miércoles, 15 de octubre de 2025

Vueltas

No he logrado escapar de tu nombre, admito que tu recuerdo sigue vigente en mi piel.

El color de lo que fuimos sigue siendo naranja como el otoño, se sigue sintiendo permanente, aunque no,
Aunque no.

¿Por qué te siento tan presente?
Como si te hubiera visto la noche anterior, como si siguieras siendo mío.

Eso quema mi piel, desata el terror al amor.

No estás ni estarás,
Rezo entonces para borrarte,
Pero Dios aún no me ha escuchado. 

jueves, 2 de octubre de 2025

Mapa de las ruinas


En aquellos días avanzaba una herida que no cerraba, fingí no sentir dolor, pero eso cada vez se hacía más grande, elegí que sufriría por ti.

Soltaste mi mano creyendo que me verías al siguiente día. Te advertí que si soltabas mi cintura, jamás volverías a tocarme, a olerme ni a verme.

Ahora estoy tan segura que has olvidado mi voz, mi forma de reír, mi debilidad cada vez que me mirabas. Sé que has desechado de tu memoria hasta mi nombre.

Aquí dejaste un río vacío, noches de angustia interminables, llantos escondidos y la tristeza de haberme sentido insuficiente y rechazada. Llené mi vacío con licor y pastillas blancas. Para olvidarte, lo juro, casi pierdo la vida.

Con el tiempo pude entender que una brasa no se apaga, que las flores de mi pecho brotan a pesar de esta sequía. El eco de mi propia voz me recordó que estoy viva.

No estoy bien, pero me estoy levantando, las cicatrices de mis muñecas son el mapa a la salida.

Tuve que volver a sostenerme, mi dolor continúa, pero ya no manda. Veo luz después del humo, abandono al fin a  los escombros de mi pasado. 

lunes, 29 de septiembre de 2025

Ad astra per áspera

Hacia las estrellas no se vuela con alas limpias,
sino con los pies heridos por las piedras del camino.
Las astillas de la noche se clavan en la piel,
pero cada herida se convierte en un faro,
cada tropiezo en un peldaño hacia lo infinito.

El brillo de los astros no concede atajos:
hay que atravesar la sombra, la ceniza, el desgarro.
Solo quien acepta la dureza de la tierra
puede levantar los ojos y sostener la mirada del cielo.

Porque no hay altura sin espinas,
ni luz sin la memoria de la oscuridad.

C O R I N A


Un horizonte de tonos violetas y grises, con una figura femenina hecha de líneas suaves, casi translúcidas. No es frágil, aunque parece etérea. En sus manos sostiene un cuaderno abierto, y de él brotan lirios, girasoles y rosas, pero las flores se deshacen en letras que vuelan como aves de humo.

Detrás, la luna creciente ilumina su silueta: no es una doncella pasiva, sino una guardiana de palabras. Sus ojos no miran hacia afuera, sino hacia dentro, como si contemplaran un incendio secreto convertido en canción.

Antes de marchitarse lo quemé


Te dejé ir antes de que decidieras marcharte, dentro de mí una voz consejera me advirtió que ibas a romperme en pedazos, mi homicida decisión fue destruirlo todo, incluyéndome.

Las flores que me regalaste se hicieron mi perfume; pétalos suaves y hermosos de todos los colores. Me di cuenta que no estaba dispuesta a verlas morir mientras su aroma se intoxicaba.

Seguí el consejo de un inseguro corazón que apenas conocía el amor. Me dijo como sentencia: quémalas, quémalo todo, hazle un ataúd a tus ilusiones y llora. Por ti, por él.

Y eso hice, pero no hablaba de flores. Preferí matar este amor porque en el fondo sabía que jamás ibas a luchar por mí.

