miércoles, 10 de octubre de 2012

¡Quiá!

Increíble, otro espacio vacío.
¡No puede ser!
Se terminó, se acabó.
No más, no más.

Entonces, aquellas palabras eran una mentira,
una verdadera estupidez,
siento que te odio,
al amarte te aborrezco con el alma.

¿Qué haré ahora con este dolor tan mío?
Una soledad terrible me persigue,
de a poco me convierte en polvo.
¡Por tu maldita fantasía!
Ya no puedo creer en ti.

Escribo con la inspiración hecha pedazos,
una melancolía inacabable,
frases incompletas, nombres y melodías.
Me fumo tu recuerdo,
tu cinismo, tu forma de decepcionarme.
Una y otra vez. 

Si vuelves a decirme te amo,
con esa tranquilidad y máscara que te caracteriza,
soy capaz de matarte. 
¡No puedo creer el haber sido tan estúpida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario