domingo, 30 de diciembre de 2018

No me gustas

No es que me guste tu cabello ni su color, me gusta la sensación de mis dedos acariciándolo, jugando.

No es que me guste tu forma de reír, me gusta que nuestras alegrías coincidan creando ecos de paz en el universo azul.

No es que me gusten tus manos, disfruto cuando protegen las mías del frío, del miedo y de la soledad.

No es que me guste tu cuerpo, me encanta cuando me abrazas para evaporar el dolor. Sinceramente cuando estás vuelvo a sentir la capacidad de querer a alguien fuera de este impuesto encierro.

sábado, 22 de diciembre de 2018

El monstruo ya no cabe en la ventana

Es demasiado tarde, esto ha crecido a desproporción, la habitación oscurece lenta y definitivamente. Siento cómo consumo las oportunidades, y la vela se apaga. Entiendo bien, nos ahogamos en la pena. ¿Cómo haremos?

Imposible escapar, y tampoco puedo sacarle de aquí. No tengo miedo, no tengo desesperanza, tan sólo la gracia de la resignación.

Me olvido del caos y el tiempo, recibo la melodía de una inseguridad encerrada en si misma. He dejado de contar los pasos de la cama hacia fuera. Resto interés al frío que cala mis cansados huesos, indiferente a la transición equívoca de la vida a la muerte.

La identidad de mis ojos se transforma por la miseria del devenir, ojos hundidos. La miseria de latidos alimentados por la espera al día que nunca llega. El arpa llora sangre.

Alzo mis manos a la noche sin estrellas, no existe poder en mí que pueda exterminar al monstruo que crece cada vez que dejo de dormir. Acompaña mis ansias nocturnas, y veo cómo se burla de mí y de mis apagados intentos de huida.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Castillos de arena

¿Para qué seguirme engañando? ¿Con qué objeto me mantengo aquí?
He sido terca, con mis fugaces fantasías, dándole vueltas a un globo terráqueo como una desquiciada.

La vida se ha encargado de cambiar mis objetivos, modifica la estructura de mis deseos. Parece que sólo soy capaz de pensar en tiempos muertos, no puedo olvidar la noche que bailaba sosteniendo mi cuerpo en tu cuerpo.

Me diste el "te quiero" que siempre me faltó. Tan poco tiempo fuiste mío... Exquisitez de angustia y nerviosismo. Fuiste parte de mí y aunque odio esta perspectiva, sé con certeza que al tú quererme yo me quería.
Claro que me quería.

¿Y cómo iba acaso a ser distinto? Al tenerte me tenía.

Pero a día de hoy debo salvarme de mí misma, reencontrarme con el dulce placer del espíritu en calma, de un cuerpo conectado con sus sentidos, de un cerebro que no le teme a las madrugadas.

Espero que mis palabras sirvan a la reafirmación de mi deber, mi destino. Hago mías las ideas de la noche, me entrego a mí. A pesar del mar yo reconstruyo mis castillos de arena, y te pienso sin tristeza, mas con la certeza de lo que fui y no debo ser jamás otra vez.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Con mi gato de ojos verdes

Así que todo se reduce a esto, estamos solos. Soy ingrata, lo sé, pero esto es lo que hay. Se congelaron las risas, a consecuencia, y se congelaron mil recuerdos para siempre. No hay nada que reparar, no estamos rotos. Lo que fui ya lo borré, lo he dejado ir y las luces de nostalgia eternamente me lo recordarán.

Hago luz de mis nuevos andares, porque este sol deshace sombras. No quiero seguir pensando en los errores cometidos, hace demasiado tiempo que dejó de importar ¿Verdad? ¿Verdad?

Diciembre silencioso, distinto, toco la calma y enciende mis dedos. Un poco puedo adivinarla mía. Diciembre de tenues tintineos, todavía tengo fe de que mi rumbo corrija todas aquellas cosas que antiguamente salieron mal.

Yo le llamo KA,
Yo le llamo destino, en un susurro aún suplico.

