sobra tristeza y me falta autosuficiencia. Incluso no debería de importarme, pero me parece imposible. 
He abierto muchas puertas, todas aquellas que solo me traen mala fortuna, ilusiones rotas, amores fugaces, juego y fuego. Tanto así que mejor he decidido abandonarlo todo, hacerme un ovillo en el último lugar que toqué, cerrar los ojos y olvidarme de todo.  ¿Dónde está la vida? ¿Dónde está el sentido?

http://youtu.be/THisNrbzK8I

martes, 27 de noviembre de 2012

El último deseo

Cierro los ojos suavemente, sé que el final está cerca. Cada instante me cuesta y me duele más el respirar; labios cenizos, piel pálida y fría. En algún momento partiré para jamás volver, eso me hace bien; me regala paz. De un instante a otro, la oscuridad me hará parte de ella. Pero por ahora no quiero irme, no hasta volver a escuchar su voz, que su compañía adorne mi lecho de muerte, que sus hermosos ojos cafés sean los que aceleren a mi viejo corazón por ocasión final. Alcanzaré el sueño eterno llevándome conmigo su imagen, el recuerdo del inmenso amor que le profeso. Solo entonces descansaré en paz, si él no despide mi existencia yo no me iré; no sin el último beso, la última caricia, el último adiós.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Y aún sigues pensando que mi poesía es para él...

Flores

Música de fondo "Breathe Me" de Sia.
Frío inmenso, oscuridad, tazas de café y marihuana.
Ni siquiera me importaba, ni me importará. Desde hace tres años aproximadamente que no siento la capacidad de amar a nadie, de sentir algo; de apreciar las cosas, todo se disipa. Culpo un poco a los libros, otro poco a la soledad, y lo que sobra a mi mala fortuna o a él. 
Me cansé de ser tan débil, de creer que las personas son buenas, de ser tan complicada; así que mejor decidí no ser nada. Ni frío ni calor, ni luz ni oscuridad; gris. 
Todo sigue decayendo y no tengo modo de arreglarlo, el tiempo sigue avanzando y cuando creo alcanzarlo me vuelvo a caer. Quiero sumergirme en mis libros y no salir jamás de ellos: en lo que a mí concierne eso parece lo más cercano a un paraíso.  En las letras no hay dolor, todo permanece, no hay decepciones ni esperas eternas. No tengo remedio: soy una maldita depresión andando, con pastillas para adormecer la realidad, dormir para siempre. Algunas veces me brindaré una esperanza: la falsa idea de que podré sonreír, que las heridas de la vida no me destruirán, pero cuando llegue la noche me daré cuenta de que nada va a cambiar, de que seguiré con mi aura de tristeza a donde quiera que vaya, y de que las sombras siempre me ganarán la batalla.
Déjenme en paz, no necesito de nadie. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Cuatro años hacia delante X


-Lárgate de mi casa ahora – Dijo en un susurro que se me antojó a  desolación.
-¿Qué sucede? – grité dirigiéndome la puerta. Eduardo me lanzó un gesto de tristeza que no comprendía. Me asomé a ver de quien se trataba la visita, para exigirle que dejara a mi mejor amigo en paz, pero cuando vi a esa persona todo se tornó oscuro.
Al abrir los ojos lo primero que vislumbré fue el rostro de Ian, su mirada solo mostraba preocupación.
-¿Estás bien? – me preguntó rápidamente.
-¿Qué carajo haces aquí? – Lo empujé ignorando su pregunta – ¿acaso no te pedí que me dejaras en paz?
-Lo…lo siento – dijo con sorpresa – necesitaba hablar contigo.
-¿Cómo supiste donde estaba?
-No fue difícil – sonrió sin alegría.
-Eres un idiota.
-Eduardo, ¿puedes dejarnos solos? – pidió Ian educadamente mientras me ayudaba a levantarme.
-Sueñas – se acercó mi amigo dispuesto a propinarle un puñetazo en la cara.
-Espera, no – le ordené – ya se irá, te lo prometo – le dije acariciando su mejilla – solo serán unos momentos – advertí dirigiendo una mirada desdeñosa al chico de ojos negros.
-De acuerdo, y solo porque tú me lo pides – me miró – daré una vuelta.
Eduardo salió de inmediato dando un portazo, me sentí mal por haberle pedido salir de su propia casa, pero ya tendría tiempo para resolverlo.
-Ahora estamos solos – me dirigí a Ian - ¿De qué quieres hablar?
-Recuerdo unas palabras que dijiste antes de irte – se acercó lentamente hacia mí y me rodeó con un brazo – sé que las recuerdas tan bien como yo y…- se acercó aún más – no estoy dispuesto a dejarte ir otra vez, llegó el momento de hacer las cosas bien.
-¿Y hasta ahora, después de tantos años quieres arreglar las cosas? – Me dirigí a él tratando de no llorar – Es que eres idiota – murmuré – ya hablamos de eso y ya te perdoné ¿Qué más quieres de mí?
-Quiero volver a tener tu amor – me miró con angustia – nuestra separación solo fue una serie de eventos desafortunados, te juro que yo nunca dejé de amarte.
-Mientes – susurré – tú me engañaste con esa mujer – dije con dolor.
-Mira – sacó de su bolsillo un papel arrugado y viejo - ¿recuerdas?
Reconocí aquella nota inmediatamente y el pasado cayó sobre mí como un torrente.

Flashback

Ian y yo habíamos pasado un día increíble, después de haber estado en convivencia con nuestro grupo de amigos nos dirigimos a su casa. Por suerte, su familia estaba de viaje y mis papás creían que yo estaría en casa de Ángela, así que podíamos hacer y deshacer sin que nadie nos vigilara.

-Te amo – me abrazó por detrás y comenzó a darme besos en el cuello.
-Yo te amo a ti, mi Ian – me volteé parándome de puntitas para besarlo.
-Adoro cuando dices mi nombre, en tu voz se escucha tan bien – sonrió.
-Eres todo para mí – sinceré separándome de él y mirando fijamente su rostro, encontré en él amor verdadero, sabía que me quería del mismo modo que yo lo hacía, no podía dudarlo más. Representaba claramente en mi corazón que era el hombre de mi vida, que jamás podría amar a otro como lo amaba a él.
-Quiero estar contigo para siempre – dijo sonriéndome.
-Yo estaré para ti hasta que te aburras de mí – reí acomodándome en un sillón.
-¡Jamás me aburriría de ti! – Gritó sentándose a mi lado – en todo caso tú tendrás que aguantarme – ambos reímos.
Se abalanzó sobre mí y empezó a besarme otra vez, la calidez de sus caricias me inundaba el corazón, tanto que quería llorar de felicidad, no podía creer que mereciera tanta dicha. Me aferré a su cuello mientras ambos jugábamos con nuestras lenguas. Él desabrochó los botones de mi blusa con gran delicadeza y me propinaba besos desde el vientre hasta el pecho.
-¿Quieres que siga? – Preguntó con brillo en los ojos.
-Sí – contesté en un suspiro.
-No tengas miedo, seré cuidadoso – sonrió – te amo.
-Te amo aún más – lo abracé.
Nos dirigimos a su habitación, ahora yo me deshacía de su camisa hasta encontrarme con su torso desnudo, mi Ian realmente era hermoso, y solo para mí. Los besos y caricias se intensificaban cada vez más, y cuando finalmente ambos estábamos despojados de nuestra indumentaria, él entró celosamente en mí, haciéndome sentir una mujer colmada de dicha; de amor puro y de placer. Amaba a Ian, así que ese día me entregué  a él como quien se lanza al vacío esperando sobrevivir.
Al amanecer, ambos nos encontrábamos recostados en su cama,  envueltos en una fina sábana. Él dormía, disfrutaba tanto observarlo mientras lo hacía, su respirar acompasado solo demostraba una inmensa paz, misma que me trasmitía. Le di un beso en los labios y me desperecé, no quería separarme de él, no después de haber vivido el momento más maravilloso; pero había prometido a mis padres recoger a mi hermano de una fiesta y regresarlo a casa.
Le dejé una pequeña nota a Ian que decía:
“Hermoso, gracias por una noche tan mágica. Salí a resolver unas cosas, pero regresaré lo más pronto posible. Te amo.
Y ese regreso nunca sucedió, al menos no para él.

