sábado, 31 de marzo de 2012

No éramos nada, pero éramos felices.


No encuentro mejor manera de agradecerte todo, que escribiéndolo aquí. Probablemente no lo leerás (no me acosas como yo a ti). Pero en todo caso, quiero decirte que brindaste alegría y calma a mi vida, inconscientemente me sujetaste cuando estuve por caerme a la perdición, me diste todo sin siquiera saberlo, casi puedo decir que me salvaste en muchos aspectos. Aunque a veces te enojabas, te ignoraba y nos peleábamos, mientras que el orgullo se burlaba de nosotros, siempre uno de los dos mandaba al miedo a la mierda y daba el paso correcto, haciéndonos volver a ser amigos, a compartir buenos y malos momentos, a escuchar nuestras voces, consolándonos, queriéndonos, dándonos compañía mutua. Mientras ese bendito proceso se repitiera una y otra vez. ¿Sabes qué? Me ayudaste a superar fantasmas, aunque escondo palabras. Más aún a ese fantasma del pasado que me perseguía cada madrugada, que me hacía chillar y estremecerme con solo escuchar su nombre, tanto que suplicaba y exigía que nadie lo mencionase, ese amor que fue tan grande, que lo sigue siendo, pero que ya no duele, debido a ti. Y gracias, porque quiero que sepas lo que siento, lo que pasó la primera vez que te vi, el aura de paz que trasmitías, mi querido nirvana. ¡Eres mi nirvana, amigo mío! Compañero, amante, tú. Borraste muchas cicatrices con solo estar presente, ahora imagínate que más hiciste por mí al compartirme tus propias experiencias, al hacerte tan de mí, de mí. Sé que no somos nada, pero somos felices. No utilizamos esas máscaras impuestas por la sociedad, ni esas malditas etiquetas, no eres mi novio ni mi esposo, no soy tu enamorada, tu novia. Simplemente somos. Somos besos en el aula de atrás, el salón vacío después de las tres, somos escapar de las personas, somos correr hacia ningún lado y subirnos al transporte público sin ningún destino en específico, somos la alegría de nuestra mirada, somos la tristeza de nuestros problemas, de nuestras discusiones infundadas, somos los abrazos que nadie ha visto, las caricias que nadie ha presenciado, somos secreto y no somos nada, pero somos felices.
Sabemos que no existe un futuro entre los dos, tenemos en cuenta que llegará el día de nuestra separación y por ello disfrutamos cada suceso, cada pequeño segundo que podemos pasar juntos. Nunca creí que alguien pudiera sacarme de este lío que soy yo misma, y lo hiciste inesperadamente. No te preocupes, mis lágrimas son de felicidad porque te tengo aún aquí, pase lo que pase, nunca te olvidaré, tampoco borraré de mi memoria nuestras risillas cómplices, ni la forma en que miras mis labios con urgencia, sin poder probarlos en público, sin poder. Y esos arrumacos, sin tocarnos, las miradas lascivas. Eres mi consuelo, mi calma, mi tranquilidad. Amigo, no somos nada, pero somos felices.

Para él.

jueves, 29 de marzo de 2012

Melancólica.


Cuando quieras dormir y no despertar ya más,
Cuando un cigarro tras otro no calmen el dolor,
Cuando la tristeza grita tu nombre vez tras vez,
Melancólica.

El arcoíris de blanco y negro se conforma ahora,
La garganta almacena una serie de púas,
La vida pierde la razón, anhela desvanecerse,
Melancólico.

¿Dónde dejé a la ilusión? ¿A la esperanza?
¿Adónde se ha ido mi alegría?
Cámbiame el nombre,
A melancolía.

Cuando ya no queda un solo pedazo de ti,
Cuando el amor se ha vuelto una sombra despreciable,
Cuando te ocultas debajo de la lluvia,
Melancólico.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Muy pronto retorno.


Una pequeña acción que me hace darme cuenta de que sigues siendo importante.
Dos palabras únicamente.
Un sonido.

Y la lluvia de recuerdos recae sobre mí, no me duelen demasiado,
Me dan una sonrisa, me brindan paz, me traen tu rostro solo para mí.
Bello en mi cabeza.
Tu voz.
Tu mirada.
Tu misterio.
Tu nombre.
Tus llamadas en madrugada,
tus letras en el msn.
Tus 'te amo'
Me aturdo una vez más.

El Innombrable regresó.

Nos faltaremos.