Me siento de tierra, de musgo y de tierra, quiero volar más allá de las montañas. Y el gato a mi ventana con su mirada de fuego verde grita: ella sí.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Voar máis Aló das Montañas

La vista es hermosa, a pesar de los árboles puedo ver cómo comienza a ocultarse el sol. Me siento como toda la vida he deseado sentirme, ante cualquier contrariedad palpo la paz, lo prometo.

Aquí hace frío, aún así mi cuerpo se siente cálido, soy suave y mi templo se ha curado, no existe más laceración, a fe mía soy libre. Los cuatro están conmigo y cada uno representa con orgullo mis memorias tristes, me recuesto en el hombro de uno de ellos, el de guitarra, también haciendo de mi corazón una fogata con su voz.

Ninguno deja de tocar, de a poco llenan mis vacíos, y no me atrevo a sentirme sola nunca más. Respiro la corteza de los árboles, invoco el rocío del pasto con los pies desnudos, la puesta de sol aquí es eterna, somos perennes almas. Cuánta magia...

El recuerdo trata de alejarse, y yo lo despido sin angustia, el destino me acaricia suavemente, todo principio tiene fin. Ellos dicen "niña mía" y la ofrenda prende fuego, siendo parte de mi alma.

La música prosigue su curso, permito que envuelva mi piel y mis huesos. Las historias enredadas, los calvarios, el descanso. Cuánta magia...

Somos compañeros de luz e iluminamos con los pasos, plenos del paraíso... Y en el cielo revolotean las mariposas nocturnas, no huyen, danzan dulcemente.

Dejo bajo las piedras toda la vergüenza de lo que hoy ya no es. Y ahora somos todos los que cantamos al fuego y al bosque. Los espíritus se llevan todo el peso sobre mí.

Cuánta magia...

https://youtu.be/hauUkNHKfVM

jueves, 29 de noviembre de 2018

Con un cadáver bajo la cama

Es cierto, puedo notar el olor de la muerte; aseguro que sus facciones no han cambiado, pero en el alma que me queda sé que estoy mintiendo.

Asomo la mirada al borde de la cama y la veo tal como me veo. Los días en los que me siento atrevida toco sus manos frías... Tarde o temprano ella mirará también, sus afilados ojos destaparán los secretos que destrozan mi mente.

No le temo, la conozco. Ambas sabemos que hace mucho tiempo todo terminó para mí. Ella desea abrir la boca muerta, sólo para aclamarme su fascinante odio.

Hace mucho tiempo nos conocimos, y aunque hoy luzca como víctima jamás lo fue. Se presentó como amiga, avivó mi motivación hasta deformarla en un absurdo. Absurdo por el que todavía respiro. Todavía respiro.

Ella me prometió un paraíso que se me acabó desbordando como agua en las manos. La quise como a nadie, la adoré y coloqué mi corazón en sus brazos de apariencia delicada. Ella parecía demasiado frágil, pero su corazón embustero era fuerte, y quemaba.

Sí, ella me embruteció antes de quitarme lo que me hizo creer que era mío.

Por eso la maté, porque ella me mintió, convirtió mi mente para siempre, rompió mis ideas y además de todo arrancó con sus dientes mis sentimientos. Ya no me siento capaz de sentir nada.

Hoy no se mueve, pero sé, y puedo jurarlo por la sangre que avanza en mis venas, ella va a despertar.

martes, 20 de noviembre de 2018

Libros para los locos

Mis intentos son sinceros, mis deseos ansiosos. Quiero abandonar las tormentas del pasado, no me importa si tengo que reiniciar una vez más.

Este corazón aún alberga el dolor y la desesperación, estoy tan cansada. Pido el auxilio y el perdón por todo lo que alguna vez hice mal, por los errores que hoy me han alcanzado; los errores que han devorado lo poco que queda en mi alma.

Busco la calma de mi llanto, puedo ser egoísta pero jodidamente necesito que el dolor se vaya de aquí. Necesito respirar.