En esta catástrofe anunciada, estoy de a poco más tranquila, aquí nadie me escucha llorarle a este triste desamor.
 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Refugio en cuerdas y ramas

Cuando escucho a Sangre de muérdago no recibo música, recibo un idioma secreto que mi piel recuerda antes incluso de haber vivido.
Es un rumor que atraviesa mis cicatrices y, sin pedirme permiso, las vuelve raíces.

Cada nota abre refugios: un claro en medio del bosque, un abrazo hecho de ramas, un silencio que no pesa.
Allí me descubro entera, sin máscaras, sin ruido, con la certeza de que también en mí habita un bosque.

Mientras suenan, dejo de ser herida y me vuelvo tierra.
Dejo de ser ruido y me vuelvo eco.
Soy lo que permanece.

sábado, 20 de septiembre de 2025

Cuarto solo

Todavía aquí,
Todavía viva,
Aún rota

Respiro y trato de hacer lo que se supone,
Acepto que cada día estoy menos rota,
Aunque guardo mi dolor
Mis ojos me acusan.

Empiezo a aceptar las consecuencias,
De todo lo bueno y todo lo malo.
Ahora sé que no todo sueño se logra con desearlo.
Que hay cosas que no puedo controlar,
Y otras que murieron para siempre. 

jueves, 18 de septiembre de 2025

Niña

Cuando la madrugada no me deja dormir y la ansiedad no me permite llorar, fantaseo con la posibilidad de olvidar sucesos dolorosos a conciencia,
¿Tal vez sería una persona feliz? ¿Al fin limpia de traumas?

No sé, la sola fantasía me da algo de paz, un poco de descanso.
Han pasado treinta y un años y la niña buena no ha sido feliz.

A caso la maldad,
A caso el rencor,
el desamor٠٠٠

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Sabré estar bien

No puedo dejar de creer en el amor, porque el dolor que quedó en mí me de muestra que aquí existió; vivió y murió.

Las locuras que hice en nombre del amor.
Lo que escribí y sentí.
Lo sé, ya fue,
pero cuánto lo disfruté,
dispuesta acepto pagarlo todo.

No sé qué día ni a qué hora: pero voy a estar bien, voy a curarme,  sonreiré sin miedo,
Sin melancolía
Sin ansiedad.

La vida de nuevo me regala la oportunidad de reiniciar y corregir el camino
He sobrevivido a tanto,
soy experta en cicatrizar mis heridas.

Me debo mucho pero
me perdono y me cuido.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Distorsión que glorifica

Soy una experta de la glorificación y su atrayente anhelo, soy la ansiedad jugando a ser normal. Solo tienes que mirarme a los ojos para saber que miento, que en realidad no estoy bien y me desmorono. 

Mi estúpida forma de sobrevivir es fingiendo mi odio, mi rechazo y mi ego. Quiero decir, me sale bien ser la villana de mi historia, volver la alegría caos y el amor demonio. 

Tengo claro que para vivir quemaré cada página de mi pasado, haciendo como si jamás hubiera existido. 

viernes, 8 de agosto de 2025

Tu carta la llevo en mi cartera

Cómo objeto tangible tengo la torpeza de tu caligrafía conmigo. Un papel desgastado que en su dobles ya no se endereza. Un secreto que guardo en mi corazón, tus palabras y aroma cerca mío. Cuando te leo puedo volver a tocar tu risa de octubre y su otoño, retengo el recuerdo de tus besos para siempre.

Tu carta mantiene tu imagen y tu voz perpetuas para mí: aún me estás salvando. Del diablo, del miedo y el caos del vacío.

Tu lengua vive en mis sílabas, vínculo poético que hace eco del amor que alcanzamos a sentir. En mí ya eres historia y huella tatuada con tinta de melancolía. Ahora caminas por calles que no conozco, haciendo vida con personas a las que no puedo dar nombre.

Pero... Llevo conmigo la prueba dolorosa de que alguna vez fuimos. Te juro que te llevaré hasta que mi memoria falle y mi espíritu escape.