http://youtu.be/6vFeDuueTVo

lunes, 26 de marzo de 2012

El diario de Sam IV


¡Estoy aquí otra vez! ¡Sí, Samanta Revilla! Demonios, si mis hermanos leyeran lo que estoy escribiendo exactamente ahora, me llevarían al psiquiátrico. Las cosas han estado bastante bien, creo. Melanie se encuentra mejor de lo que esperaba, sigue un poco lastimada pero creo que logré hacerle ver las cosas a mi perspectiva, de cualquier manera, todos los perdedores intentamos apoyarla en cada instante que podemos.
El viernes pasado fue la iniciación del nuevo integrante de los perdedores, sí, el chico nuevo resultó ser increíblemente maravilloso, encajó con nosotros instantáneamente. Diego Rodríguez es la persona más extrovertida que he conocido en mi vida, siendo sincera, ese muchacho encaja no solo con los perdedores, ¡Sino con todos! ¿No es fascinante? Yo no soy tan introvertida, pero mi falta de seguridad me da mucha batalla, creo que a Diego le admiro de ahora en adelante. Prosiguiendo a él, viene de otro estado, sus padres se divorciaron y pues…la historia es la misma, se fue con su mamá a…hacer una vida nueva. Me sorprende lo feliz que se le ve, a pesar de sus problemas, ¿será completamente sincero? ¡Quién sabrá! Creo que poco a poco lo conoceré mucho más.
Hablando de la iniciación, primero tuvimos que acercarnos lentamente, para inspeccionar la mercancía (De acuerdo, NO mercancía) Primero nos observó como si estuviéramos locos (Y la verdad es que lo estamos) después yo comencé a atiborrarlo de preguntas de todo tipo, la cosa fue simple, ¿Quieres ser un perdedor? Su sonrisa nos dio la respuesta y fue así que Melanie, Sebastián, José, Caroline, Richie y yo, en un acto casi reflejo, escupimos sobre nuestras manos y se las ofrecimos inmediatamente. Diego hizo lo mismo y supimos que empezaba una nueva historia para los perdedores. ¿No es genial? Cuando la gente se une, la vida es más amena.
Dejando de lado mis fases infantiles, paso a un tema un poco o pensándolo bien, muy deprimente. El sábado fue el aniversario de la muerte de mis padres, de los que tengo un recuerdo vago, y no porque no hubiese convivido tanto con ellos, más bien porque Ángel succionó los recuerdos de ellos de mi cerebro, para evitar que sufriera. Obviamente los primeros días de luto fueron un infierno y siguen latentes en mi corazón, pero lo demás e incluso lo del principio, se esfumó de mí. Aunque simplemente bastó decirme ‘Están muertos’ para desmoronarme. Nunca podré explicar lo que es experimentar la pérdida de quienes te dieron la vida, es algo que un simple cuerpo humano es casi incapaz de sobrellevar y en algún momento logran hacerte sentir perdido, solo. Mi hermano mayor y mi héroe, Ángel David, se acercó a ese día a mí. Y con su mirada tierna y melancólica. Le pregunté si pasaba o necesitaba algo y solo respondió; “Estoy muy orgulloso de tenerte a ti y a Carlos como hermanos, ustedes han hecho que mi vida tenga un motor”. Casi al instante mi garganta se cerró y arrojando mi lap-top al piso me arrojé a sus brazos y le dije algo que nunca volvería a repetir: “Tú nos has protegido siempre, has sido un guerrero y estoy orgullosa de ser tu hermana, te amo. Pero no quiero que estés triste”. Sin dejar de abrazarme, me sonrió y me decidí a hacerlo, a decirle eso que evité por muchos años, “¿Cómo sucedió?” al instante cambió su semblante a uno de negación, después de impacto y finalmente pudo relajarse, lo esperé pacientemente. Me dijo que se había prometido no decírmelo para amortiguarme el sufrimiento, pero supongo que entendió que era necesario que yo lo supiera y que las cosas no se van con simplemente ignorarlas. La historia de la muerte de mis padres es la siguiente: Yo tenía por entonces la edad de diez años, Ángel andaba por la adolescencia y Carlos Fernando le perseguía el paso. Mis padres salieron a un evento muy formal relacionado con el trabajo de mi papá. Mis dos hermanos y yo quedamos al cuidado de una tía a la cual tampoco puedo recordar. Santo cielo, ¿es posible entonces olvidar momentos malos? Veo que sí. Como decía, quedamos al cuidado de ese fantasma. Y ahora recuerdo que Ángel David daba vueltas de un lado para otro mientras que el fantasma me obligaba a quedarme dormida, ¡Ya recuerdo eso! También viene a mi mente la puerta de mi casa abierta con la mirada desgarradora de quien ha visto a un muerto, o a varios, después de eso no puedo recordar nada, todo es sombras, llanto, agonía, todo el dolor en el mundo acumulado en tres huérfanos. Mis padres fueron asesinados a balazos, torturados hasta la muerte. Estuvieron en el lugar incorrecto y en el momento incorrecto y fueron masacrados, creo que con eso digo por qué sucedió lo que sucedió ¡Qué injusta me resulta a veces la vida! Pero somos una pequeña familia muy fuerte. ¿Por qué no nos arrojaron a un orfanato? Quedamos a cargo de la tía-fantasma, después Ángel David se encargó del resto. Vaya, me alargué demasiado. Algunos acontecimientos son tristes, pero la existencia es solo una y se debe aprovechar, ¿No? No sé por qué lo pregunto, un diario no responde. En fin, me siento más tranquila ahora que pude sacarlo de mi pecho y que mi hermano tuvo el valor de contármelo. Ya te diré que pasa después, hoy cierro este ciclo para no destaparlo jamás y juro, siempre tendré la mejor imagen de mis padres y no la última.
Seré feliz.
S. R.

Pd: Amo a mis hermanos con el alma, ellos lo son todo para mí.

domingo, 25 de marzo de 2012

Nunca voy a olvidarte.



Donde quiera que estés ahora, siempre permanecerás vivo en mi corazón.
Tu hermanita siempre,
Corina.

viernes, 23 de marzo de 2012

Es un infierno sin ti.


¿Sería una ofensa decirte que lo siento mucho? No sé cómo excusarme cuando ni siquiera tengo una prueba factible en mi defensa, lo único que soy capaz de decir es que te extraño increíblemente. Te suplico que vuelvas a mí, te juro que nada aquí es igual sin ti, los días pasan demasiado lentos, como en un interminable cilicio. Mi cuerpo ahora es un terreno baldío, privado de tus placeres, de tu encanto, de tu belleza, de tu infinita paciencia para soportarme. De verdad, ella no significa nada a comparación de ti, perdóname por no saber cumplir mis palabras, la única realidad es que a ella no la amo, en lo absoluto. Duele tanto estar lejos de ti, que creo que ya me han cobrado todos y cada uno de mis pecados, desde el momento en que llegué al mundo, hasta ahora. Sé que no existen apologías, pero todo lo que digo es tan real como las lágrimas que desfilan por mi rostro ahora, en una danza torpe y húmeda. Por favor regresa, que tu ausencia sólo me ha traído desesperanza y soledad. Te repito, esa chica no es nada, y si no me atreví a decirte de ella, era precisamente para no hacerte sufrir, ni para que te decepcionaras así de mí, pero me equivoqué, soy un simple humano imbécil que tiene a equivocarse constantemente. Recuerda todos aquellos momentos en los que te dije que te amaba, tómalos y sáciate de ellos, pues todo lo que dije realmente lo sentía y lo siento, hasta el final así será. ¡Entiende! Nunca querría a nadie más, pues nadie posee tu naturalísima belleza, ni tu original personalidad, ¡No existe nadie que pueda siquiera compararse contigo! Me hundo poco a poco, mi amor, y sólo tú puedes darme esa serenidad que mi alma pide a gritos. Regresa a mi lado, o déjame morir para olvidar que te amo. Esta aflicción me acompaña a cada lugar adonde voy, y es que no puedo mantenerme lejos de tus besos ni de tus caricias. No puedo sencillamente dejarte pasar y recuperarme, sería como pedirme dejar de lado la respiración y vivir para contarlo, así de ilógico e imposible. No puedo permanecer sabiendo que te he perdido, perdona todo y comprende mi desdicha, tú eres mi única musa, intúyelo, todos mis versos siempre fueron dedicados a tu persona, sólo a tu persona. Elevaste mi corazón a extremos inigualables, y ahora permanezco para caer en picada directo a un infierno. No me puedes desechar así sin más, ni así de pronto, sé que me amas y por sobretodo sé que me necesitas tanto como yo a ti, te suplico, no perdamos este amor puro por un solo derrumbe. Por nuestros mejores momentos, no te vayas de mí. Estoy tan arrepentido como un asesino accidental, haré lo que pidas, aunque sea lanzarme a perros enardecidos, con tal de conseguir tu perdón. Pues te quiero a ti más a cualquier cosa maravillosa del universo entero, pues toda la grandiosidad que anhelo está dentro de tu magnífico ser, que es objeto de todas mis alegrías. Ninguna otra mentira volverá a dañar nuestro camino, lo aseguro. Deposita nuevamente tu confianza en mí y date cuenta de la obviedad, yo te amo tantísimo, que cada día en que estás ausente, me transformo en un patético intento deformado de persona, y que es tan grande mi tristeza, que parezco más un cadáver. Dejaré en ti la respuesta, ¿Dejaremos perder este hermoso tesoro? No lo dejemos ir, amor, sólo ven a mi lado y decoremos la decepción con más y más amor. No sé mantenerme de pie sin tus abrazos, no puedo abrir los ojos sin ver los tuyos cada mañana. No puedo tenerte lejos y ya. Estoy jodido sin ti. Perdóname, dueña de mis suspiros, perdóname. Y volvamos a ser lo que siempre fuimos.

Contigo venceré.