Y él no dejará de gritar, siento su respiración detrás mío, lo acompaño en su doliente melancolía. Estamos atrapados en este campo de flores muertas, nauseabundas.

Necesito exiliar la tristeza que recorre cada rincón en mí, que aborda mis cicatrices, que no me deja dormir bien. ¿Cómo le llamo a esto? Infierno, vacío, eco, mucho eco.

De nuevo aquí le hago una ofrenda a mis miedos, le reclamo a los recuerdos. Añoro el amor que se ha ido, se arrodilla mi espíritu a las penas... Y lo recuerdo todo.

¿Por qué he dejado de escuchar a mi corazón? Sé que se acaba el tiempo, puedo escuchar el reloj de mi vida, y me apago, yo sé que me voy a morir.

Ya no existen más las cartas, ni las canciones, ya no se escriben más poemas, ni se leen más los libros
Los libros de los locos.

Yo que no soy yo,
Que no me siento yo...
Aquí no existe salida.

Ojos flojos

Ay dolor constante...
Los bosques de mi mente gritan la angustia; ay la falsedad.
¿Quieres dejar de existir?

Ansiedad que pesa, que envenena mi sangre... Única grito:
¡cuántas veces más me demostrará la vida que perderé en medio de esta guerra que se suscita en mi interior!

Palabras que evolucionan, mienten y yo les creo, lo juro, les creo.

Constante lucha contra todo, contra mí misma, cómo me aclama el olor a óxido. Círculo de pesar, de odio, de gritos y kilos de más... Kilos de menos.

Existo en un infierno mentiroso, que cuando quiere se vuelve paraíso, haciéndome soñar con la paz.

¡Cuánta desesperanza!
No puedo con la vida que me tocó vivir, ruego respuesta por cada una de mis malditas equivocaciones.
La locura ya es fiel parte de mí...
Dios inexistente, si yo no fuera yo.
¡Si yo no fuera yo!

Acontece, letargo.

domingo, 16 de septiembre de 2018

La voz que grita: te amo.

En mí pareciera existir sólo espacio para el vacío. Qué palabra más dolorosa... Vacío. Y eso soy yo, lo que me representa, ya nada me llena, me he confirmado con la idea de morir en la angustia de la inseguridad y del odio en cada parte de mi piel.

Me he resignado a consolarme con migajas, a no esperar nada de nadie, a dejar de buscar la compañía... El encuentro de dos almas parecidas. Estoy envuelta en el hastío de soportarme. De adorar la soledad. Mi escape son las heridas, y las letras relatando fantasía. Ya no puedo más, lo juro... Hoy cómo quisiera tener a quien me entendiera, a quien abrazara mis miedos, a quien me ayude a reconstruir los pedazos de mi corazón... A quien entienda mis palabras que gritan más allá del cuerpo imperfecto.

Sueño contigo, amor, sueño con tus manos, me sostengo en la quimera de tus ojos en los míos, de la persona que entiende... La persona que sabe lo que soy, te deseo aquí. ¡Aquí en esta inmensa ansiedad que no me deja ver más allá de estas malditas paredes que hablan y no paran de hablar! Perdona mi desespero, disculpa el desborde de mi prosa.

¿Existes? ¿Será verdad aquél cliché del amor verdadero? Mi piel tiene frío y busca el sincero "te amo" de alguien mas.

sábado, 7 de julio de 2018

Nugatorio

No sé en qué momento mi vida empezó a girar en torno a ti, sobre lo que tú sentías. Olvidándome de mí por pensar en ti.

Soy una extensión de ti y mi corazón depende de tu estado anímico, todo provocado por él, ese pobre diablo que ha logrado contribuir al incremento de mi dolor, a la llegada de las lágrimas, el olor de la sangre y el asqueroso miedo a comer.

Amarte es beber en veneno con apuro, la peste del alcohol que desprendes se clava en mi alma y en mi ansiedad.