Da igual cuantas monedas tenga o se pierdan, tu carta permanece, cuidando el único idioma con el que puedo hablar contigo. 

miércoles, 6 de agosto de 2025

Sanadora

Admito que no puedo odiarlas.
No porque fueran justas,
sino porque, igual que mi piel,
ya son parte eterna de mi historia.

Todo lo que dolió sanó,
incluso aquello que juré que me mataría.
Mis cicatrices son el perdón
que mi cuerpo le ofrece a mi alma,
el signo de que, en el sufrimiento,
también habitaba el amor.

Ya no quiero ser coleccionista de heridas;
ahora lucho por ser sanadora
de guerras mitad perdidas
y mitad ganadas

martes, 5 de agosto de 2025

Quisiera ser tu perfección

Quisiera arrancarme los restos de mí que te incomodan.
Pulir mi sombra hasta que deje de tener esquinas.
Ser la estatua que contemplas sin querer tocar,
el cristal sin grietas donde tu reflejo nunca se distorsiona.

Me miro al espejo y ensayo la versión de mí
que podría sobrevivir a tus ojos.
Guardo mis risas estridentes en un frasco,
apago los temblores de mi voz,
y extirpo las palabras que nunca sabrías amar.
Si pudiera, dejaría en la puerta mi piel usada
y entraría ante ti como un lienzo virgen,
una promesa muda de perfección ajena.

Pero en el fondo lo sé:
aunque logre vaciarme para caber en ti,
aunque cada fragmento de mi ser se doblegue
como un tallo roto bajo tu peso,
seguiría siendo demasiado.
Seguiría siendo yo,
y tu amor exige una ausencia que no puedo ofrecer.

Así que me quedo aquí,
deseando ser la quimera que tu corazón toleraría,
y al mismo tiempo sabiendo que,
si lo consiguiera,
ya no quedaría nada de mí para amarme.

lunes, 4 de agosto de 2025

Semilla

Tu gran amor me dejó
una nostalgia absurda,
un agradecimiento roto que nunca cierra.

Eres mi otoño perpetuo,
crujes bajo mis pies en cada recuerdo.
En mi memoria guardo una semilla:
una caricia suave con tu aroma,
tan tuyo, tan irrepetible.

Un beso nos bastó para compartir la intimidad del mundo.
Contigo aprendí a vivir,
a querer vivir;
y aunque casi muero cuando partiste,
valió la pena.

Sin ti quedé vacía,
pero no me arrepiento de saber
que existe alguien como tú.

Escuché el silencio sin miedo contigo,
y ahora el miedo me grita tu ausencia.

Tu amor es un capítulo sagrado de mi historia,
uno que leeré cada vez
que la vida pierda sentido,
aunque duela,
aunque sangre al recordarte.

viernes, 1 de agosto de 2025

Pulso

En el rincón más secreto de mi cerebro, en un banco vacío, estás tú.
En mi casa eres humo invisible, eco en un cuarto que sobra.

Hoy sé que para dejarte ir no tengo que arrancarte de mí; dejar de buscarte no significa olvidarte.
Le devuelvo al mundo lo que alguna vez fue mío.

Dejas de ser cárcel para ser una de mis historias favoritas.
Ya no gobiernas mi pulso: no eres el libro, solo una página doblada en mi memoria.

Y al fin, te suelto.

jueves, 31 de julio de 2025

Urgente soledad

I. El extravío
No recuerdo el instante exacto en que sucedió.
Solo supe que ya ni mi sombra era mía,
que mi amor propio se había arrojado al vacío.
El mundo dejó de sostenerme
y me abandonó en un cuarto sin ventanas.
Dejé de sentirlo todo,
hasta la última chispa de esperanza.

II. Refugio en la soledad
La soledad siempre fue mi amiga,
mi aliada de antaño,
y por mucho tiempo la olvidé.
Ahora es el vientre donde comienza mi curación.
El silencio se volvió un lago quieto
donde alivié mis heridas.
Tuve que reaprender a escuchar,
a validar mi cuerpo,
y en esa quietud
germinó mi raíz.

III. El retorno
Aún queda camino por andar,
pero deseo abrir la puerta al mundo
y sentir el aire reconciliándose con mi cabello.
Subir desde el fondo de este mar
con un pulmón nuevo,
mis pies reconociendo la ruta del regreso,
esta vez sin perderme.

miércoles, 30 de julio de 2025

Lo que no se dice con la boca

No sabía que el cuerpo también abría puertas,
hasta que la tuya se volvió umbral.

Entré descalza,
con más dudas que certezas,
pero algo en tu silencio me dijo:
es seguro dejar el abrigo.

No hubo conquista,
ni fuego artificial.
Sólo un temblor suave
como si el mundo —por fin—
dejara de doler por unos minutos.

Fui barro y fui tacto.
Fui recién nombrada.
No por ti,
sino por el reflejo
de mis ojos en los tuyos.

No te llevaste nada.
Te dejé entrar.
Y eso es distinto.

Ahora, cuando duele,
recuerdo que antes de la herida,
hubo un jardín.

Y que florecí.

lunes, 28 de julio de 2025

Cuatro actos


I. El silencio que precede

Estaba completamente drogada y desquiciada. Me temblaban las manos.
Lancé mi reloj de arena contra el suelo y se hizo añicos.
Mi pareja, con un miedo real y espantoso, se encerró en el cuarto principal.
Apenas amanecía cuando llamé a mi padre para despedirme.
Después de eso, creí que tenía claro lo que debía suceder.


II. El acto

Me senté en una esquina de la casa.
Del protector del celular saqué una navaja pequeña.
Dudé. Pero antes de poder evitarlo, ya la estaba deslizando por mi brazo.
Sentí el chorro tibio, espeso y rojo de la sangre.
Este mal cuento, por fin, parecía llegar a su fin.

III. La intervención

Recuerdo haber atravesado capas y capas de piel.
Y al llegar a la última, vi un pálpito.
Ese temblor me hizo pensar en mi familia.
Después, mareos. Somnolencia.
¿Cómo pude ser tan egoísta?, me pregunté.

Grité el nombre de mi pareja. Me auxilió de inmediato.
Luego vinieron los rostros: asustados, acusatorios, incluso fríos.
Al final, una persona dulce me atendió.
Me suturó con paciencia. Con una ternura que no esperaba.
Cinco puntos. Una grotesca costura.
Bordé mi poema con hilo quirúrgico.

IV. Lo que no murió

Después de ese suceso, muchas cosas siguieron vivas.
Al principio, la rabia de haber perdido el control.
La vergüenza por todos los que vieron, los que supieron.
La tristeza de tener que posponer mi boda por la depresión.

Pero poco después, también sentí un respiro.
Sobreviví.

Sé que llevaré esta cicatriz como marca de mi yo más triste y derrotado.
Pero también como el recuerdo de que viví.

sábado, 26 de julio de 2025

Catarsis escrita

Mi corazón está lleno de humo,
y los pensamientos, enjaulados,
claman auxilio
mientras el dolor se desborda.

El vacío no se deja tragar
ni vomitar,
y tengo navajas frías
clavadas en la espalda.

Juro que si escribo
no es por gusto,
sino por urgencia.

Mi tristeza es una hoja en blanco
que se confiesa ante la tinta
y se alivia.

Mi pluma:
un bisturí que lo abre todo
sobre el altar de un dios sordo.