Nos hemos visto rodeados de tantos horrores, cariño,
Que a veces quiero creer que es un simple espejismo.
¿Qué ha pasado a hora? Cada día que pasaba nos hacíamos un daño atroz,
El brutal destino nos arrancó el amor y su fruto en una mordida feroz.

Me encuentro tan desesperado después del encierro,
Un vacío se pasea por mi interior, se cayó la perfección del ‘te quiero’.
Sé que nada podría volver a ser igual,
Pero también sé, que juntos lo podremos reparar.

Soy un terrible monstruo ahora, incluso para mí mismo,
Maldita pesadez que me ató a la furia, mi niño se ha ido.
Ayúdame a recuperar la fe en mí, rescátame de entre las sombras,
Muy dentro de mi alma podrás observar a quien tiempo atrás amaras.

Sólo si estás conmigo podré vencer,
Sólo si te tengo a mi lado lucharé.
Empezaremos nuevamente,
Dejándole un tributo a la felicidad pasada,
Desechemos las tristezas, reanudemos el amor, reconstruyamos el castillo.
Te ruego, contigo a mi lado volveré a ser el mismo.

De lo contrario, proseguirá mi metamorfosis de inhumano,
No es una amenaza, ¡pero te amo! Y me volveré un psicótico sin ti a mi lado.
Asesino no soy, amor, únicamente soy un infeliz juguete de la vida que no termina de pagar condenas injustificadas.

Trata de imaginar ese futuro que proyecto en mi pensamiento,
Un futuro diferente, una entrada a la nueva existencia, somos uno.
Y nuestro pequeño, nuestra luz, podrá renacer si nos hacemos fuertes.
Podremos volver a tener un bebé en nuestros brazos,
Si tan sólo me permites repararnos.

Eres mi única coartada para mantenerme cuerdo,
No perdamos el aliento,
Empecemos de nuevo, sólo si te puedo tener
Venceré.

Ayúdame a cumplir la promesa que hice a nuestro hijo,
Y aun más allá de la muerte, protejámoslo con un diferente comienzo.

Fruto.


Nunca había entendido la palabra papá, hasta ahora.
Eres tan minúsculo, tan frágil, y tan perfecto para mí.
Quiero sostenerte entre mis brazos y protegerte siempre,
Como si hubiera sido hecho para cumplir la misión de un fornido guerrero.

Nunca pude ver la magnitud de la palabra papá, sólo ahora.
Trato de imaginar nuestros momentos juntos, ¡todo lo que podría enseñarte!
La alegría aumenta viéndome siendo quien te presente al mundo, ese quiero ser yo.
Más que cualquier cosa, no dejaría que nadie te hiciera daño,
Hijo mío, débil fruto de un amor irrompible.

Eres la luz que enciende mi camino, es la primera vez que te veo y ya significas todo.
Anhelo recorrer montañas, ciudades, lejanías, aventuras, contigo en mi hombro.
Seré yo quien te muestre los valores de un buen camino, hijo mío.
Como haber nacido para cumplir la misión de un fuerte guerrero.

Coro.

Observa aquí y allá,
Para ti sólo hay magia, quizás más.
Nada te faltará mientras yo siga vivo,
Entendí esta fuerza paternal, ahora que estás conmigo.

Abre tus ojos, ríe, retuércete, llora.
Conoce el mundo, acurrucado en mis manos,
Tu escudo será siempre sentirlo, nosotros te queremos.
Nada malo te sucederá, lo prometo, ni nunca, ni ahora.
Ni ahora, ni nunca.

Siempre creí que ser padre implicaba problema,
Imposible, se equivoca, semejante blasfemia,
Llegaste al mundo para enseñarme el arcoíris,
Debo cumplir la misión de un invencible guerrero.
Sería tu héroe inmortal si pudiera.

Construiré una casa del árbol,
Me columpiaré como un niño, contigo.
Compartiré desvelos para detener tu llanto,
Cambiaré tus ropas si es necesario.

Hoy te veré toda la noche, sobre la cuna,
Te admiraré ahora y siempre, pequeña ternura.
Mi fruto, hijo mío.

Coro.

Observa aquí y allá,
Para ti sólo hay magia, quizás más.
Nada te faltará mientras yo siga vivo,
Entendí esta fuerza paternal, ahora que estás conmigo.

Abre tus ojos, ríe, retuércete, llora.
Conoce el mundo, acurrucado en mis manos,
Tu escudo será siempre sentirlo, nosotros te queremos.
Nada malo te sucederá, lo prometo, ni nunca, ni ahora.
Ni ahora, ni nunca.

Soy y siempre seré tu guerrero.
Más que eso,
Soy y seré siempre tu papá.

Serenidad.


Me cuesta tanto empezar a expresar esta melodía,
Dicen que cuando eres feliz no existe el arte en la lírica
Sólo en el corazón y es cierto, juro por cada día que mi alma resurgía
Podría asegurarles a las aves de aquel paisaje, de amor no conocía.

Tantos momentos de desilusión, tantas cuentas saldadas con el destino,
Oh, grata felicidad que me acompaña ahora, todo valió por estar contigo.
Tú me envuelves de tu cariño y me complementas con tus besos,
En ningún tiempo imaginé abrigar algo parecido,
Un ‘te amo’ no me alcanza para resumir lo que causas en mí.

Coro
Quiero que sepas que me haces inmensamente feliz
Con sólo estar aquí, llenándome la existencia de ti.
Ah, sabes que es verdadero, el aire llena mis pulmones,
La luna será testigo de este amor que no se quiebra.

Entérate ahora, que no te alimente la duda,
Posees el único poder de abrirme a la dicha,
Oh, eres la chica que comparte mis éxitos y consuela mis decepciones.
El sol será espectador de mi promesa, ‘para toda la vida’.

Eres preciosa en cada faceta,
Enojada o apenada, siempre estás para mí.
Y ahora que la fusión de nuestra entrega llegará representada;
Sí, en un diminuto ser que perfeccionará nuestra existencia.

Las lágrimas en mis ojos comenzarán a desfilar,
Nunca de amargura, sólo de creciente paz.
Luces en mis ojos como una bella diosa,
En cada momento que te cruzas por aquí,
Modelando aquél bulto de amor que completa mi serenidad.

Tu belleza es desmedida, eres excesivamente preciosa,
Más aún con esa semillita pura, aguardando en tu interior.
¿Quién puede ser más afortunado en este mundo si no soy yo?
Sólo ese espíritu explorador que en tu vientre se está volviendo superior.

Con tanta dicha sería difícil no amarte.

Coro
Entérate ahora, que no te alimente la duda,
Posees el único poder de abrirme a la felicidad,
Oh, eres la chica que comparte mis éxitos y consuela mis decepciones.
El sol será espectador de mi promesa, ‘para toda la vida’.

Eres preciosa en cada faceta,
Enojada o apenada, siempre estás para mí.
Y ahora que la fusión de nuestra entrega llegará representada;
Sí, en un diminuto ser que perfeccionará nuestra existencia.


Sé que soy heredero de fortunas.
Sé que tengo todo lo que quiero ahora,
Sé que no amaré a nadie más que no seas tú,
Exceptuando a aquella pequeña flor desplegándose dentro de ti,
Nuestro afortunado y amado… bebé.

Adentro tuyo.