Hoy quiero decirte que en ti existen dos almas, tu cuerpo está dividido entre el alcohol y la recuperación.

La primer alma es mi amiga, la que me consuela y me abraza. Es el alma que ríe conmigo a carcajadas y que se vuelve mi cómplice así me vea gorda o delgada.

La segunda no parece alma, es un demonio egoísta que sólo existe para herirme, para maldecirme y acelerar mi corazón hasta que hiera respirar. Contigo cerca sólo anhelo morir, deshacerme de este infierno para siempre.

Acomoda tu dolor en mi dolor y por una vez entiende que me siento fatal, que prefiero dormir y olvidar. Revíveme, sácame de este pozo de pastillas que adormecen mi roto espíritu.

Ámame como yo te amo,
Olvídate de él.
Posa tu mirada en mí, porque me ahogo... Y me urge respirar. Al lado de tu alma sobria.

Ámame y entrega tu amor maternal, quiero creer que aún no es tarde.

jueves, 5 de julio de 2018

Entelerida

5:00am

Aquí me tienes otra vez, y yo te culpo por devolverme la ilusión del amor. ¡Tonto! ¿No te das cuenta que te quiero? Sólo con mirarte siento que confieso mi secreto. Y me niego a ser tu mejor amiga; que sé que alguna vez tú y yo conectamos y después estúpidamente desaparecí.

Mi vida es una mierda, ya lo sabes, y cuando estás aquí logro olvidarlo todo, mis angustias y pesares pasan a último plano. Me jode quererte así, necesitarte así...

Ojalá pudieras quitarte la venda de los ojos y encontraras en mí todo lo que yo veo en ti. Eres paz en mi infierno, me invitas a conocer un poco el cielo.

Tengo inmenso miedo de decírtelo, de arruinar todos los años de amistad incondicional. Oye, no somos perfectos y a veces nos atrapa la fobia social... Pero juntos somos algo, te juro que así es; porque sé que aquel día en mi sala tú también deseabas besarme, pues tus abrazos unían mis pedazos y ambos nos delatábamos.

Tú me haces escapar de los gritos, los insultos, la sangre y los golpes. Te quiero y aún no me atrevo a decírtelo.

viernes, 29 de junio de 2018

En las profundidades

Aún estoy buscando mi sonrisa, me han prometido que la encontraré; aquí en este océano de lágrimas y sangre. Me lo han jurado, cielo maldito... Tú lo aseguraste.

Ahora voy hundiéndome de a poco, reconociendo a quienes se ahogaron conmigo y a quienes causaron esta perdición. Puedo sentir como me ahogo sin morir, este será mi castigo eterno... Bucle de dolor.

Puedo escuchar el eco de tus palabras clavadas como cuchillos, mi corazón se reprime, se ahoga como todo lo demás. Mis órganos padecen el siniestro de mi depresión. Ya no existe quien pueda ayudarme, se me acabó el tiempo para buscar, levanto mis brazos y no hay nada... Nada hay.

El jazz acompaña mi agonía, ritmo de mis pesares antiguos y actuales, su música en el seguimiento de mi eterna caída. Aquí sólo existe el frío, el miedo, la ira y todos los demonios que me hicieron ser quien soy ahora; gracias a tu intermitente amor, me rompiste la vida. No puedo arreglarme si arrojaste a tu océano de alcohol cada uno de mis pedazos, quisiera odiarte pero ni eso me has dejado, ni la esperanza de salvar mi alma.

Este mar me cegó, no me permite hablar, apenas sollozar para suplicarte que aunque muerta me saques de aquí, que te atrevas a darme la salvación de alejarte de mí para siempre. Por favor, llévate tu océano y regálame la oportunidad de rescatar el espíritu, de reír a carcajadas, de abandonar estas pastillas que sólo han venido a adormecerme para que me atormentes más.

Sácame de aquí porque me ahogo sin morir...

lunes, 25 de junio de 2018

Debo justificar lo que me hiere

Yo misma no puedo comprender cómo he sido capaz de perdonarte tantas cosas. La masacre en mi alma de palabras que queman, frases inconexas que logran romperme, destruirme. Ni yo entiendo cómo puedo vivir contigo y al mismo tiempo con el demonio... El demonio rojo.

Te amo y eso me mata, me hunde contigo. Porque gracias a ti la vida para mí ha sido una constante tormenta-calma-tormenta, eres mi castigo y mi alivio, no sé mantenerme lejos de ti, sostengo con firmeza el sartén por el mango. Te confronto todos los días y tú eres incapaz de comprender mi dolor, o acaso de intentarlo.

Ojalá cada fragmento de aquel día se pudiese borrar de mi mente, así como tú lo has olvidado todo. Ojalá me pudiera arrancar el maldito olor a sangre de la piel, olvidar tus gritos y los míos ¡Olvidarme del temblor de mis dedos al marcar al 911!

Necesito aprender a respirar... Siento que el cerebro va a estallarme ante las imágenes de tu cuerpo buscando acabar conmigo.

Eres tan parte de mí como yo de ti, por cada vez que le juro a Dios que no volveré a perdonarte; termino corriendo a consolarte, jurándote irremediablemente que todo va a estar bien.

domingo, 24 de junio de 2018

Te quiero

Sólo quería que supieras que te quiero, que estoy aprendiendo muchas cosas todavía; una de ellas es aprender a aceptarte tal cual eres.

Te quiero, y sé que lo que escribo te sorprende, pues siempre en lo último que pensé fue en ti ¿Verdad? Cuánto daño te hacía...

Vamos a empezar desde cero.

sábado, 9 de junio de 2018

Self injury

Mamá, no me regañes ni te enojes conmigo. Esto es algo que no puedo controlar por más que me esfuerce. Creo que necesito ayuda pero no sé de quién, todos los psicólogos que he conocido terminan hablando de si mismos y de sus logros. ¿por qué? Mamá, papá, los quiero y agradezco que me dieran la vida pero no puedo detenerlo.

La forma en que mi piel se abre, la sangre que gotea sin control y el inevitable olor a óxido. Sé que es enfermo pero me atrae, me atrae sentir dolor; porque cortarme no es un llamado de atención pues me esfuerzo fervientemente en ocultarlo. Cortarme es una catarsis de todas mis angustias, mis ansiedad y mi eterno odio a mi misma.

Lucho pero lo he vuelto a hacer, me he escondido en mi cuarto y con una navaja he cortado la parte más escondida de mi pierna. Dios... Qué alivio a todos los problemas, mamá que alivio a tu alcoholismo, papá que alivio a tu indiferencia; sociedad, que alivio a tus cagaderos de estándares sociales.

Hoy ha vuelto a pasar gracias a los gritos, al miedo, al descontrol de mi sobredosis que jamás me mata, sólo me envuelve en una horrorosa fantasía borrosa de la que al otro día poco recuerdo.

Tengo la esperanza en mis alumnos, en mis niños que me necesitan y que confían en mí. Tengo mi esperanza en escribir el libro que me haga sentir valiosa y nunca más inútil.

Papás los amo, perdón porque lo he hecho de nuevo. Pero debo recordar que soy un girasol.

Un girasol 🌻

Mis razones

Mis papás no son perfectos, pero me aman. Mi hermano está lleno de ira pero me ama, mi hermana está atrapada en sus pastillas, pero sé que en el fondo de su alma me ama.

¿por qué me cuesta tanto quererme? Si mis amigos anhelan pasar tiempo conmigo, si mis chistes y sarcasmos les alegran. Si a pesar de toda la sangre en mis muñecas sigo respirando... Porque aquel charco de no lo olvido, ni el terrible olor a óxido.

Dios, estés en donde estés, ayúdame a aprender. Sé que he cometido muchos errores, sé que he podido ser mordaz y malagradecida; pero me hinco ante lo que quiera que seas para rogarte amor. Amor a mi cuerpo, a cada una de mis imperfecciones, a mis medidas alejadas de los estándares de belleza. ¡pues a quien quiero ni le importa una mierda! Si ellos pueden ¿Por qué yo no?
¿Por qué yo no?