Sé que escribir no me cura,
pero me salva.
Me ayuda a ponerle
a esto un nombre.

viernes, 25 de julio de 2025

Nostalgia nocturna


En este silencio aparecen todos los fantasmas que desobedecen al fármaco. La madrugada no se deja engañar: la melancolía llega
en un barquito de papel, acompañada de las fotografías
que jamás se tomaron,
de las voces y recuerdos
que la memoria se negaba a invocar.
Y un grito —crudo, desgarrado—
ensordece lo que alguna vez fue silencio:
“Aún sigo aquí.”

jueves, 24 de julio de 2025

Perdóname Corina

Me sorprende la fuerza —
quién sabe de dónde la has sacado—
para seguir después de tanto dolor vivido.
Después de todo lo que pasaste
por mi culpa,
y por las consecuencias.
Sé que este último golpe
rozó la muerte,
y por poco te recupero
en forma de cadáver.
Te sometí a demasiada ansiedad:
entre la droga,
los antidepresivos,
el mal comer
y las autolesiones.
Aún no quiero despedirme.
Perdóname.
Aliviaré tu corazón
con tiempo y fortaleza.
Te prometo ser amada.
Guárdame, por favor,
un pedacito de fe
para las dos.

miércoles, 23 de julio de 2025

A desordenarlo todo

Saliste de un suspiro del cielo, cuando yo era sólo un susurro de mí misma. No te estaba buscando, apenas trataba de reconstruir mi alma resquebrajada por un trauma de hospital.

Viniste con una sonrisa hermosa que tuvo el descaro de prometerme el mundo Sin hablar.

Roto todo, abriste ventanas que yo había sellado y me mostraste la vida desde tus ojos, abismalmente diferentes, llenos de un fuego que no conocía.

No has sido amor tibio. Mas bien caos y calma, tormenta y refugió. Jamás podré ser la misma después de ti, ¿regalo o maldición?

Apareciste cuando necesitaba ser vista. 

martes, 22 de julio de 2025

Plegaria inversa

Sólo silencio antes del desastre, mis manos temblando como si fuera la última vez.

Ojos rojos por el esfuerzo
(los vasos sanguíneos incendiados).
De mi sollozo se enciende la garganta.

En mi garganta y mi boca
se fugan mis ilusiones y alegrías.
Es un río que regresa,
un ritual de purga.

Alivio y dolor crónico,
guerra y paz.
Espero que Dios no me esté viendo.

Aunque todo va mal,
mi mente celebra.
Los cuatro elementos en mi esófago,
y el amor tan lejos,
y la fe tan rota.

El arte de soltar las cenizas

Me aferré tanto a mi antiguo hogar que ni siquiera noté que en el incendio se había convertido to-en cenizas.

Maldito y bendito pasado, ¿por qué te necesito tanto? Me cuesta tanto entender que mi cuerpo no es altar de fantasmas.

Lo que alguna vez amé y me amó ya no existe y debo resignarme. Debo desprenderme, soltar aquel cuchillo sin filo, ser feliz con lo que soy ahora. Merezco perdonarme y sanar mi alma; el dolor ahora es solo un eco, un cadáver del vívido intenso amor del pasado.

21/07/25
23:54

lunes, 21 de julio de 2025

La vida tembló cuando decidí quedarme

Quise morirme,
decidí irme,
pero viví.

En mi cuerpo aún hay trazos de una guerra, la marca del intento fallido de rendición. Mis pensamientos escapando por una herida minúscula pero profunda, tan densa. No es que haya decidido seguir luchando y respirando; algo que no conozco me salvó y me pidió que escuchara fuera de mí. Estaba abandonando el amor que ya había ganado. 

Aunque duela hasta la médula,  me quedé, con la fe de algun dia cerrar tantas heridas.  Todavía busco los restos de mi alegría después del incendio, en mis cenizas hay brasas.La tinta es mi sangre y toda va corre.

Miré al diablo de frente y sé burló de mi angustia, su risa caló mis huesos pero tampoco me mato.

Aunque el infierno está aquí, sé que el paraíso también.

miércoles, 18 de junio de 2025

Cuando el abismo escribe por mí

Yo no hago introspección, yo excavo. Me trato como si fuera una ruina que solo vale si puede exhibirse en una galería de dolor. Vivo como si cada crisis fuera una obra maestra en proceso. Pero no. A veces no es arte. A veces solo me estoy jodiendo la vida y lo escribo bonito para que duela menos.