La siguiente 'conversación' fue escrita para una novela especial, espero que no les parezca muy intenso, y si eres de mente cerrada y pudorosa, vete de aquí.


Él: Ahí en tu interior existe una humedad férvida y suave,
Un calor que hierve sofocándose, anhelando que allí me hunda profundamente.

Ella: Tu cuerpo guarda un espacio para mí. Y mi sexo muere por guardarte dentro mío, tanto tiempo. Una magia impura surge mi entrepierna, esas ganas de consumarnos.

Él: Labios que añoran tu boca, lengua vuelta bailarina entre tus dientes, ¡Cuerpos insomnes en súbita excitación, desesperados, anhelantes!

Ella: Boca que acepta tus labios, corazón desprendiéndose de mi pecho por cada una de nuestras sacudidas. ¿Sabes que me extravío en tu cuerpo? Y me busco desesperadamente, en tu pecho rudo, en tu miembro que aún se escapa del roce de mi piel, en todo existente dentro y fuera de ti.

Él: Disfrutemos el rumor, este momento la presencia de nuestros sexos es lo único vital,
Mantente tendida a mi lado, en medio de la noche, vivámonos.

Ella: Amante, amigo, nombre que delata mis gemidos. No te detengas te pido, arráncame el aliento con tus vaivenes, hazme sentir que somos poseedores del universo entero. Intentemos que cada estrella represente un orgasmo.

Él: No nos mantengamos quietos, saborearemos la exquisitez de la cama, testigo de nuestro acto.
Te contemplo desnuda, sin tapujos, bella. Tus pieles entre las mías, exijo las caricias, el sudor, tu sabor y el mío.

Ella: ¡Qué provocación! ¡Si se escucharan todos los pensamientos lascivos que se transportan en mi cerebro en este instante, estaría ya en el infierno! Siénteme como yo te siento a ti, espíritu y entidad se convierten en confidentes del sexo y del amor. ¡Dolor penetrante y dulce!

Él: Recorro con mis dedos tus pulidos senos, tu cintura delicada, tus muslos melosos y húmedos,
Acaricio aquel centro que me amplía de vibraciones y fantasías, que me convierte a la fiereza.
Adán profanó a Eva.

Ella: Eva permitió que Adán la profanara. Alcanzo la cumbre de esta fogosidad, de mi goce y placer, las palabras se me escapan. Sólo existen balbuceos, proporcióname más, cariño mío, más.

Él: Me pierdo en tus acompasados movimientos, te envuelvo entre mis brazos y de una manera enloquecida te hago mía y me hago tuyo, únicamente tuyo. Atrapamos la cúspide del placer físico y espiritual.

Ella: Oh amor. Te has adueñado de mí como un león persigue a su presa. Y al mismo tiempo yo me aferro a tus cabellos, arrastro mis uñas en tu fornida espalda. ¿Acaso puedes estar aún más dentro de mí? ¿Acaso?

Él: El íntimo arrullo de dos cuerpos entre el oleaje de las sábanas, las ansias de fluctuar la piel. Cuanto te tomo y me tomas soy capaz de sentirlo todo; doloroso, delicioso, el gozo termina por mantenerme fuera de mí.

Ella: Estamos íntimamente unidos, nos hemos convertido inesperadamente en uno solo. Me falla la respiración, y eso irónicamente me fascina, me envuelve en una brillante paz.

Él: Acaricio con la punta de mi nariz la forma de tu pequeño ombligo, saboreo cada lunar que se atraviesa en mi camino, pruebo una vez más tus labios, tus ojos, tus mejillas. Mi lengua no puede evitar rodear tus pezones con necesidad, infinita necesidad de ti.
Hasta llegar al límite del pecado mortal.

Ella: Y vaya que hemos llegado al pecado mortal, extrañamente no me importa. No dejes de olfatearme con tu perfecta nariz, alcanza hasta los lugares más recónditos de mi ser y sabré corresponderte bien. Mis erectos pezones piden por tu boca y tus duros dientes. No dejes de desearme, porque yo no lo haré.

Él: Quiero sorprenderte, en el suelo, en la cama, arrimando a tu cuerpo mi cuerpo, estrujándote y entrando en ti, mordiéndote.
Permanezco, dentro de ti.

Ella: Permanecemos amor, permanecemos.

Cuesta abajo.


¿Las cosas van bien o van mal?
A veces ni siquiera lo sé y me pierdo en confusiones, así es.
Idealizo tantas cosas que nunca se concretan, o casi.
¿Qué sucederá al final?

Todo va cuesta abajo,
Mi existencia quizás simplemente es un trago amargo,
¡Y nada pasa y eso hace que todo empiece!
Mi cabeza es una condena, me encuentro varado,
Pierdo cada juego y gano más soledad.

Me visualizo decaído,
¿Dónde está el amor al que con imbecilidad idolatraba?
Se fue, nunca le hallé, cuando más le necesitaba.
Trepo árboles igual de viejos que mi alma, he caído otra vez,
Amor, yo te adoraba.

Aún siento esa mirada sobre mí,
Aquella que lograba hacerme existir.
Me voy a matar, cortándome el cuello, terminando con esto.
No fue bueno enamorarse.


♫Quisiera ser el dueño de todos tus sueños, quién te abrace y diga '¡Ay, cómo te quiero!' Quisiera estar siempre en todos tus planes, tenerte conmigo y nada nos separe. Quisiera que nunca te fueras tan lejos, tenerte para cuando muera de viejo y que los días pasen y nunca se acabe esto que por dentro me quema el pecho♫

jueves, 22 de marzo de 2012

Reina de Uxmal.


Esperen, ¿otra vez esa canción? ¡Chale!
¡Dígannos traumados entonces!

Cuéntame porqué, reina de Uxmal,
tus ojos verdes ven a alguien más.
Creo que es mi culpa tu alejar,
pues te cansó mi inseguridad.

Me dijeron que él es mejor que yo,
mucho mejor que todo mi amor.
Una amiga tuya ya me contó,
que hasta te enseñó a jugar dominó.

Ven, te doy la razón
y pídeme un deseo
reto a que no, no es mejor,
Nadie en duda como yo.

Cuéntame, le dices que lo amas ya
¿así como a mí o éste es de verdad?
Cuéntame, ¿le diste sus besos ya?
yo aún no olvido el cuarto de atrás.

Ven y cuenta hasta diez,
y pídeme un deseo.
Yo sé que no, no es mejor,
no me gana en el temor.

La carta que te di, no supe qué pasó,
mi corazón te abrí y ahora me siento menor.
No soy pro del rencor,
nací del pundonor,
regresa por favor.

Ven te doy la razón
y pídeme un deseo
yo sé que no, no es mejor
no me gana en el temor.

No es mejor, no es mejor
y pídeme un deseo
no, no es mejor
no te cuida como yo.

miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Qué es la poesía?


Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente.

Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder de todas formas. Contra invisibles huestes.

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.

Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente,
abres mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretos sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.

Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donda pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.

lunes, 19 de marzo de 2012

El diario de Sam III


Hola de nuevo. ¿Sabes qué? Siento que hoy carezco de inspiración pero no quiero perder la costumbre de escribir. La semana pasada te platiqué de la fiesta de cumpleaños de Ángel David, bueno, fue un desastre total. Pero eso no lo quitó lo inolvidable a la fiesta. Las bromas pesadas que había planeado con Carlos Fernando terminaron siendo frustradas y todo nos salió al revés. En resumen, terminé cubierta de pastel de chocolate con fresas y pedazos de globo con harina. ¡Qué excelente día! Prometo, la próxima vez obtendré mi venganza. ¿Qué si soy infantil? No planeo amargarme todavía, querido y jodido diario. No entiendo porqué te hablo como si fueras una persona, pero me agrada. Me gusta hablar conmigo misma, aunque la ‘masa’ lo considere locura, en fin.
También te hablé de mi pecosita, Melanie. Se llevó una decepción con su chico especial, ya sabes, el que te conté que era todo lo contrario a ella. Mi pecosa intentó acercarse a él y él se portó como un idiota. Hoy me sentí tan mal al verla llorar, y no poder encontrar algún consuelo para su corazoncito de cristal. Creo que me equivoqué, pero fui a buscar al bastardo ese, le grité las sandeces más aborrecibles que se me ocurrieron en ese momento y culminé mi triunfo, arrancándole unos cuantos cabellos. ¿Hice mal? No lo sé, pero nadie se mete con mi pecosa, ella es una niña demasiado dulce para que la hagan sufrir. ¿Por qué la vida es así? Parece que a la gente más imbécil le va más bien, mientras que a la más inocente se la lleva la reverenda chingada, ya no creo en nada, juro que no lo hago.
Cambiando radicalmente de tema, esta tarde salí con Caroline, ‘la chica ruda’ así le dicen desde ahora, ¡qué risa! Pero te decía, la acompañé a un lugar muy extraño, como de esas tiendas de vestimenta gótica, pero más horrorosa, en el sentido más lindo de la palabra, creo. ¡Vieras las cosas que había ahí! Pinches artículos de broma que ni sabía que existían. Me regaló una pulsera con forma de rata por haberla acompañado, ¿de verdad tendré que usarla? Ug, creo que sí.
Terminé de leer el libro de Sarmiento, debo decir que no estuvo tan mal. Creo que empezaré a revisar otro tipo de lectura, esa me dejo algo así como un vacío existencial.
Lamento escribir tan poco, pero en realidad no han pasado muchas cosas. ¡No he hablado con el tipo nuevo! El club de los perdedores está probando una clase de iniciación para unirlo a nuestro grupo, ¿Llenará los requisitos?
Ya te diré.
Seré feliz.
S. R.

domingo, 18 de marzo de 2012

Yo confieso | Roberto Rocha



Todo lo que Roberto dice, es casi todo lo que soy también.

Conversaciones, música y café.


Todavía recuerdo la primera vez.
Gestos tan tuyos y tan míos. Un saludo, una sonrisa.
Encuentros casuales, ¿Será el destino?
No ha dejado de importarme.

Espero que aún exista ese pequeño hilo que te unía a mí,
Dime que me odias o que me amas, da igual.
Recuérdame como alguna vez fui,
O fuimos. ¡Dímelo a mí!

¿Volverás a sus brazos como un lobo?
No sé donde quedarán los momentos, las aventuras.
La coherencia y la incoherencia de un amor de lejos.
¡¿Y qué?! Han pasado muchos años ya.

De pronto aparezco en un parque solitario, otra vez.
El mismo lugar que visitaba cuando quería acordarme de ti.
Mi boca calla tantas cosas, tantas verdades y solo arroja mentiras,
De esas mentiras que dañan por dentro, pero adornan las apariencias.

Tu rostro permanece en mi cabeza para siempre.
Para siempre.

Adentro de mis sueños | Cipactli Pérez

Shiver.

sábado, 17 de marzo de 2012


El amor es el funeral de los corazones,
Y una oda a la crueldad.
Cuando los ángeles lloran sangre,
Sobre flores abiertas de maldad.

El funeral de los corazones,
Y una súplica de misericordia.
Cuando el amor es un arma,
Separándome de ti.

Ella era el sol, brillando sobre la tumba de nuestras esperanzas,
Y sueños tan frágiles.
Él era la luna pintándote,
Con su resplandor tan vulnerable y pálido.

El amor es el funeral de los corazones,
Y una oda a la crueldad.
Cuando los ángeles lloran sangre,
Sobre flores abiertas de maldad.

El funeral de los corazones,
Y una súplica de misericordia.
Cuando el amor es un arma,
Separándome de ti.

Ella era el viento,
Portando todos los problemas y miedos que durante años intentó olvidar.
Él era el fuego, inquieto y salvaje,
Y tú fuiste como una polilla hacia esa llama.

El pacto hereje más allá de lo divino,
Rezar a un dios que está sordo y ciego.
La última noche el alma arde,
Tres pequeñas palabras y una pregunta; ¿Por qué?

El amor es el funeral de los corazones,
Y una oda a la crueldad.
Cuando los ángeles lloran sangre,
Sobre flores abiertas de maldad.

El funeral de los corazones,
Y una súplica de misericordia.
Cuando el amor es un arma,
Separándome de ti.

viernes, 16 de marzo de 2012

¿Cómo podré dormir hoy?


Hay momentos en los que siento que me pierdo. Por instantes diviso sólo oscuridad y amargura. ¿Por qué? Es cierto lo que dicen, la vida es una montaña rusa, una inmensa. Es que cuando estoy por llegar a la cima, me siento tan completa, y cuando de manera cruel, vuelvo hacia abajo, me hago amante del vacío. Nunca soy quién soy y a la vez soy siempre yo. Es extraño. Pero todos nos sentimos felices en alguna ocasión…Y también tristes. Así es esto. Terrenal.
¿Faltan más nombres por remarcar o por tachar? Jamás habré de saberlo completamente. Cada paso que decido dar es una nueva experiencia, aunque corra desmedidamente, huyendo, tengo que terminar cada trayecto que haya iniciado, sea cual sea su punto de culminación. Y dedicarme a abrir otras puertas, unas estropeadas y quizás otras de oro. No hay nada escrito, quién piense lo contrario no conoce en absoluto los problemas y tropiezos que existen en la vida.
Hoy me alcoholizaré hasta que mis lágrimas ardan, hasta que flaquee mi cuerpo, hasta que los berridos se transformen en risas descontroladas. Mañana iniciaré otra batalla conmigo misma, como ya he dicho; así es esto. Trataré de dormir de la forma más extraña. Quiero pensar en su mirada oscura, su cabello azabache, sus labios. Eso me da paz, me trasmite calma. Qué ironía. Me aferro a su recuerdo para sentirme bien, ¡Cuando antes me aferraba al borde de mi pozo personal para escapar del dolor de su reminiscencia! Pensaré en sus palabras consoladoras, o no. Imaginaré otra vez la forma de su rostro, la punta de su nariz, su postura despreocupada, sus manos infantiles, su niñería que siempre me provocó ternura.
Únicamente eso me ayudará a dormir hoy.

jueves, 15 de marzo de 2012

La libertad de mi espíritu.