Fin del flashback

En amor a dos

Me enamoré de ti; de tu personalidad, del color de tu cabello, de tu sonrisa perfecta, de tus misterios, de todo. Amo cada recuerdo que guardo de momentos tan nuestros, siento que realmente te necesito como jamás necesité a nadie más. Me muero por abrazarte, aspirar tu aroma y decirte al oído como te amo. La distancia me duele, me desmorona por completo cuando más quiero luchar. Mi corazón me dice que este amor es correspondido, de verdad así lo siente. No es una ilusión más, eres ese constante, ese espíritu gemelo, ese...Anhelo encontrarte no solo en palabras, deseo escuchar tu voz una ves más y que mi alma estalle de alegría.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cuarenta cosas que me hacen feliz

Sí, surgió de Twitter. Es cuestión de ocio, solo si quieres conocerme un poco más. 

1._Las novelas (más si son de Stephen King)
2._La poesía
3._Mi teléfono celular
4._Mi hermano menor
5._El chocolate
6._ El café
7._El color de su cabello
8._Escribir en mi blog
9._Ver películas
10._Leer creepypastas
11._Que él me hable
12._Mi ordenador
13._Mis discos de Coldplay/Panda/Evanescence/Anabantha
14._Tuitear estupideces
15._Escuchar su voz
16._Los peluches sobre mi cama
17._Búhos/elefantes/mariposas
18._Mis hadas de porcelana
19._Los fics
20._Los vlogs de Ángel David Revilla/German Garmendia/Gabriel Montiel/Alex Montiel
21._Tumblr
22._La revista "Selecciones"
23._El olor de los libros
24._El color rosa
25._Compartir momentos con él
26._Nicolás Cohen
27._El piano
28._La fotografía
29._La serie "Hey Arnold"
30._Johnny Depp
31._Los bailes de Chris Martin
32._Robert Pattinson.
33._Pasar tiempo con mis amigos (Dulce/Karla/Ángel/David)
34._Tim Burton
35._Edgar Allan Poe
36._Leer sobre asesinos en serie
37._Cocinar
38._Su sonrisa perfecta.
39._Los videojuegos (mientras más haya sangre, mejor)
40._Él

Quiero conocerte más

Sabes todo de mí, he abierto mi alma para ti; en mis poesías me has tenido. 
Pero tú, misterioso y lejano, ¿quién eres tras la máscara? Anhelo descubrirte.
Porque adoro la forma de tus labios y quiero conocer su historia, porque me encantan tus ojos y quisiera saber qué imágenes han visto alrededor de los años, porque amo todo lo que sé y lo que no, he de averiguarlo para amarte más. Me encantaría entender el porqué de tus tristezas, resolver el enigma de tu miedo al amor, hacer míos tus pensamientos, enseñarte la maravilla que creas para mí con el hecho de existir. Quiero conocer tus peores defectos, tus preferencias musicales, tus sueños, tus errores, tus amores, tus manías, todas las cicatrices de tu corazón, todos tus temores.
Permíteme recorrer tus secretos. 

Romance En Re Sostenido

lunes, 19 de noviembre de 2012

Todo va mal, nada mejora

No es como imaginabas, no gira en torno a ti y definitivamente no perteneces a ese mundo. ¿Por qué? Es muy simple: no eres especial, no eres diferente, tus sentimientos no son más puros que los de los demás. No existen razones para que alguien se detenga por ti, de hecho, nadie lo hace por nadie.
Tu vida no es como en los libros de Carla Angelo, tú no eres Natalia Ayala, ni tendrás una recompensa como la suya. Eso no existe en la realidad, al menos no en la tuya. 
Todo lo que te motiva seguirá siendo un poco humilde sueño; perdida en tus tazas de café, tu música aleatoria, tus libros de horror, tus películas y tu inmensa soledad. 
Y extrañamente, en tu tristeza hallarás felicidad. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

A través del cielo nocturno

Inestabilidad emocional, Romeo y Julieta, filmes, música, tuits. Tres cigarros y una taza de café. 
Siento que mientras más lo amo, más puedo odiarlo. No logro descifrar si después de estos años de altibajos; ha logrado amarme del modo que yo lo hago. Probablemente no sea así. 
Te he soñado tanto que me duele, quisiera que todo volviese a su lugar. Cumplir ese capricho mío de tomarte la mano e invitarte a conocer (todavía más) mi pequeño mundo. Andrómeda.
La música de Sebastian Larsson me encamina a ese sentimiento de afecto, ¿cuándo habrá sido la primera vez que yo te quise, amor? Tal vez cuando le hablé a mis amigos de ti, cuando me encontré un día cualquiera sonriendo pensando en ti, tan solo cuando escuché tu voz, cuando te vi; no lo sé. 
Quisiera dejarte de lado, pero no puedo; quiero protegerte, como si fueras frágil cuando realmente no lo eres, como si me necesitaras, aunque no lo hagas. Como si de forma extraña e inusual, yo fuera todo para ti. 
¿Qué puedo hacer? 
Ojalá no existieras.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Decídete


Esta noche yo visitaré tu subconsciente,
Para saber lo que no quieres demostrarme.
Sé que suena absurdo que diga que he aguantado una vida,
Esperando aquí por ti.