Tengo más recaídas que un mal chiste sobre adicciones, y las narro como si fueran parte del camino. Como si doler fuera sinónimo de sanar. Pero no todo es poético. A veces simplemente me estoy dejando caer otra vez, y lo disfrazo para que parezca elección.

Me digo fuerte porque me sostengo sola, pero a veces siento que le tengo más miedo al alivio que al dolor. Como si dejar de sufrir fuera traicionarme. Me desgarré tanto en prosa que ya no sé si me reconozco cuando no hay sangre en lo que escribo.

Y esto de preferir la soledad… no siempre es valentía. A veces es aislamiento maquillado de independencia. Me cuesta admitirlo, pero me da miedo que alguien se acerque y vea lo que realmente hay detrás: una niña agotada, con hambre, con frío, con un nudo que no se deshace escribiendo. Con ganas de que alguien la mire sin juicio, sin prisa.

Y lo peor es que ya lo sabía. Ya me lo había dicho mil veces. Solo necesitaba leerlo sin anestesia.

martes, 17 de junio de 2025

No escribo, me consumo

17/06/25 — 23:03

Ay, vida mía…

Ahora sí soy un cliché.
Ese del que tanto escribía en mi adolescencia.

¿Por qué?
Sólo puedo escribir con mil pastillas encima.
Soy una adicta.
Tuve escritura de profeta,
que ahora consumo.
Me autolesiono
y no puedo separarme del dolor.

Ahora que estoy aquí,
mi sufrimiento nunca fue gratuito.
Solo que antes podía controlarlo
escribiendo unas cuantas líneas
y saliendo de mi cuarto
con una sonrisa impuesta,
para esconder el miedo,
fingiendo que mi presencia
solo era parte del escenario de mis padres.

Escribía, soñaba tanto…
pero no importaba.
Todo quedaba entre el lápiz y yo.

Dios mío,
¿podré salir de aquí?
¿Merezco liberarme y ser feliz?

— Mar

jueves, 12 de junio de 2025

Después del filo, el eco

Recaí.

Y no fue como la primera vez, ni como la peor... Fue peor de otra forma:
no dolió como antes, pero se sintió familiar..Como volver a casa después de años, y encontrarla exactamente igual: rota, sucia, tuya.

Me miré al espejo sin sorpresa.
El cuerpo ya no grita, susurra. Y ese susurro es peor, porque se parece a mi voz.

No fue hambre de comida. Fue hambre de ser querida. De sentir que merezco algo sin tener que sangrar por ello. Fue hambre de no ser olvido en la mirada de alguien. Fue hambre de que alguien —aunque sea una sola vez— me dijera: “Quédate. No te vayas aunque ardas.”

Y ardo.
Después del filo, no hay alivio. Hay eco..Un eco que repite lo mismo de siempre: 

"Lo estás arruinando",
"nadie va a quedarse",
"te vas a quedar sola".

Pero después de la recaída,
después del hambre,
después del eco...
respiro.

Respiro como si eso bastara.
Como si respirar ya fuera una forma de quedarme, una forma de decirle a esa parte de mí: “No ganaste esta vez. Pero sé que volverás. Y aún así… aquí estaré."

martes, 10 de junio de 2025

Nunca fuimos historia

Tengo que despedirme de ti, aunque me duela, aunque a veces te extrañe, e imagine qué hubiera sido si hubiésemos sido historia.

Es que, aunque en ocasiones tu recuerdo me hiere, no cambiaría el amor verdadero que ahora tengo, por ti. Nunca.

¿Puedo sincerarme? Tu tibieza no
me daba lo que quería: la paz de saber que un ser humano te ama,
con toda su luz, pero también con su mísera oscuridad.

En lo próspero y en lo adverso, dicen.
Y yo lo creo, por toda la sangre
que he perdido. Lo creo.