Me gusta la libertad, me gusta ser quién soy. Y nunca quiero temer por cosas superficiales e intrascendentes. Me gusta llorar y al final de todo darme cuenta de lo feliz que puedo ser si yo me lo propongo. Quiero vivir mi vida y tener amigos a mi alrededor, pocos, muchos, ¿eso importa realmente? Quiero disfrutar de mi juventud, así como me deleité con mi niñez, y así hacerlo con mi madurez y mi vejez, después con mi muerte. Quiero morir en paz conmigo misma, sabiendo que aporté algo a la humanidad, ¡Cualquier cosa! Quiero gritarle al mundo mi menester y convertirlo en algo más que un secreto indefenso. Quiero tener todo lo que jamás imaginé, quiero afrontar las consecuencias de mis actos, quiero olvidarme de esta maldita inseguridad acosadora, quiero brillar como las estrellas y de ser posible, ser una de ellas. Deseo recorrer la luna y todo lo que esté más allá de mi planeta, aunque sea en sueños. Quiero viajar, leer, escuchar, sentir, amar, odiar, quiero que todo lo bueno y lo malo marquen mi vida antes del final. No quiero sentir miedo, decepción, vencimiento, cansancio, no quiero dormir, pero sí quiero fantasear. No quiero monotonía, agotamiento, depresión interminable, negrura infinita, no quiero una metamorfosis de oscuridad. No quiero perderme en el camino, no quiero dejar de luchar. Quiero ser fuerte, sin necesitar nada que no sea mi propio pensamiento, mi cerebro. Edana, Andrómeda.

Quiero demostrar mi cariño, sin reproches, sin acusaciones, sin un juez.
Y quiero ser feliz. No una felicidad desmedida de una hora, un día, un mes, un año.
Quiero ser feliz completamente.
Mi nirvana.

“Escribo porque mi cerebro se comunica mejor con mis manos que con la lengua. Porque el papel es un filtro, una coraza, entre mis palabras y los ojos del otro. Porque me odio menos escribiendo que hablando. Porque mientras escribo puedo corregir, escoger una por una las palabras y nadie me interrumpe ni se desespera mientras las encuentro. Por un ameno vicio solitario.”

Vía Tumblr.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Nuestra realidad


Diversidad de dudas transitan mi mente. Ella me dijo, lucielovesyou me informó; no dejes de escribir. Habla de la mierda que desees pero nunca pares de escribir. Y así lo hice y así lo he hecho. Mientras a mi alrededor ellos se drogan hasta escapar de la realidad, yo escribo. Ellos se alcoholizan y forman orgías, yo escribo. No acostumbro a regalar mi atención a sucesos llanos de la vida, a momentos preparados para ser olvidados. Nada de eso me interesa.
¿Dónde acabaremos? Si al final la muerte nos arrastra a la misma miserable inexistencia. La diferencia radica en la manera en que vives la vida mientras tuviste la oportunidad de hacerlo. ¿Aprovechaste cada minuto? ¿Disfrutaste cada maravilla de la naturaleza? ¿Escuchaste tu canción favorita? ¿Amaste, odiaste, necesitaste? ¿O al final te convertirás en un mal recuerdo o quizás ni eso? Ella me dijo que no dejara de escribir. Quiero existir aún cuando muera. Que al pasar los años y alguien pueda leerme, yo viva. Ahí en medio de las letras inanimadas, sobre los versos y los sentimientos, siendo lo suspiros del lector los lapsos de mi propia respiración, eso quiero ser.
Eternas escrituras, eso tendrá mi epitafio.

lunes, 12 de marzo de 2012

El diario de Sam II


¿Te acuerdas de mí, libreta barata? Perdón, diario íntimo o quizás no tanto. Ayer Fernando casi te profanó y estuve a punto de asesinarlo, literalmente. Prometió no volver a hacerlo. ¿Le creo? Perdón, esta no es una forma de saludarte. Hola de nuevo, creí que más no escribiría porque no soy buena construyendo mis sucesos en letras, pero aquí estoy, será por algo.
Estos días han pasado muchísimas cosas. Por ejemplo, el viernes en clase de química, Caroline hizo que todos saliéramos huyendo del laboratorio, al destapar un líquido amarillo con un olor sumamente hediondo, la maestra se desmayó. Al salir, mis risas se combinaron con las de todo el grupo que aplaudía maravillosamente a mi amiga al lograr cancelar de una forma increíble una monótona y tediosa clase más.
¿Qué más sucedió? ¡El cabello de Mariana Murillo se llenó de chicle! ¡Tendrán que cortárselo a rape! No diario, te juro que no tuve nada que ver, bueno, sí. Se denota mi madurez.
Comencé a leer un libro de Diana Sarmiento que se llama ‘El inicio del final’ creo que de ser posible, me casaría con uno de los personajes de dicha obra, sabes a lo que me refiero.
El jueves por la tarde Sebastián vino a visitarme, aunque mis hermanos no lo soportan, dicen que ‘me ve como si quisiera violarme’ ¡vaya par de idiotas! Muy preocupados, y me dejaron sola con él, tras irse en busca de conquistas en algún bar asqueroso.
Por supuesto, Sebastián es un caballero, pasamos las horas viendo películas de masacres, matanzas, fantasmas psicodélicos, asesinos seriales y esas cosas. ¡Se nos ocurrió una manera bastante adecuada para deshacernos de Mariana! Bueno, es sólo imaginación, no te preocupes, no me gusta la cárcel, en serio. Después conversamos sobre los problemas mentales de las personas y sobre los miedos más tontos, tuve que confesarle mi temor a los aviones y no precisamente a estar en uno y que éste caiga en picada al asfalto, sino al sonido que proporciona cuando se acerca. ¿Por qué? No lo sé ni yo misma. Él me dijo que le tenía miedo a la muerte y que le daba vergüenza, ¿cómo es posible? Es uno de los temores más normales de las personas. ¿Qué no toda fobia proviene del terror a ser herido o asesinado? Sebas me dijo que por eso no le agradaba relacionarse con las personas, porque no quería quererlas y luego perderlas, comprendí eso al instante y recordé a mis padres, un nudo se formó en mi garganta. Durante varios minutos permanecimos abrazados y supo decirme que jamás quería perderme, ni a mí ni a nadie del club de los perdedores.
Escribir eso me desanimó un poco, pero la vida me ha enseñado sus reglas y simplemente, aunque algunos los nieguen, tendremos que seguirlas, el final: la muerte. No hay más.
Me alargué con lo de Sebas, lo siento. También estuve con mi pecosita Melanie, ¡la condenada está enamorada! Lo más bizarro del asunto es que está enamorada de un vagabundo, no literalmente claro, pero para mí lo es, después te contaré como es él, pues esa es otra historia. El sábado, José se embriagó, lo maquillamos y arreglamos coquetamente para después tomarle fotos y chantajearlo, ¡fue tan divertido! Estos días han sido los mejores. ¡Espero que mejoren!
Pd: Llegó al colegio un alumno ‘nuevo’ del que todos hablan, tanto mal como bien, lo único que sé es que su nombre es Diego. Ya te contaré que clase de persona es cuando lo conozca. Tengo que irme otra vez, Carlos Fernando está planeando una fiesta de cumpleaños para Ángel David, queremos que todo salga perfecto, incluidas las bromas pesadas.
Te haré saber qué más sucedió el lunes que viene.
Seré Feliz.
S. R.

domingo, 11 de marzo de 2012

No sabes lo encantador que eres.