Escribo porque no tengo alternativa, porque esto es catarsis. Quiero olvidarme un poco nada más del reflejo, de miedo a comer de más, del miedo a no comer, del maldito deseo imbécil de volver a estar en los huesos. De mi afán por esos equívocos cuarenta y cinco kilos.

viernes, 8 de junio de 2018

Amarme a mí misma

Todo pasa ¿No? No importa los sacrificios que yo haga, las cosas parecen quedar igual. Sin embargo; lucho contra la marea, la poesía y el café.

Me aferro a mis metas porque es lo único que tengo, metas a largo plazo. Odio mil veces pensar en el futuro porque a veces sólo me parece una pérdida de tiempo. Pero no.

Estoy en una guerra contra los vicios de mi familia, contra mis trastornos alimenticios, me aferro a la esperanza de una vida mejor. Una vida en que el mirarme al espejo no sea motivo de miedo y repulsión, mirarme dichosa con la sonrisa en los labios no importando el cuerpo que me refleje.

Porque el cuerpo que tengo es el que me levanta diariamente, el que me sostiene en mis largas caminatas a la universidad, el que me transmite al cerebro la sensación de la brisa, el olor de la hierba, el poderoso color del sol que con sus rayos de luz me recuerda que estoy viva.

Este es el cuerpo que me da las tristezas y alegrías, los buenos amigos y los dolores de cabeza, los momentos en los que mi alma se une con la de mamá y por un instante olvidamos sus demonios y los míos.

Tengo miedo, pero no quiero morir, me urge vencer esta depresión que detiene mis pasos, me urge sentirme un poco como aquella niña dulce que en algún momento fui.

Amo a mi familia y eso es lo que importa ahora. Sólo me resta amarme a mí misma.

jueves, 31 de mayo de 2018

Ayúdame

Estrellas lejanas, luna infinita; ayúdame a sanar. Necesito encontrar la luz más allá de mí, me urge volver a abrazar la paz dentro de mi propio cuerpo. Me cansa esta situación, de vivir en la preocupación de las palabras de alguien más, y de lo mucho que me odio.

Porque no puedo mentirme más ¡No me soporto! Me rompe la idea de ser quien soy, de la inseguridad en mi andar, de lo mucho que las pastillas alegran la realidad, la doblan y me engañan tanto como me engaño yo. Ya basta de fingir que soy feliz, que no me importa lo que me rodea... Pues sí, analizo todo lo que las sombras dicen, y les creo. Pues sí, escucho las palabras en contra de mí. Me duele, cada día es más difícil que el anterior.

Ayúdame, universo infinito, apiádate de mí y brindame la última oportunidad para sobrevivir, para luchar por mí misma, para vencer cada maldito muro. Te necesito, ven, por favor escucha mis palabras; me hace falta un poco de tu piel sobre mi piel.

miércoles, 9 de mayo de 2018

El árbol que bloquea la ventana

Sé lo que hay más allá de él, he conocido los profundos senderos que guardan algunas risas y mis mejores recuerdos. Conozco todo muy bien, he acariciado mil horizontes con mis dedos. Mi alma logró sentirse bendecida una sola vez, rescatándose un poco de todos sus monstruos.

Hoy un enorme vacío me aleja de todas esas imágenes, me bloquea y vuelve los recuerdos más bellos pesadillas. He permitido la aniquilación de mi lucha, me dejé vencer por un eco siniestro de dudas y de engaños del espejo.

Estoy encerrada a voluntad, temo dañar todavía más la fantasía que en cierto tiempo pareció real. Lamento profundamente el error de no haber podido valorar el calor de la gente que me necesitaba, la admiración de los que me conocían.

Lo arruiné y creé un árbol de hojas cenizas, árbol que representa todas las lágrimas que he derramado, todas las angustias, las decepciones... El árbol que no me deja ver.

No me deja ver...

lunes, 30 de abril de 2018

Hasta que no caigan más mis hojas

Estoy cansada de los recuerdos, esos que martillean mi corazón. A cada maldito paso que creo avanzar las voces se encargan de decirme que en búsqueda de mi torre oscura he vuelto a comenzar.
Y es verdad, que me siento como el pistolero, emprendo al destino que se repite una y mil veces más. Aprendo las formulas, sin embargo, siempre vuelvo al mismo lugar. En compañía de recuerdos cada vez más hermosamente atroces. Fieros devoran mis esperanzas, ahogándome en la nostalgia, en la melancolía que me obliga a querer correr más rápido. Conozco el camino y sus piedras, y permito que mi cuerpo caiga en pozos cada vez más profundos. 

Los recuerdos no me abandonan, aunque los desvanezca con pastillas; todo es en vano. Siempre existe algún momento de soledad, angustiada porque cada día que pasa pierdo algo de mí, es como si mi alma se quebrara y solo mi carne mantuviese las piezas unidas. El dolor que llevo dentro de mí nadie lo puede ver, nadie lo puede comprender y yo no me puedo explicar aunque lo intente con todas mis fuerzas. Mi corazón vacío se aferra a la espera, al regreso de otra yo que podía rescatarme casi de cualquier cosa, otra yo que luchaba y abrazaba la esperanza del día que estaba por venir.

Quiero creer que ante mis problemas soy más fuerte, que llegará el día en que mi cerebro actúe de manera racional, y entonces las cosas vuelvan a su lugar. 

lunes, 2 de abril de 2018

Esquizofrenia natural

Aquí estoy de nuevo, aferrándome a la vida; intentado empezar desde cero.
¿Cuál es la raíz del problema? No entiendo cómo he sido tan ciega...
Después estás tú, pensando quién sabe qué, quién sabe en quién. Y yo me acomodo en el sueño de ti, extiendo las manos y puedo sentirte, lo juro.

Eres diferente, mis débiles esperanzas están puestas en la imagen de un nosotros. De pronto necesito de ti, parece como si ya conociera la forma en que puedes acariciarme, la manera en que puedes protegerme de mis malditos fantasmas. No sé qué decirte, pero te he soñado, y estabas recostado junto a mí... Éramos felices.

Confieso que me pareces único, que trato de no idealizarte, sin embargo, te espero; te me apareces en un mar de ciegos. ¡Estoy harta de la maldita gente que sólo escupe navajas! Ya no quiero estar sola y de una extraña forma añoro tu compañía. ¿Cómo te explico?

Perdóname por sentirme otra vez como una niña, te encuentro mi fe más grande; como aquel que lucha por no dar su último suspiro. No sé qué siento, pero te espero; ¡sé que es una estupidez! Y te espero, te espero, te espero...

Todavía escucho tu respiración cerca de la mía, y tus labios por rozar los míos, tú tocando lo poco que queda de mí. Y yo, intentando curar tus desdichas, vivo por un nosotros imposible, inexistente.

sábado, 31 de marzo de 2018

Cortarse el alma

Estoy rota, ya lo he dicho tantas veces;
y el borroso sueño de alegría se terminó.

Estoy cansada de vivir, de atragantarme el dolor, de abrazarme en la mediocridad de un alma fría y sola. Y nadie afuera puede entender, ni aunque lo intentaran... Dios inequívoco, llévame contigo o por lo menos aléjame de esta maldita desesperación, pago mis culpas en este infierno, digo ya no más...

Cualquier método es vano e inútil, mientras más veces me levanto la caída se vuelve más larga. Noche, tras noche, ocultando mi tragedia en efímero entretenimiento. Como así mi vida. El tiempo no me espera, me acorrala, me encierra, me traga, me engulle. No hay más verdad que esta: estoy sola. Y el eco en mis palabras no se cansa de gritarlo. Deseo fervientemente mi desaparición, mi silencio, cerrar los ojos y permanecer en los sueños para siempre.