No miento, por supuesto que te quiero. Pero de un modo distinto,
en el que te deseo amor y tranquilidad. Independencia para descansar, y tener una vida en la que se te permita pausar y disfrutar.

Tengo que dejar que te vayas.
Tienes que dejar de parecer mi hogar.
Tenemos que soltar… y respirar. 

domingo, 1 de junio de 2025

Centinela insomne

Le llamo sin nombre,
juego con su sombra en voz baja,
y dejo que el silencio me roce como filo.

Mi cuerpo es terreno baldío,
poblado de objetos que saben cortar el olvido.

Anhelo sentir algo que no sea esta culpa que vigila mis noches como un centinela insomne.

Hace tiempo que el dolor se volvió reflejo, como si las manos recordaran solas una fiera que dormita desde los días en que el mundo era más grande que yo.

No sé cuándo acabará,
solo sé que sigo aquí,
entre el pulso y la herida.

sábado, 31 de mayo de 2025

Yugo del ayuno

La niña fue educada
en el yugo del ayuno.
Más comida,
más rechazo,
más odio.

El resonar de las tripas
es una señal
de que lo está haciendo bien.
No entiende aún por qué,
pero sabe:
la comida,
de lejos,
mejor.

Se vuelve pequeña.
Vulnerable.
Invisible.

Flora Pizarnik

Ya no me reconozco en el espejo.
Hace mucho tiempo que me dejé morir,
pero la herida —cruel— sigue respirando.

Tu refugio es rehuirte.
Tu cuerpo, una maldita cárcel.
Y las voces en tu cabeza gritan.
Los demonios… ríen a carcajadas.

Aguarda un poco.
¿Estás segura de subirte al puente?
Después de todo, has pasado años
luchando contra la tristeza.

Y aún así —a veces—
puedo oír de ti
una sonrisa
sincera.

lunes, 19 de mayo de 2025

Cuando la soga cede

No es para morir, sino para vivir. No es la soga en tu cuello, es la soga en tus manos que insistes en no soltar. ¿Por qué te cuesta tanto dejar ir aquella versión de ti? No mientas, no eras más feliz, porque el amor no estaba en los números de esa báscula, todo el tiempo estuvo en ti, en tu ternura. Tampoco estaba en cuantas veces acariciaras la piel en donde más se marcaran tus huesos, ni en las veces que en lugar de gritar te mutilabas. Suélta la cuerda, ella ya se fue, posiblemente murió.

Lo único que quedó de ella en ti es el miedo a sentir, es la ausencia de amor propio, la codependencia y la  adicción al letargo. Deja de herirte mirando mil veces tus fotografías del pasado, suelta la añoranza y vive el presente. Ahora esta eres tú, y créeme, las voces mienten. Ahora eres amada, muy amada, con todos tus errores y aciertos. 

Déjalo pasar, empieza a vivirte tal y como eres.

jueves, 8 de mayo de 2025

Dosis de silencio

Es difícil tener que dejar las pastillas psiquiátricas y sobrevivir al exterior, sin adornos y adormecimiento, mi cerebro va a pasar factura por mi culpa. No poder estar bien así, sin más. ¡Sin nada! Cuando dejo la medicina hasta duele respirar, intentar hacer las pequeñas cosas se vuelve un esfuerzo titánico,

Por favor ya... ¿algún día? Parece ser una historia sin final, mi cuerpo lo reciente, mis emociones también, ya no sé quién soy. ¿Mi personalidad nunca fue la que yo creía? Todos empiezan a compararme con ella...¿lo estoy siendo? Quiero creer que todavía hay una oportunidad para mí. Sentir se vuelve como si te abrieran el pecho. El sufrimiento es tan inmenso, tan definitivo.

17/10/24
21:50

domingo, 27 de abril de 2025

A Dios

Por favor, devuélveme tu manto, 
Hoy me he rendido; me dejo en tus manos. Rescátame, recíbeme. 