¿Acaso alguien me demostró que enamorarse era algo sencillo?
¿Qué en el amor se es bien correspondido?
¿Qué todos los momentos que pasaríamos estarían rociados de alegría?
No.

Amar no es suficiente, pero aún así es la pieza clave de un comienzo.
¿Sabes? Te volviste maravilloso. Y te aborrezco, te odio, te adoro y te quiero al mismo tiempo. Te hiciste constante, desolador y esperanzador. Un desastre de emociones tan mías, tan tuyas. Entonces recuerdo la frase de una colega, “Su presencia me vuelve luminosa, mas cuando me sustrae la fuerza de su amor, vuelvo a quedar como antes”. Nunca lo olvido, es lo que me pasa ahora y siempre. Un cliché tal vez.

Al ver el amanecer, pienso en ti instantáneamente.
Al admirar el anochecer, vuelve tu imagen.
Al surgir mis suspiros, tú sabes que son por ti.
Cada palabra en cualquier momento, de la forma más imbécil, te lleva a mí.
Y entonces, me pregunto, ¿Es amor, obsesión, capricho? ¿Qué eres?

Fumo un cigarrillo, luego dos, después tres.
El humo llena mis pulmones de porquería y de pronto,
De mi boca sale en forma de corazón. Caigo en la cuenta, ¡yo no fumo!
Después escupo, apago el último cigarrillo y lo arrojo al basurero.
¿Es enamoramiento?

Me ahogo en licor, mi garganta duele, hierve, ¡hiere!
Sigo sorbiendo cervezas o vinos corrientes, recuerdo, vómito, dolor, remordimiento, ¿es él?
Reflexiono, ¡Yo detesto el alcohol!
Prosigo a deshacerme de todo lo anterior, arrojándolo al inodoro, jalo la palanca.
Mi vista imprecisa todavía tiene el descaro de ponerte frente a mí. ¿Te amo quizá?

Recorre el tiempo mi guarida – mi escritorio-,
Ataca mis lápices sin punta, destruye mi libreta, acaba con mi inspiración,
Me hace arrinconar los versos que tenía preparados para ti,
Recuerdo, ¡Yo no soy poeta! ¡No soy escritora! ¡Solo soy esclava del (des)amor!

Entonces empieza a sonar una canción que me confirma todo,
Una melodía que simplemente ha dicho ‘no sabes lo encantador que eres’.
¿Eres tú mi encantador, amor?
O puede simplemente ser, una historia más.

Iris.

Trouble

viernes, 9 de marzo de 2012

Una conversación con el abuelo.


El otro día platicaba con mi abuelo, después de pasarle sus cigarros y prepararle su taza de café con dos cucharadas de azúcar. Nos acomodamos en las sillas del patio trasero.
-Abuelo, ¿Crees en el amor? – le pregunté sonriéndole.
-¡Qué pregunta hija! – Rió él – A mis ochenta y tantos años no he encontrado la respuesta a esa pregunta. Hija, el amor es un misterio, así como la muerte.
-No suena como un misterio que den ganas de revelar – susurré.
-Tal vez – respondió con mirada dulce y enternecedora.
Observamos en silencio el amanecer, admiramos la salida del sol y disfrutábamos de la melodía que los pájaros y la cuchara del café formaban. Mi abuelo encendió su cigarro con pulcritud y cierto atisbo de melancolía.
-Yo amé a tu abuela – dijo al fin – Desde el primer instante en que la vi entrar al salón de clases supe que íbamos a estar juntos. Y no creas – rió – me costó mucho tiempo conquistarla, ella no era chica de flores y chocolates, por el contrario, ella aspiraba a mejores cosas y acepté con tristeza que quizás ella era demasiado maravillosa para mí. Pero cuando dejé de cortejarla ella se acercó a mí, dijo que me admiraba por ser sincero con mis intenciones y después me dijo que era un idiota por haberme rendido tan fácil. Le conté qué sentí cuando le conocí, las cartas que le escribí y que nunca le envié. Nos hicimos mejores amigos. ¿Sabes, hija? Es la primera clave del amor, una pareja para que funcione tiene que entenderse y la mejor forma es siendo amigos primero y darse cuenta si vale la pena pasar por todas las penurias del amor. Tómalo en cuenta.
-Claro que sí, abuelo – suspiré - ¿Qué ocurrió después?
- Sí, lo que imaginas hija, después de dos años de amistad nos hicimos novios. Tomando en cuenta que me hizo declarármele frente a todos en nuestra graduación de la preparatoria. Muchos me odiaron y envidiaron. Y desde entonces nunca me separé de tu abuela, hasta que ella murió – sonrió con amargura.
-¿¡Tanto tiempo estuvieron juntos!? – Grité sorprendida y emocionada la mismo tiempo.
-Así es – rió mi abuelo de forma traviesa.
-Entonces, ¿por qué dudas de…?
-No dudo que exista el amor – me aseguró – pero dudo que dure para siempre. Siento que cuando muera no podré encontrarla o que ella me haya olvidado.
-¡Ay abuelo! – Me exasperé un poco – Si tú aún sientes que la amas y la recuerdas con amor cada día de tu vida, la mantendrás viva en tu memoria y por ende su amor perdurará. Porque cuando tú no estés abuelo, yo recordaré su afecto, lo pondré en práctica y se lo heredaré a mis hijos y mis hijos a sus hijos, y así sucesivamente. El amor siempre se sentirá.
-¿Por qué me cuestionas entonces si ya lo sabes? – Sonrió él.
-No lo sabía hasta ahora – tomé su cigarro, lo apagué y arrojé al basurero.
-Es cierto – aceptó mi abuelo dándole un sorbo a su café – el amor se transforma…
-Pero dura para siempre – Finalicé sus palabras y continuamos deleitándonos con la luz del día.

