Estaba escuchando un poco de música, una combinación extraña entre Anabantha y Evanescence. Fue inevitable recordar, solo algunas cosas. Aquellos viajes con mis padres que parecían no terminar jamás, y luego qué. Me he detenido aquí, puede que me haga feliz o incluso me vuelva triste, no he perdido esa costumbre. Los discos rayados, los caminos que parecían infinitos en medio de una noche tortuosamente negra.
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