sábado, 20 de octubre de 2012

De ella me enamoré

Es ella mi acompañante cuando todos se van. Es mi luz, aquella paz que me permite continuar el camino. Ella que soporta mis cambios de humor, que me regala su hermosa compañía aún cuando no la merezco, ella es demasiado buena para mí. Ella tan perfecta y dulce, la cura tan necesaria al tormento de mi alma. Ella es mi amor eterno, mi existencia, cuanto la amo, yo la amo desmedidamente. No sabría vivir sin su presencia, probablemente terminaría cortándome las venas. Ella que le obsequia belleza a mis palabras, sabe cómo expresar mi sentir, mi dolor y mi felicidad. Me levanta de entre los cadáveres, me reanima y provoca mis suspiros. Ella, la bella, me hace sentir que realmente estoy viva, que el respirar es ameno. Sé que jamás me abandonaría, tengo mi fe colocada en ella. Mi escape, aquella que acude a mí y me acuna entre sus brazos como si fuera una bebé. Ella me protege, me cuida y me ama tanto como la amo yo. 
Ella tan mía, yo tan de ella.
Oh, ella se llama poesía...
poesía. 

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