Y ahora tú me pides más de lo que yo puedo darte
¿Qué es lo que quieres de mí?
Yo ya no puedo estar así, lo eras todo para mí.
Decídete.

Aquí me tienes esperando a que dictes mi destino,
Duele más de lo que había previsto.
No me queda más, y qué importa que me digan que es absurdo
Eras mi vida, eras mi todo, eras mi mundo
Y hoy no sé de qué quieres hablar,
Dime que vas a regresar.

Ahora tú me pidas más de lo que yo puedo darte
¿Qué es lo que quieres de mí?
Yo ya no puedo estar así, lo eras todo para mí.
Decídete.

Nicolás Cohen

Ojos azules, cabello negro y despeinado, rebeldía, peligro.
Él es Nicolás Cohen, el hombre que más problemas y más luz ha brindado a la vida de una chica.
El amor más especial, quizás el único. 

El chico de la motocicleta que fuma detrás del colegio. 
Cuanta protección le ha brindado a ella, 
cuantos besos inolvidables, 
momentos extraños, caricias y confesiones. 

Su amor es prohibido, no saben hasta qué punto llegarán, 
pero no se pueden detener: Se aman de forma incluso irracional. 
Él es Nicolás Cohen; Terquedad, fortaleza, desesperación, pasión, inteligencia. 

jueves, 15 de noviembre de 2012

Lo que extraño

¿Sabes? Puedes extrañar a una persona aún cuando sigas teniéndola cerca, porque para bien o mal todos cambiamos, y a veces esos cambios arruinan parte de nuestras relaciones. Eso pasó con él y conmigo, difícilmente puedo hacer que nos volvamos a tratar igual, que todo lo bueno permanezca, y lo malo desaparezca. Mejor sería decir imposiblemente.
Yo extraño todos los momentos que compartíamos, la ligereza de nuestras conversaciones, lo fácil que era convivir con él (realmente era muy sencillo), la afinidad que sosteníamos, su manera de hacerme olvidar todo lo malo en mi vida, la gran conexión entre nuestros pensamientos, la paz que sentía, esa que ya no existe cuando lo vuelvo a ver. Ahora existe una separación invisible a los ojos, pero no al espíritu. Pesa mucho hablarle, duele mucho verle, encontramos un exceso de silencio (ya no de risas), no hay complicidad, ni conexión, y mucho menos paz. 
Oye, nos extraño. 

Envidia

No los conozco, quizá hemos cruzado palabras una o dos veces; pero eso no importa. Es que su amor es demasiado increíble para mí, increíblemente bello a mis ojos y no puedo controlarme, soy humana: me inunda la ternura, el romance y la envidia. Cuando veo las cursilerías que se dedican, las canciones que se cantan, los besos que se brindan, el modo en que han peleado contra la distancia con tal de verse una vez más; me dan ganas de amar, y quisiera que alguien me amara de la forma en que ellos dos lo hacen. Muy poco he sabido de cómo comenzó su querer, ni me interesa en lo absoluto; pero mi corazón se acelera como si estuviese leyendo un poema de amor cuando ella le dice cómo lo adora, cuando él le aclara que ella es el amor de su vida, cuando comparten sus días; en fotografías, vivencias, locuras, chistes malos y miel en exceso. Muy en el fondo tendría el placer secreto de que su relación de verdad durase hasta la muerte.
Y vuelvo a sentir cosquillas de envidia algo enferma al descubrirme leyendo sus sueños de ver a sus hijos crecer, de envejecer juntos. Tantos planes, tanto amor, tanta envidia. Ellos son mi imagen ideal del amor; él moriría por ella y viceversa. Él la ve como la única, ella lo ama más de lo que esperaba amar a alguien algún día. Y ambos saben que la espera, los malos tragos, la tristeza, la desesperanza, las lágrimas; valieron la pena por solo conocerse. No saben y seguramente no sabrán que me inspiré en ellos hoy, pero les deseo grata felicidad, reitero que son mi retrato del amor verdadero, no lo arruinen nunca: ámense siempre.