jueves, 8 de marzo de 2012

El diario de Sam I


Me presento, querida libreta de cuadros grandes, que me costó veinte pesos con cincuenta centavos, sin ningún tipo de dibujo más que una humilde estampilla de Harry Potter. Mi nombre es Samanta Revilla, tengo diecisiete años de edad, estudio en la escuela preparatoria no. 2. Tengo dos hermanos mayores que se encargan de llenarme la vida de diversión y aventuras; Ángel David de veintiún años y Carlos Fernando de diecinueve. Ambos están enormes, son fumadores, mujeriegos e inmaduros, pero los amo.
Los tres vivimos en una casa muy bien acomodada, en una colonia que se llama Las Rosas.
Nuestros padres murieron hace muchos años, los recuerdo muy poco.
Ángel David se encargó de sacarnos adelante y a pesar de que a veces actúe más como un niño de quince años, cuando se trata de protegernos se transforma en un adulto responsable. Él es mi motor y mi ejemplo.
La preparatoria se ha vuelto pesada estos días, hoy tuve una discusión con ella, Mariana Murillo, la persona que menos soy capaz de soportar en el mundo. La chica es superficial, hipócrita, mentirosa. ¿Sabes qué es lo peor? Fue mi mejor amiga. Pero esa es…otra historia que te relataré después.
Fuera de eso, mis cinco mejores amigos me hacen olvidarme de todo eso, dándome distracción y apoyo. Está; José, el testarudo, loco y el más divertido del grupo, nuestro club de perdedores, como alguna vez escribió Stephen King. Después está Melanie, la pecosa venida del extranjero, tierna y extremadamente dulce, es algo así como la psicóloga del club. Siempre nos hace reír con su acento. Luego tengo a Sebastián, un alto muchacho rubio, misterioso, reservado y sumamente guapo. Alguna vez me gustó, lo admito, pero al conocerlo mejor, descubrí que nos entendíamos tan bien, que encajábamos casi perfectamente, que no podíamos más que ser los mejores amigos.
La penúltima es Caroline, una chica punk de cabello verde y maquillaje extraño, es tan ruda que juraría que por dentro es más un chico que una chica. Al principio creí que ella nos causaría problemas, pero al tratarla descubrí lo maravillosa persona que era, sé ahora que se pondría frente a una bala por todos sus seres queridos.
El último del club es Richie, es parecido a José pero mucho más problemático, pasa sus días en la dirección de la escuela y ha sido suspendido más de seis o siete veces. Lo adoro. A pesar de todo, su capacidad intelectual es la más sobresaliente del club P.
¿Alguna vez alguien del futuro leerá mis letras o sólo desaparecerán?
Diario, creo que al conocerte me conozco.
Tengo que irme, Ángel David quemó el espagueti que estaba preparando. (le insistí en hacerlo yo pero me aseguró de sus dotes culinarios) Correré a arreglarlo todo antes de que explote la cocina.
Ya escucho las risotadas de Fernando y el olor de la comida quemada me irrita la nariz.
Te escribo la próxima semana.
Seré feliz.
S. R.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Enamorarse? ¿Eso es esto? ¡Ya no me acordaba!


No está tan mal enamorarse de nuevo. Aunque la cicatriz de la herida de un amor del pasado que significó tanto siempre estará presente, de eso no lo dudo. ¿Pero saben? Volver a vivir esa sensación de paz, claridad, alegría y, ¿por qué no? Desesperación, es una maravilla, lo juro. Caer de nuevo en el trastorno de la espera, los celos irracionales, las ganas de verlo, de hablarle, de tenerlo cerca. ¡Vaya impresión desempolvar el corazón! Limpiar las laceraciones, curarlas, adoptar un nuevo sentimiento, algo que no reemplace, pero que sí sane. Renacer de los escombros de unas lágrimas viejas, inservibles e inútiles, pero sobretodo vanas. Crear, imaginar, ilusionarse, correr el peligro de volver a sufrir y de escalar sin instrumentos una nueva montaña. Bello es el amor así, con todas sus imperfecciones, sus barrancos, sus sorpresas, sus misterios; bello es el amor. ¿Descubrir lo hermosa que es la vida? Jajajaja sí lectores, ¡sí! Estoy enamorada, profundamente. Ni yo misma puedo creerlo, a veces tengo temor, me escondo y niego esto. Pero días como hoy anhelo gritarle al mundo mis ganas de él. El pasado está quedando atrás, no quiero olvidar, pero puedo recordar sin herirme, ¿puedo? ¡Claro! ¿Qué me sucede? No lo sé, pero esta metamorfosis me hace borrar de la memoria a la muerte, a la oscuridad, el abismo, el pozo en que me hundo, ¡Alcancé el borde, mi niño! ¡Lo alcancé de verdad! Procurabas mi felicidad, ¿no? Ya somos dos. Este sitio quizás ya no tiene sentido, pues mis pensamientos han cambiado, ¿no os parece? Aunque tal vez después volvamos a recorrer las calles del desamor. Pero es algo insustancial para mí ahora. Quiero disfrutar esta etapa, dejar de lado aquello que me persiguió durante años. Gracias por ayudarme a despegar mis párpados y encontrar la luz y una…una nueva razón. Nueva razón. La nueva razón.
¡Andrómeda, te he perdido!

A la música.


Encántame, adorméceme y consúmeme con tus deliciosas armonías;
Déjame arrebatado alejarme en tranquilos sueños.
Alivia mi mente enferma, adorna mi lecho,
Tú, poder que puedes librarme de este dolor;
Hazlo rápidamente, aunque no consumas mi fiebre.

Con dulzura, tu conviertes su fuego voraz en una llama cálida,
Y luego la haces expirar; ayúdame a llorar mis penas,
Y concédeme tal descanso que yo, pobre de mi,
Crea que vivo y muero entre rosas.

Cae sobre mi como un rocío silencioso,
O como esas lluvias virginales que en la aurora
Esparcen su bautismo sobre las flores.
Diluye, derrite mis sufrimientos con tus suaves acordes;
Que yo pueda entre deleites abandonar esta luz,
y alzar mi vuelo hacia el Paraíso.

Robert Herrick

Hemos sido amigos.


Hemos sido amigos juntos,
Bajo el sol y la sombra;
Desde que los castaños cobijaron
Los primeros juegos de la infancia.
Pero la frialdad habita tu corazón,
Una nube flota sobre tu frente;
-Hemos sido amigos juntos-
¿Es una palabra la que nos separa?

Hemos sido alegres juntos;
Hemos reído como pequeños duendes;
Pues la esperanza brotaba como una fuente
Cálida y jubilosa en nuestros pechos.
Pero ahora la risa huye de tus labios,
Y una hosca oscuridad brilla en tu frente;
-Hemos sido alegres juntos-
¿Es una palabra la que nos separa?

Hemos sido tristeza juntos,
Hemos llorado con lágrimas amargas,
Sobre el pasto que cubre las tumbas,
Donde yacen las primeras esperanzas.
Allí duermen las voces silenciosas
Que limpiarán la penumbra de tu frente;
-Hemos sido tristeza juntos-
¿Qué podría separarnos ahora?

Caroline Elizabeth Sarah Norton

jueves, 1 de marzo de 2012

Lo arruinas todo.


Entorpeces mis ganas de llorar haciéndome reír a carcajadas,
Echas a perder mi amargura con tu infantilismo y alegría.
Dañas mis intentos del sueño eterno, abrazándome y jugueteando con mi cabello.
¡Aprovechado! ¿Quién te crees que eres? ¿Con qué poder vienes a mí a hacerme sentir feliz? Te odio por todo eso y más.

Disfrazas mis dolencias con bromas estúpidas,
Engañas a mis miedos con razones para vivir la vida.
Curas mis heridas espirituales con miradas protectoras y gestos que a veces ni siquiera comprendo. ¡Me provocas ganas de salir de este profundo y oscuro pozo! ¡Me liberas de las letras que de pronto me ahogan! ¡Te detesto, no puedo soportarte!

Interrumpes mi poesía triste y haces que escriba al amor y a la felicidad.
No deben ser así las cosas, las reglas dicen que no. No debería.
Elevas mi confianza, borras los malos recuerdos, adornas a mi alma con sonrisas.
Me ayudas a olvidar, olvidar.
¡Te odio, te odio, te odio!

¡Te aborrezco tanto que ya no puedo estar ni un segundo lejos de ti!