Caí tan profundo que temo que no me encuentres. Quítame este dolor y devuélveme la paz. Seca estas lágrimas, dame el valor para enfrentarme a la vida. 

Dios, todo amor, borra cada una de mis cicatrices, vuelve a mi corazón, llena este terrible vacío, soy tu hija, la que te rechazó tantos años. Soy tu niña queriendo volver a ti. 

Ilumíname el camino correcto, enséñame de nuevo cómo se siente estar protegido por ti, saca de mi cabeza tanta basura existencial, ayúdame a amarte para poder amarme. 

Sigo siendo a tu imagen y semejanza, te acepto como mi padre. No con templos ni con iglesias, solo tu, solo creo en ti. 

Dame la fe de reconocer tu existencia, te lo pido, ya no quiero sufrir, dame la sonrisa que solo en fotografías queda. 

Te ruego no me abandones, acompáñame con tu serenidad a reparar todo lo que he hecho mal. 

Te entrego mi soberbia para que la destruyas, ya no puedo más, me dejó en tus manos. 

Mi dulce compañía,
No me abandones, 
Ni de noche ni de día. 

27/04/25

jueves, 13 de marzo de 2025

Lo que durante veintinueve años fue mi refugio

Vaya, este lugar ya no se parece en nada a lo que alguna vez llamé hogar. Mi refugio, el lugar que me vio morir y y revivir cientos de veces, que me escuchó llorar y gritar. El lugar que vio cada vez que me autolesionaba. El caos y la calma. Mis primeros amores, mis primeras decepciones. Y como dice el poema: "nosotros, las de entonces, ya no somos las mismas.".  Estar aquí es agridulce, añoro y al mismo tiempo, mi corazón ya no pertenece a estas cuatro paredes.

12/10/24
16:38

Está cabrón

No quiero vivir
no quiero poesía
no quiero hijos
no quiero su amor
no quiero respirar...

12/10/24
12:20

Alevosía

No tengo nada qué reprocharte, Dios. Tuve tiempo de pensarlo y aún así volví a lacerarme. Es una adicción fatal. pues mi sangre salpica sobre la gente que amo y que me ama. Malagradecida y egoísta. ¿Mis pedazos hieren a quien intemta reconstruirme?

11/10/24
02:41

Mutilación

Lo siento, lo siento, lo siento. Esto es como una droga para mí, mi fascinación de ver mi propia sangre recorrer mi muñeca. ¡Es enfermizo! No te quiero herir, te lo juro, si lo hago es porque quiero sentir, y aún no sé cómo... Solo hago lo que tomé de ´pequeña para soportar tantas emociones, tanto dolor en mi familia. Lastimaba y lastima tanto wue de alguna forma quiero sacarlo. Cada brote de sangre es mejor que el dolor emocional.

Si fuera una persona ajena a lo que soy, de forma cruel le diría que está más que loca.

10/10/24
09:28

lunes, 10 de febrero de 2025

Sin respiración

Me abandoné a plena consciencia por un "amor" que no valía la pena. Me recosté en la cama, cerré los ojos y sólo dormí, dormí, morí. Y hoy que despierto puedo ver con pánico que no soy la del espejo, que no me reconozco en este cuerpo torpe, cansado y sin condición, Todo mi esfuerzo lo tiré a la basura, creí que ya nada me importaba, me quería morir mientras dormía, el dolor era y es inmenso, tanto que quemó mi alma.

jueves, 2 de enero de 2025

Reales

A veces me pierdo, no sé quién soy, no logro reconocerme en el espejo, eso me causa terror. ¿Quién era antes de la medicación y los tatuajes? Cuando volteo a ver mi pasado, lo veo borroso. Ya no sé si las cosas que recuerdo fueron reales alguna vez. Estoy por dar un gran paso y quiero memorizarlo todoo. El amor puede vencer mi dolor. Disciplina con piedad y amor propio-

09/10/24
16:33