Andrómeda Key

http://youtu.be/vzRKu2eupuA

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Y justamente ella

Sé que firmé tu permiso de salida,
Solo para dejar de lastimarme,
Para dejarte ser feliz con quien sí amaras.
Diablos; no quisiera entrometerme pero,
¿Realmente me has cambiado por esa chica tan fácil?
¿Ese es tu concepto de amor?

Yo te ofrecí mi pensamiento,
Caricias delicadas y compañía en tus desvelos,
Mi torpe corazón y todo lo bello de mi alma,
Preparado de algún modo para amarte a ti,
Nunca a nadie más.

¿Ella que te obsequiará?
Noches de sexo sin amor, fiestas, bailes morbosos
Para después cambiarte sin remordimiento por alguien más.
¿A eso aspira el hombre que más he amado en la vida?

lunes, 12 de noviembre de 2012

Señales de humo

Maldita sea, es que no sabía cómo explicarlo ¿está bien? ¿entiendes? Solo quería que lo sospecharas, que lo imaginaras, que creyeras que te extrañaba, que te necesitaba, que supusieras que moría de ganas de decirte que te amaba, de decirte que ya no quería estar un minuto más alejada de ti, que me llamaras y dijeras: "Sé que me extrañas y que has estado pensando en mí".
Quería nada más que lo sintieras, que me sintieras extrañándote a lo lejos, expresando con mi silencio y ausencia que no podía vivir ni un minuto más sobre la tierra sin tenerte. 

¿Por qué lamentarse por perder a quien nunca demostró que te quería en su vida?

Es una sensación terrible al notar de qué modo comienza la historia de perder a alguien sin que pueda hacer nada para evitarlo, como si al destino se le hubiera antojado unirme a él y de pronto arrebatármelo. 
Me duele, pero sé que es la solución, después de ver la sangre; dudo que exista algo peor. No es fácil desechar tantos momentos bellos, simples; pero maravillosos. Pero el proceso de olvido es algo que conozco demasiado bien e identifico hasta qué punto alcanzo la añoranza, la tristeza y la locura; así como entiendo en qué lugar del reloj todo este martirio acabará.
No puedo quedarme aquí llorando, viendo cómo la vida se me escapa de las manos, no por él.
No por nadie. 
Él no me pertenece, ni lo hará. 

domingo, 11 de noviembre de 2012

La manera en que lo extraño

Tenía ganas de decirle que le he pensado mucho, que su ausencia ha servido para añorarle de una forma distinta. Quería decirle que no han sido buenos días, que la debilidad me ha atacado en forma de lagrimas. Quería decirle que me parece que la tristeza inunda páginas de mis textos. Quería decirle tantas cosas… pero no le he dicho nada, como muchas veces, mis confesiones se han hecho nudos en mi garganta.

Vía Tumblr.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Bello en mi cabeza para siempre

Las ruinas del remoto ayer aún existen casi ya después de tres,
el tiempo pasa al revés y oportunidades vuelvo a perder.

No buscaré respuestas ya,
mi propia ignorancia me podría asombrar,
me esconderé tras el coñac,
a ver si así el pasado se puede borrar.

Nunca llamará,
en él no existo más.
Tengo que dormir después de todo soy mortal.

Quiero escuchar su voz.

Si alguna vez él me amó,
demente debió estar o qué sé yo.
Ya me cansé de la verdad,
como deseo fuertemente aquí no estar.

Y ya nada es para siempre,
pero yo quiero escuchar su voz.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Y si decido que quiero morir, ¿te morirías conmigo?

Dejó un vacío que no consigo llenar con nada; ni con los libros, o poesía. 
Solo me dejó las fuerzas suficientes para desear morirme. 
Pero no lo puedo culpar, nada prometió. 
Me encuentro en un maldito encierro, 
intento mantener la mente lejos de los recuerdos, logrando todo lo contrario,
y no encajo con las sonrisas que giran todos los días a mi alrededor. 
Últimamente lo único que escucho es esa voz que me susurra palabras terribles; 
desaliento, alcohol, pastillas, self-injury. 
Quisiera volar y no volver jamás. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Eras tú el único que me hacía sentir completa, pero te fuiste y ahora soy solo una persona a la mitad que va por el mundo intentado completarse con otras cosas y otras personas… Pero el esfuerzo es en vano, ya que esas cosas y esas personas no son tú.