Ya no hay nada más que hacer.

martes, 27 de febrero de 2018

Fuiste

Fuiste el primero en mi vida
El primer hombre que rompió mi corazón. Fuiste la primera ilusión, la fe dentro de un cuerpo que pocas veces coincidia con mi alma.

No puedes imaginarte cuántas veces pienso en ti, cuántas veces el recuerdo de un invisible nosotros me ha dominado. El amor que sentí por ti tal vez no fue en más grande, ni el más pasional. Pero ha sido el más tierno, el más inocente.

Tú representas mis primeras quimeras, yo te quise como una niña. Tú fuiste el primero en mi vida, el primer nombre oculto en mi poesía. Mis primeras lágrimas de amor, de desamor. Me hiciste sentir que efectivamente tenía derecho a ser amada, tenía la oportunidad de que alguien me quisiera sin importar mi introversión, mi desaliñada vida, sin importarte la puta distancia que nos separaba.

Hoy quiero acordarme de ti, sin deseos vagos. Porque en esta tempestad quiero aferrar mi prosa a historias lejos de mí, afuera de la negrura en mi alma y la depresión por algo que no he podido cambiar.

Quiero alejarme de mi realidad para acortar la distancia de ese pasado caótico pero colmado de ilusiones. De la esperanza ciega que ahogaba los malditos gritos de mi verdugo.
No me desvíes de tus ojos negros, por favor. No me alejes de tu tez, del sonido de tu torpe voz al cantar. Qué no daría por volverte a escuchar sólo una vez más.

Cambiaste mi vida e hiciste que yo conociera la mejor faceta del amor, la del correspondido. Porque tú me querías, casi tanto como te quería yo.

Carajo, yo te idolatraba; soñaba con estar contigo para siempre, con la idea de que podrías esperarme hasta que la vida uniera tu boca con la mía.

Te agradezco por regresar tu presencia tan sólo para volver a escribir...

lunes, 29 de enero de 2018

Lamento hueco

Camino, se que aún estoy caminando. Aunque mi cuerpo esté cansado, aunque me pida a gritos el corazón que me detenga... Débil de tanto enterrar mi dolor. ¡Infame dolor que perdura! Doy pasos a costa de mi angustia, de mi maldita ansiedad.

Camino, entre cristales rotos, mi sangre brota imparable, finjo a la tristeza, trato de disfrazar las lágrimas. Mi sangre, la sangre de muérdago.

Ya no puedo más, me digo caminando, ya no puedo más; me digo respirando. Todo a mi alrededor es caótico, me ahogo sin morir... Es una tortura inacabable. Dios, ayúdame; necesito volver a vivir.

miércoles, 17 de enero de 2018

Estoy cansada

Estoy cansada de vivir así, de quebrarme el pensamiento cada vez que alguien se atreve a juzgarme... Estoy cansada de dejar mi vida en manos de otras personas. Ya no quiero seguir creyendo que le debo explicaciones a los demás, que es mi prioridad excusarme con la gente, por cosas que sólo a mí me conciernen. Estoy cansada de perder a mis amigos por esconderme en una enfermedad que nadie entiende, quisiera dejar de depender de lo que me muestra el espejo, necesito dejar de abandonarme a la expectativa de quien nunca me ha querido, de quien no conoce mi historia de vida. Sí, me siento herida, responsable de haber modificado mi destino a merced del mundo. Quisiera haber aprendido a tiempo lo que significa quererse a uno mismo. Estoy cansada de sentir que a mis espaldas la gente hablará de lo que no entiende... De lo que nunca entenderán. Hoy quiero empezar de nuevo, pero esta vez ignorando el exterior, aferrándome a lo que me diga el corazón. Sé que pase lo que pase y haga lo que haga la gente que de verdad me ha querido permanecerá conmigo para siempre. Cualquiera que sea la fuerza superior que dirige mi camino, no me dejes soltar las riendas otra vez.