lunes, 9 de abril de 2012

El diario de Sam VI


Hola otra vez, intento de diario, siempre vengo ofendiéndote ¿verdad? Lo siento. ¡Por fin salí de vacaciones! Debo decir que ya estaba harta de tantos exámenes, proyectos, maestros amargados, monotonía y todos esos rollos del colegio. Esta semana, junto con los perdedores se nos ha ido en reuniones eligiendo casas casi al azar, pijamadas no del todo inocentes, algo de alcohol, ¿por qué no? Bromas infantiles, de mis favoritas. (Debo decir que todos los perdedores somos unos inmaduros a más no poder cuando estamos juntos). Creo que esta semana he visto más tiempo al club de los perdedores que a mis propios hermanos (Tomando en cuenta que Carlos anda de zorro todo el día y que Ángel David no se queda atrás) el miércoles todavía llegué a mi casa y me encontré a una chava como de veinte años sobre la cama de mi hermano y semidesnuda, me atreví a decirle ‘Te dijo mi hermano que tiene sida, ¿verdad? Espero que se hayan cuidado’. Jajajaja, sé que fue una broma cruel pero jamás borraré de mi cabeza la forma en que salió corriendo de mi casa, con el terror dibujado en sus ojos. Carlos –o en su defecto, David- me va a matar cuando sepa lo que hice. ¡Bah! Valió la pena.
Creo que Melanie ve a Diego con ojos de amor, no sé porqué me molesta el hecho. ¡Debe ser porque los perdedores no se hacen pareja! Está en contra de las reglas, ¿Verdad? ¿¡Verdad!? Ah, mi cabeza es un lío ahorita, pero eso no tiene importancia, después de todo mi pecosita merece ser feliz. Ya veré que hago yo.
Después de correr a la chica semidesnuda de mi hogar, hice algunas maletas para acampar con los perdedores, planeábamos perdernos en el bosque, contar algunas historias de terror, y comer frente a una abrasadora fogata ¡Fantástico! Debo decir que lo pasé maravilloso de verdad, al llegar nos instalamos como si estuviéramos en nuestras casas, entre todos acomodamos todo lo necesario, las bolsas para dormir, conseguir leña, etc. De repente me sentí en una historia tipo ‘La bruja de Blair’ cuando Sebastián sacó su cámara y empezó a grabar nuestras estupideces. Anocheció pronto y dimos paso a los relatos terroríficos, José y Caroline casi me matan del susto al atacarme por detrás, ya hallaré el modo de vengarme. Después de un buen rato, el sueño nos venció y caímos como piedras. Hoy inmediatamente nos dirigimos a la civilización después de que se robaran nuestra comida y demás cosas, pero fuera de eso, creo que fue una linda aventura.
No hay más por ahora, voy a hacer la comida antes de que Ángel David incendie la casa.
Seré feliz.
S. R.

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