Que la luna te cuente mi sentir

Jamás detendría mi suspirar por ti, así que inmortalizaría tu hermoso ser, objeto de mis más extrañas imaginaciones. Vivimos porque entre letras demostramos lo que las caricias no alcanzan. Pensaré en ti por la mañana, por la tarde, por cada noche de mi inacabable insomnio. Cuando me encuentre perdida entre la gente, dibujaré tu rostro. Ansiaré que llegue el final del día solo por escuchar tu voz. Y mi amor, cálido e ingenuo, seguirá siendo tuyo siempre.

El amor es suficiente

Sus palabras, su desesperada poesía; todo lo que él representa me enamora. Sus ojos son el universo, así de fácil. No necesito de nada más cuando lo sé mío, porque él es todo lo que quiero. Él de algún modo aleja a mis fantasmas, me brinda sueños dulces, me aleja de la melancolía barata, su amor es aquello que reconstruye mi castillo, el que yo creía que se había reducido a nada. Solo anhelo que me acompañe en mis noches de vigilia, que me abrace cuando mi cuerpo se lo pida, y me quiera como él sabe hacerlo, de lo demás me encargo yo.

Pero nunca haces nada por ti, y esperas que yo te resuelva el vivir. Prefiero ignorar tu sentir, a ver si al final logras sobrevivir.


martes, 6 de noviembre de 2012

Son solo dramas

Si soy sincera, estoy un poco harta de escribir tan seguidamente, y sin embargo lo sigo haciendo. Debe ser porque es el único medio en el que puedo desahogar el desastre que tengo dentro de mí, pero aún así...no me regala un poco de tranquilidad, o al menos distracción. Será la edad que tengo, la sociedad que me rodea, la falta de fe, no lo sé. Es un dolor emocional que no me quito con nada, sin saber de donde nace ni por qué, o tal vez tenga una idea inexacta, pero aún así, es terrible; dramático, exagerado, estúpido, sin sentido. Ni siquiera yo misma sé qué carajo estoy escribiendo. Bien podría teclear frases mal estructuradas, errores ortográficos, monstruos, cruces invertidas, y daría exactamente lo mismo.
Estoy...deliberadamente perdida.
Necesito ahogarme en una nueva lectura.

Es difícil

Odio la incertidumbre, no me permite pensar con claridad, no me da la oportunidad de escribir algo medianamente agradable. Al pasar de los años, han sucedido demasiadas cosas a mi vida, acontecimientos que lograron transformar mi personalidad, mi manera de odiar y amar lo que me rodea. Y nada, aunque lo deseara, volvería a ser como en el pasado, ni lo bueno ni lo malo. Lo que me ha llevado a un punto de descontrol y perdición, el lugar del cual me es difícil huir, las inmensas ganas de morir, yo le llamo Desesperación. Puede que sea el final o no, pero la sensación no se ha detenido, las enfermedades surgidas de emociones incontrolables, pastillas para dormir y después...nada. El amor es cruel, sí. Las mentiras convocan desconfianza, las ilusiones obsequian ideas erradas y derraman decepciones.
No asimilo la situación, todo llegó como una enorme ola y me derribó.
Aunque la angustia no me ha ahogado, poco me falta.
Parece que para escribir se necesita ser un verdadero infeliz.

Lo mejor y peor de él


Me gustan sus bromas sin gracia
Me gusta la forma de sus labios cuando sonríe
Me gusta su actuar amigable
Me gusta el aura de paz que trasmite
Me gusta el color de su cabello
Me gustan sus juegos tontos
Me gusta su infantilismo
Me gustan sus mensajes inesperados
Me gusta cuando escribe mi nombre
Me gusta cuando halaga mi poesía
Me gusta que me hable sin esperar que yo lo haga
Me gusta la medida en la que me soporta
Me gusta cuando lee
Me gusta cuando confía en mí
Me gusta su capacidad de hacerme feliz
Me gusta cuando calma mis penas sin darse cuenta
Me gusta su torpeza
Me gusta cuando demuestra debilidad, me provoca ternura
Me gusta cuando llega
Me gustan las promesas que nunca cumple
Me gusta su independencia
Me gusta su nombre.

No me gusta cuando no está
No me gusta al dramatizar
No me gusta cuando no intenta hablarme
No me gusta que desaparezca cuando más lo necesito
No me gusta su orgullo
No me gustan sus amistades, algunas
No me gusta su inestable humor
No me gusta cuando se molesta
No me gusta al callar lo que siente
No me gusta su frialdad hacia el amor
No me gusta su indiferencia
No me gusta su capacidad de hacerme llorar
No me gusta cuando me hace sufrir
No me gusta cuando no me quiere cerca
No me gusta despertar sin sus mensajes inesperados
No me gusta que esté enamorado de alguien que no soy yo.

domingo, 4 de noviembre de 2012

La soledad


La soledad me hiere,
Mi corazón y mi fe se mueren.

Devuélveme las noches,
Regresa a mis sueños,
No te atrevas a olvidarme.

No hay un lugar en que no estés en mi mente,
No hay un momento en el que se apague tu recuerdo.
Y en las noches, te siento tan lejos,
Estos días son inciertos.

Arráncame el tormento,
Apaga este fuego,
Regresemos en el tiempo.

No te atrevas a olvidarme. 

sábado, 3 de noviembre de 2012

La fe moribunda

Demasiadas imágenes combinadas entre sí. No se le llama dolor, se le dice recuerdo: vacío, apoderamiento de todos los sentidos y desestabilidad. Mensajes incompletos, sonrisas fingidas, malas interpretaciones. Sucedió fugazmente, no tuve la intención de detenerlo, sabía que me dañaría y sin embargo deje que pasara, me dejé llevar por las circunstancias dejando que el amor se adueñara de mi cuerpo e hiciera y deshiciera de él. Te suplico que calles, no puedo permitirme otra decisión errónea. Solo quiero que acabe por fin.

Mal augurio

Un aura de abatimiento lo rodea, pero no lo puedo explicar muy bien con palabras. Hay algo mal en él que no puedo descifrar, como si sufriera en silencio, como si sus ojos pidieran auxilio. Tengo una angustia y una incertidumbre que no puedo quitarme, algo malo pasará, lo siento en el corazón. Algo ha cambiado en su semblante, algo murió en él sin que yo pudiera evitarlo, ¡solo con su tristeza brotan lágrimas de mi rostro! Dime ¿cómo puedo ayudarlo? Su dolor me destruye. Haría cualquier cosa para que él volviera a ser como antes. Siento que se me escapa de las manos, que lo estoy perdiendo, pero él no dice nada, aunque sus acciones demuestran el hecatombe de su espíritu.
¿Qué está pasando?
Ayúdame a salvarte, te lo ruego.

Así que solo me alejaré y calladamente saldré de tu vida.

viernes, 2 de noviembre de 2012

No puedes dudar si lo que quiero es estar contigo

Estúpidas ganas de volver a verte, maldita necesidad de tenerte aún sabiendo que las cosas en un movimiento accidental, en unas palabras equívocas, pueden irse directo a la mierda. Es difícil entenderme, lo sé; estoy enamorada. 

jueves, 1 de noviembre de 2012

Lo siento

A veces solo quisiera escribir lo mucho que odio a todo el mundo: odio sus sonrisas estúpidas, sus voces fastidiosas, su hipocresía y su falsa bondad. Esas amistades que al final se vuelven un martirio, esos amores que lo único que obsequian a tu vida después de un tiempo es tristeza. Todas esas masas, esas bocas que escupen palabras desdeñosas al mundo; me veo incluida. Días como hoy en que quisiera terminar de volverme loca, encerrarme voluntariamente en una maldita cárcel acolchada y olvidarme de la realidad. Inmenso odio: solo veo objetos punzocortantes, groserías, destrozos y demasiada sangre derramada. 

Así que me voy

Sabes de sobra que te amo, has leído alguna vez la torpe poesía que escribo pensando en ti. Me has notado infeliz al extrañarte, al desearte a mi lado, tú tienes las palabras que tanto me esforcé por callar.
Yo luché por este sentimiento hasta donde pude, alcancé el límite del dolor, rasgué cada confín de mi alma; obteniendo como respuesta un ruidoso silencio, nada de lo que anhelé de ti. Todo salió de mi control desde que me enamoré. 
Creo que es el momento más adecuado para decir adiós, una despedida a todo: a las canciones, las historias, las esperanzas, las emociones, las angustias y también a las alegrías. 
Irse no significa dejar de amar, irse es dejar a la herida cicatrizar, y sobretodo, liberar al espíritu de un amor utópico, irreal.